Velocidad + Tocino = ...

Paco era feliz.

No es que no deseara mejorar algunos aspectos de su vida (echarse pareja estable, tal vez), pero se sentía esencialmente conforme con lo que le toca.

El día se presentaba bastante bien. Su madre le había llevado una cazuela de ese arroz con leche que tanto le gustaba desde pequeño, el fin de semana había pasado con toda la alegría de vivir cada segundo, y hoy tenía una entrevista de trabajo.

¿El trabajo de sus sueños? Tal vez.
¿La oportunidad de huir de sus actuales carceleros? Sin duda.

Se había levantado un par de horas antes de lo normal para ir con tiempo. Desayuno completo acompañado de El País y la tertulia de la Domínguez, para contrastar informaciones. El tiempo acompañaba para la ser la época del año. Un solecillo tímido trataba de calentar lo suficiente como para no necesitar bufanda hoy.

Bajar a la calle, sortear un par de obras y bajar al metro. Línea 2, trasbordo en la tercera estación a la izquierda y línea 4. Todo recto hasta la cuarta parada y bajar.

Antes de salir de la estación se mira el nudo de la corbata en un trozo de aluminio que le devuelve una imagen borrosa pero legible de sí mismo. Una chica, de esas que van en el metro mirando al infinito para no ver que las miran, se fija en el detalle y sonríe. Tal vez su juventud le hace gracia, tal vez.

Una lluvia de luz invade la salida del metro.

Las sombras le esperan en la entrada de la empresa. Número 67, aquí es, piso 5.

La empresa ocupa todo el edificio, el piso 5 es sólo lo que podrá llegar a ser su departamento. El traqueteo habitual de una oficina le recibe al salir del ascensor. Una típica secretaria, con auriculares y todo, le da la bienvenida con una sonrisa. Sabe a quién tiene en frente y sabe que debe tratar de hacerle sentirse cómodo. Puede ser un gran fichaje y hay que tratar de agradar al que puede ser el nuevo hombre fuerte...

En la habitación de espera una taza de café humeante ante una silla le indica dónde se espera que se siente. La entrada, los modales de la secretaria, la música que flota en el ambiente, la taza de café... todo parece medido al segundo. Parece que la cosa sigue bien.

Haciendo buen uso de su innata intuición, esa que le llevó a arriesgar con aquella operación en bolsa, se sienta al otro lado de la taza, para tener la puerta en frente. Esa operación la estaba abriendo estas nuevas puertas. No es que no hubiera acertado muchas otras veces en sus operaciones, pero esta había sido sonada. Valía, e iba a hacerse valer.

Justo cuando acababa el café, cinco imponentes cincuentones entraron en la sala. Se sentaron frente a él, dejando claro que aún no estaba todo hecho y que había dos bandos que se iban a enfrentar en una negociación nada fácil. Uno de ellos iba a sentarse en el lugar ensayado a pesar del cambio de lugares; la taza de café no había resultado y el pobre hombre pareció desconcertado.

Dos horas después, hablaban de lo bien que lo iban a pasar en la fiesta que el presidente iba a dar en su yate. Los tenía comiendo de su mano, todo había ido según sus planes y las puertas a una nueva realidad se mantenían abiertas, ansiosas ahora de verle pasar a formar parte de la más importante empresa de inversiones del país.

Es más de la hora de comer y, como nuevo miembro de pleno derecho, le invitan a comer, para celebrar el feliz acontecimiento.

Los Mercedes salieron del garaje a toda marcha, como cuando se conduce con la sensación de poder hacer lo que a uno le venga en gana. Ese poderoso caballero, don dinero, a su servicio 24 horas, 365 días.

Al llegar ya vio que el restaurante de las celebraciones era mucho más de lo que imaginaba. Sabía cómo se las gastaban los ejecutivos, pero, ahora que estaba allí viviéndolo, le parecía mucho más de lo que había oído.

Se sentaron, y cada uno fue a pedir lo suyo:

Carnes: Faisán, Codorniz, Buey, Cordero
Pescados: Lubina, Merluza, Pez Espada

- ¿No hay nada que no haya tenido madre? - el hecho de crecer profesionalmente no iba a hacer que sus convicciones vegetarianas cayeran en saco roto. Llevaba muy honrosamente más de cuatro años siéndolo y no iba a parar ahora.

