El Mundo en Guerra
Parece que es inevitable hablar de algo así, visto lo ocurrido estos últimos días por el mundo, y sin embargo no va el post de hoy por donde creéis.
Me voy a aislar del mundanal ruido para hacer una crítica acerca de una película.
Si hoy el mundo parece estar en guerra, yo me declaro en guerra contra La Guerra de los Mundos.
a que acojona...
El bueno de H.G. Wells escribió una novela hace unos cuantos años acerca de un ataque alienígena a la tierra que unos cuantos años más tarde (pero aún hace bastantes) un tal Orson Welles se encargó de dramatizar en la radio.
Según parece las buenas gentes que escucharon el programa no habían leído el libro por lo que hubo un gran revuelo al pensar que realmente se trataba de un ataque contado en directo a través de las ondas.
Este famoso hecho hizo que parte de su fama pasara al ideólogo original de la idea, H.G.
Personalmente me gusta más La Máquina del Tiempo (película incluida), pero a pesar de todo y dejándome guiar por las masas, el domingo cometí el error de ir a ver la película basada en el tema de los marcianos.
Un inciso, ¿por qué esa obsesión de llamar marcianos a los extraterrestres? ¿Acaso son todos del mismo planeta? Seguro que Hollywood tiene algo que ver con esto.
Bueno, a lo que voy. La peli es una auténtica mierda pinchada en un palo.
Desde un inicial planteamiento de nos vigilan como a ratas de laboratorio, y nos estudian de manera que el ataque será fulminante que parece que no deja resquicio a la esperanza, todo parece encaminado a llevarte a un estado de desolación irreal, porque sabes que la peli tiene que acabar bien.
¿Por qué lo sabes? Bueno, nuestro incomprendido protagonista Tom Cruise hace del peor padre del mundo, divorciado y más preocupado de sí mismo que de sus hijos. Y claro, ya lo ves venir. El hombre va a superar sus problemas con sus hijos para poder ir más allá de sus límites y conseguir lo que se proponga, por imposible que parezca. Una vez más, todo por la familia, lo que haga falta.
Así pues, la atmósfera de impotencia no deja de ser un poco graciosa.
Porque el ataque es brutal y sin avisar. Toda una patada en las pelotas de los USA. Caen 26 (creo recordar) rayos seguidos en un mismo punto, que es como se supone que los bichos llegan a la Tierra y se meten en unos cacharros mecánicos enterrados hace mucho, mucho tiempo para preparar el ataque. En dos días se han cargado y/o secuestrado a casi todo lo que se mueve.
Como se dice en un trozo de la película, en dos días han acabado con el país más fuerte de la Tierra... pero claro, Tom no va a dejar que a su pequeña hija le pase nada malo...
¿Es un pájaro? ¿Es un avión?
Y esa es otra, porque no tengo nada en contra de Dakota Fanning, de hecho, me gustó mucho en El Escondite (con DeNiro), pero en esta peli la niña es una pedorra que no hace otra cosa que gritar como una posesa cada vez que ve algo que su padre no quiere que vea. La niña se hace totalmente inaguantable.
El hijo adolescente da muestras de ser un auténtico gilipollas que quiere alistarse en los marines para, literalmente, hacérselo pagar... pobre infeliz... lástima que se acabe salvando.
Buen papel de Tim Robbins, aunque no se sabe muy bien qué pinta en la historia.
Voy a destripar el final, tapaos los oídos si no queréis escucharlo: no hay final.
La película se acaba cuando el padre consigue el objetivo de llevar a su hija al lado de su mamá en un acto de redención familiar muy americano.
¿Y los extraterrestres? Pues no se sabe, simplemente, se mueren, ellos solos. ¿Por qué? Tal vez algún biólogo pueda decíroslo... creo que tiene que ver con microbios, o el ADN humano, o no sé.
La cuestión es que algo que parecía perfectamente planeado desde hacía miles de años de cuidadosa investigación por parte de inteligencias superiores, simplemente se desvanece por un cabo suelto que no se comprende demasiado bien.
Claro que la frase del final lo explica todo: ningún humano vive o muere en vano.
Ah, vale, ahora me queda todo claro...
Lo mejor de la película fue que justo al empezar, se hizo un efecto como que se rompía el rollo y aparece Santiago Segura diciendo:
- ¿Pero qué hacéis ahí? ¿La Guerra de los Mundos? ¿TonCruis? ¿'To' Cruis? ¡To-rrente! ¡Torrente 3!
Hacedme (y haceos) un favor y ni se os ocurra gastaros el dinero de la entrada o del ADSL en verla.
Steven Spielberg, eres un fraude, tío.
Si no puedes mejorar el silencio, cállate
Es mejor estar callado y parecer estúpido que abrir la boca y despejar toda duda
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