Las miradas del resto de comensales e cruzaron. Una y otra vez. Algo había dejado de marchar bien.

Dos se levantaron, abrieron su móvil e hicieron sendas llamadas. El resto murmuraba, nadie hablaba claro.

- Según la política de empresa, no podemos admitir estas actitudes. Estás despedido. Aunque trates de cambiar, siempre te perseguirá tu pasado y es algo que no podemos asumir.

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Despedido por vegetariano





¿Que qué tiene que ver la velocidad con el tocino? No lo sé, pregúntaselo...

P.D: ¿Qué más da con quien se acuesten si se supone que son célibes?

Dibujos Animados... ¿para niños?

Debido a esta noticia, calificada de insólita por yahoo!, me he parado unos segundos a reflexionar acerca del tema.

Los Simpson, serie que un abogado ruso pretende eliminar de la vida de su hijo, es una de mis series favoritas. Y no hablo de dibujos animados, hablo de serie, en general.

Si bien es cierto que se ha repetido hasta la saciedad, que no acaba de encontrar un mercado en este país y por eso no acaba de encontrar acomodo en otro horario que el infantil, cuando muchos niños lo ven sin entender la mitad de las gracias que tiene, simplemente porque son dibujos animados... Supongo que los padres que no saben disfrutarla, tampoco saben lo que hacen cuando dejan a sus hijos verla.

Y es que hace ya un tiempo que los dibujos animados dejaron de ser cosa de niños para convertirse en un género más, en el que la temática puede ir desde las dulces melodías de Mi pequeño Pony hasta las más morbosas escenas pornográficas del más duro hentai.

A pesar de todo, decía, muchos padres dejan a sus hijos frente a la tele mientras Barny y Homer se emborrachan y cogen el coche, o hablan acerca de cuestiones políticas fuera de su alcance (mítico el capítulo con George Bush padre como vecino de enfrente...) o ven a un ratón sacándole el cerebro por la nariz a un gato y dándoselo para comer mientras una sierra le parte por la mitad, cayendo la masa encefálica al suelo...

Esto, que a mí me resulta de lo más gracioso, puede serlo menos, incomprensible o incluso contraproducente para un niño, pero siempre inadecuado a mi modo de ver. Igual que no se deja a un crío ver programas para adultos (entendiendo como tales desde Redes de Punset hasta la fiesta navideña del Playboy), no creo que sea adecuado que vean dibujos animados que son para adultos.

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¿apto?


Claro que de ahí a pedir responsabilidades... pues no se... pero estoy de acuerdo en retirarlo de horario infantil, pero igual que muchos otros como A tu lerdo, Akí toma té...


Y todo esto lo digo con conocimiento de causa, porque, poniendo una vez más mis vergüenzas encima de la mesa, diré que aún recuerdo cuando, pensando que íbamos a ver en cuadrilla toda una peli de acción/suspense como En Nombre de Caín, acabamos viendo otra muy diferente...

Imagina a un grupo de aguerridos (pre)adolescentes, que, claro, ha dejado atrás hace mucho a Espinete y deseando mostrar al mundo su hombría viendo una de "miedo", se encuentra con que la película que se echa es...

La Bella y La Bestia

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Todo un reto.


Ya no recuerdo quién fue, pero alguien (pude ser yo, pero no me acuerdo) dijo algo como:
- ¡A que no vamos!
- Pues venga, vamos.

Y fuimos. Y nos gustó. Porque así debía ser.

Después no me dolieron prendas en ir a ver Aladín, un domingo, a las cinco de la tarde, un sol de justicia y un morlaco de... uy, perdón, que me desvarío... en realidad llovía, pero sí fue una tarde de domingo a las cinco de la tarde... y fui solo.

Al coger la entrada noté algo raro. Allí había mucha gente, pero nadie me quitaba la visión de nada, todo el mundo que pululaba por allí medía menos de un metro veinte. Creo que era el único de toda mi fila que medía más de metro y medio...

Y la vi. Y me gustó.

Ahora veo a menudo películas de dibujos animados, pero no como esos padres que las sufren por sus hijos, ni esos que se las dan de modernos porque les gustan las películas que les gustan a sus hijos. No. Las veo porque me gustan. Porque así ha sido siempre y lo sigue siendo. Los Increíbles, Hermano Oso, Shrek, Mulan, Anastasia... todo un elenco de diversión apta para todas las edades, aunque, ciertamente, a veces tienden a esconder valores típicamente americanos como que el bueno siempre gana, la familia es lo más de lo más...

Este fin de semana vi La Novia Cadáver. Tim Burton me gusta sólo cuando hace este tipo de cine (Pesadilla antes de Navidad, en la misma sospechosa línea, me gustó mucho). Bueno, admito que también me gustó Big Fish, pero odié Batman o la nueva versión del Planeta de los Simios.

En fin, que como experto reputado en dibujos animados, me creo en posición de admirar a los Simpson, pero saber que no son adecuados para niños.

De igual modo, creo que se debería tener más cuidado con lo que se les da a los niños, que no por ser un dibujo animado quiere decir que sea adecuado (en el sentido más amplio de la palabra) para su edad.


En fin, que creo también eso de que lleva su tiempo llegar a ser joven...

Fábrica de Mocos

Hoy es un mal día, por varios motivos.

El primero, y que más me afecta, es que, raramente, me he resfriado. He pasado el fin de semana convertido en una máquina de mocos, estornudando, sudando bajo las mantas, y viendo películas (algunas mejores que otras).

Es raro en mí que me resfríe. Creo sinceramente que se trata de una muestra de que definitivamente ya nada es lo que era y que el tiempo pasa. Me estoy haciendo viejo cada día y mi sistema inmunológico lo está pagando. Tampoco es que me quede para el arrastre con estas gripes/catarros/enfriamientos, pero el engorro de estar con el pañuelo como compañero de viaje durante varios días, así como esa tontera típica es importante.

Y lo peor es que acabas contaminando a todo el mundo alrededor, de manera que cuando te has curado, todo el resto del mundo se encuentra enfermo y sin ganas de nada. Supongo que es algo que no se pasa solo, aunque mejor pasarlo ahora y olvidarme de ello para el resto del otoño y el invierno.

Claro que lo peor es que no lo acabes de curar bien y te pases el virus de unos a otros varias veces. Te enfermas, contagias al resto, te medio curas, el resto esta enfermo, te lo vuelve a pasar, vuelves a enfermar, ellos se recuperan, les vuelves a contagiar... gran ruleta de la fortuna en la que siempre tienes premio.

El año que viene me vacunaré aunque no haya gripe aviaria... (ni de coña) por ahora, me pondré la pegatina de biohazzard, para que nadie se me arrime...

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No arrimarse...


El segundo motivo, y más emotivo, es que ha muerto el maestro que todos los de mi época quisimos tener... referente de algunos posts de este blog, ha muerto Pat Morita. ¿Quiéeeeen?

Ya, es que es uno de esos actores a los que la fama de uno de sus personajes les engulle y supera con creces.

Para desánimo de todos, el sábado, creo, murió el Sr. Miyagi.

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:,-(


Sí, querida generación, se acabó lo de dar cera y pulir cera... se acabó eso de da, da, da, da, da Daniel San...

Una verdadera pena.

Y hoy comienza mi última semana en este trabajo, con esta gente, con estas comidas y con este ordenador.

Todo quedará atrás para dar paso a una nueva era que comenzará el próximo lunes a las 9:00 horas.

Disfrutemos lo que nos queda de resfriado y última semana de trabajo, mientras nos queden...

Hommo Hommini Lupus?

Ayer, en la comida, salió a la palestra el clásico tema de cómo se tratan entre sí diez mujeres que se ven obligadas a convivir cierto número de horas. Fue unánime, para desánimo de la única mujer de la mesa, que la tendencia natural es sacarse los ojos las unas a las otras. Y todo al estilo femenino, según en cual, las cosas no se solucionan hablando... bueno, sí, pero hablando mal de otra a la espalda... y criticando, que es gerundio.

No digo que entre hombre no haya conflictos, ni que las mujeres sean lo peor del mundo (calla, calla), ni que las mujeres no hagan cosas igual de bien que nosotros; de hecho, hay muchas que hacen mejor, y no me refiero a cosas como planchar, barrer, etc... sino dirigir, educar, etc... aprovechando cualidades típicamente femeninas (o no).

Soy de los que piensa que no tiene por qué pasar que un hombre sea ambicioso y una mujer sea una trepa. Siempre prefiero hablar de personas que de géneros.

Pero es innegable que en todos los sitios y en todas las épocas, la rivalidad entre mujeres ha sido una realidad.

Recuerdo haber oído hablar de dos mujeres que se querían sinceramente y vivían en paz sin que la una dijese nunca mal de la otra, siendo jóvenes las dos: una era sorda, la otra era ciega.

A lo mejor es alguna de esas cosas que tenemos en metida a fuego en nuestros genes como humanos, pero en el mundo animal la rivalidad más grande se encuentra entre los machos que se pegan por la mejor hembra... toda hembra acabará teniendo un macho, pero no todo macho acabará teniendo una hembra. Esto en las personas parece que se da la vuelta.

Y no sé por qué.

El dicho que titula este post viene a significar que el hombre es un lobo para el hombre, algo así que entre personas tendemos a darnos la puñalada por la espalda, vaya.

Si bien es cierto que entre hombres ocurre, y más cruentamente (en mi opinión, no es un dogma de fe, ni mucho menos) entre mujeres, últimamente tenemos mucho más presente otro tipo de crueldad que se da en todo tipo de lugares: hombres contra mujeres (y viceversa, que también los hay).

Violencia doméstica, que hace más peligroso el hogar que la calle.

Las cosas en este asunto, lejos de mejorar, parece que cada día van a peor. Desde que se cuentan como tales en las estadísticas, las muertes a manos de parejas, ex-parejas o hijosdeputa varios siguen en aumento. Puede que en realidad no haya más, sino que se denuncian y se saben más. Aunque esto no es nada reconfortante tampoco.

Y en esto, como siempre, todo se pega menos la hermosura (nunca mejor dicho) y en todo el mundo se sacude a una mujer cada 18 segundos. El dato es escalofriante, pero no menos que una de cada seis es víctima de malos tratos (en el mundo) o que la violencia doméstica se lleva más mujeres que el cáncer (56 en España en lo que se lleva de año).

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Escena que se repite cada 18 segundos... echa la cuenta al día...


Tampoco voy a descubrir nada nuevo, pero sí quiero hacer hincapié aquí de que la solución a todo esto pasa por la educación. Si la generación de mis padres pudo convivir con ello obviándolo, creo que la mía lo desprecia (aunque siga ocurriendo) y la siguiente no lo comprende como algo normal (espero).

Educar en igualdad y alejados de la idea de posesión que parece implicar el amor para algunos es el mejor garante para la salud (y no sólo física) de las mujeres del futuro.

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Vamos que, por darle cierto sabor agridulce a esto, parece que los hombres con los hombres mal, las mujeres con las mujeres peor, y los hombres con la mujeres (o viceversa, que los sigue habiendo) ya es la repanocha.

Si alguien se va, dejándola ir, y vuelve a ti, será tuya para siempre; si no la dejas ir, nunca será tuya

Cumpleaños Feliz, hijodeputa

Creo que esta va a ser la tercera que vez que hablo, sin querer, de un ancianito la mar de salao, que vive en Chile y mañana cumple años.

Noventa años, que se dice pronto, dan validez al dicho de que mala hierba nunca muere, porque parece que el tío tiene aún mucho por lo que responder, y como un alma perdida en el purgatorio, vive sus últimos días (esperemos) entre achaques ficticios y reales y los juzgados.

El buen hombre, una vez más, es Augusto Pinochet, que de augusto sólo tiene el nombre.

Tras los jamacucos propios de quien pretende huir de la justicia y espera que la muerte le libre de la cárcel (en realidad no iría nunca) y de pasar a la Historia como lo que es/fue, ahora, al fin, se le va a procesar por motivos que pueden ser menos esquivos.

Ahora se encuentra en libertad bajo arresto domiciliario (¡pero detenido a fin de cuentas!), lo cual no es mucho arresto, dada la movilidad que tendrá; supongo que no se iría de juerga por ahí de todos modos.

Si las Operaciones Cóndor y Colombo, en las que el crimen tenía que ver con la desaparición de personas y brutalidades varias fueron estériles en condenas, ahora parece que hemos entrado en lo que a todo el mundo le jode que le toquen: los dineros.

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¡Que no nos toquen los... dineros!


Resulta que el honrado torturador siempre se ha vanagloriado de la poca corrupción que ha habido bajo su mando. Ahora se ha visto que, probablemente, si hubo poca corrupción fue en realidad porque él acaparó todos y cada uno de los chanchullos que se cometieron (en cualquier caso, seguro que hubo mucha corruptela, seguro).

El tipo tiene deudas con el fisco por valor de unos 2.4 millones de esos dolare$ que tanto bien le han hecho siempre.

Y ahora, por fin, por el vil metal, por el menos humano de los motivos, van a enjuiciarle.

La verdad es que es un poco triste que al final se le pille por las pelotas por un asunto de impuestos, es como cuando enchironaron a Al Capone por evasión de impuestos, cuando a sus espaldas tenía un carro de delitos a todas luces más graves.

Todo sea porque al menos no se deje morir a un despreciable personaje como un inocente dirigente cuando ha sido un cruel dictador.

Como debería ocurrir aquí, las heridas abiertas se curan oxigenándolas y pidiendo perdón, no dejándolas que se pudran debajo de una capa de olvido.

La pena, como digo, es que haya tenido que ser el puto dinero el que haya tenido que hacer justicia.

Aunque no deja de ser irónico... ¿cuántas veces se habrá librado usando ese mismo dinero que ahora le lleva al estrado? ¿Acabará la causa con una condena en firme?

Ojalá...

Ya nada es lo que era

Un comentario me recuerda que ya nada es lo que era...



Ya nada es lo que era,
nuevos paisajes, nuevas fronteras,
delimitando mis gestos, mis costumbres.

Otra lumbre iluminará mis versos,
otros muertos mis soledades,
otras felicidades mis fiestas,
otras dudas mis certezas.

Ya nada es lo que era.

Me tendré que acostumbrar
a esta fría soledad
como un viejo con días contados a su enfermedad.

Y nombrarte o esperarte en un café,
y padecer otro principio,
y volver a los sitios en que me has abandonado,
y ser asesinado
allí donde te amé.

Ya sólo me queda
la vacía pena
del viajero que regresa.
Estoy tan perdido,
soy el asesino
de tantas primaveras.

Ya nada es lo que era.

Ya nada es lo que era,
recorreré las aceras
buscando una luz que me recuerde a ti.

¿Quién me acompañará ahora a los Alphaville?
¿Quién hará cicatriz mis heridas?
¿Quién descubrirá mis mentiras?
¿Quién facilitará mi huida?

Y es que ya nada es lo que era.

Ya sólo me queda
la vacía pena
del viajero que regresa.
Estoy tan perdido,
soy el asesino
de tantas primaveras.

Ya nada es lo que era.
Ya nada es lo que era.

Estas cosas siempre les pasan a otros...

Mantengo viva una tradición (una de tantas en realidad) de hacer al menos una quedada semanal con un amiguete que aún conservo de la universidad.

Ya he hablado de él soterradamente en otras ocasiones, cuando también he hablado de estas quedadas.

Ayer hubo una.

La semana pasada cumplí con la norma que dice que cuando uno cambia de trabajo (y presumiblemente sufre un aumento de sus emolumentos y su cláusula de rescisión) se paga unas patatas fritas (mínimo). Acabé pagándome el kit completo: Krustyburguer con queso, patatas y nestea, todo regado con la mejor de las amistades.

Ayer, decía, también quedamos, y en un mail me dijo que esta vez iba a ser él quien se iba a pagar de nuevo el kit completo.

Como las cosas laborales le van bastante estables, me extrañó...

¡Le ha tocado un dúplex en una promoción de casas de protección local en Barakaldo!

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Con eso el kit esta más que justificado y, de hecho, a lo mejor le acaba pagando algo más, porque dentro de lo que le podía tocar, esto ha sido una alegría.

Dudando de si la envidia puede ser sana en algún caso, diré que tengo sana endivia para repartir, casi tanta como alegría de que le haya tocado y encima le haya tocado bien (a su gusto).

Pobre de mí, que nos hemos tenido que meter en vivienda libre (... de especular con ella). Supongo que es lo que tiene haber vivido en un sitio y trabajar en otro...

En cualquier caso, me alegro mucho por él, porque dentro de todas las personas que puedan haberse visto agraciadas, pocas habrá que se lo merezcan tanto.

Ahora ya puedo decir que conozco a dos personas a las que les ha tocado una casa de protección oficial... será que no compro boletos para que me toque a mí...

Conformémonos con lo que tenemos, no sea que se nos cumplan todos nuestros deseos.

Todo es números

Ayer vi el capítulo piloto de una serie que creo que me va a enganchar.

Ya dije que últimamente me estando llegando capítulos de series americanas vía email, entre otras, Perdidos (YA SÉ QUIÉN MUERE EN LA SEGUNDA TEMPORADA!!!) y otra de una fuga de una cárcel Prison Break (muy recomendable también).

Ambas las veo en americano (lo que hablan no es inglés, por dios), subtituladas gracias al buen hacer de personas anónimas que se dedican a traducirlas altruistamente, por el bien de quien sufre la programación nocturna en este país.

Ayer vi el piloto de otra.

Se llama Numb3rs (Números). Va de un agente del FBI que tiene un hermano matemático que le ayuda a resolver casos. Y no se trata de cualquier matemático, no, se trata de uno de esos genios de las ecuaciones al que le gusta aplicar la matemática a todo lo que le rodea. Tiene como mentor al famoso Bizcochito de Ally McBeal, que debe de ser la monda por allí. El agente está encarnado por el doctor Fleischmann, de Doctor en Alaska, otra surrealista serie mítica en la 2.

La cosa es que el inicio es muy típico, hasta que se atascan en la búsqueda de un asesino en serie y el hermano aplica una teoría matemática para encontrar agujeros negros en el espacio para trazar una zona de máxima probabilidad del lugar donde vive el tipo en cuestión.

Y consiguen atraparle.

Supongo que para un enfermo de las matemáticas aplicadas como yo la serie es terreno abonado para el éxito, pero creo que todos les puede resultar esclarecedor. Everything is numbers (Todo es números) - llega a decir el chaval... no sé si llega a tanto, pero si hace ver a la gente que las ecuaciones sirven para algo, la serie promueve otra visión de esta rama de la ciencia que no tiene premio Nóbel...

Pensando en ello, he recordado una vieja teoría que tuve en su día, cuando el mundo de los números complejos me era desconocido.

Se trata de la aplicación de la combinatoria a la música.

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Veamos qué hay debajo de la música...


Según lo veo yo, y traté de hacerle ver a un pseudomúsico que tocaba la guitarra para poder tocar mujeres, una canción es una sucesión de notas musicales. Las notas son siete (vaaale, hay semitonos y cosas de esas, pero no deja de ser un conjunto finito), de modo que pensando en que una canción dura entre 1 y 4 minutos más o menos, al final se trata de sucesiones de cierto número de notas de entre un conjunto finito de elementos.

Es decir, una canción es, visto así, algo como esto:

do-mi-fa-sol-mi-do-fa....fa-fa-mi-sol-la-si-la-do-re

Y esto para mi, define un conjunto (el de las canciones) que está formado por un conjunto de sucesiones finitas de elementos de un conjunto finito, por lo tanto, el conjunto de las canciones es finito.

¿Esto que significa?

Que las canciones se van a acabar. No por lo que dicen los ladrones de la $GA€ de que vamos a matarnos a paj... digooo... matar la música, sino que en algún momento dado (calcúlese), se habrán hecho todas las combinaciones posibles de sucesiones de notas, con lo que no quedarán más que hacer.

Echando un cálculo aproximado...

7 notas (porque yo lo digo y se acabó)
3 minutos de canción (también lo digo yo)
1 nota por segundo (¡qué pasa!)

salen 180 notas a elegir entre siete diferentes, esto es 7 elevado a la 180... que sale como:

1,311134371380482513227114805978e+152

es decir, más o menos, un uno y 152 ceros detrás...

100000000000000000000000000000000000000000000000000
000000000000000000000000000000000000000000000000000
000000000000000000000000000000000000000000000000000

y eso tirando por bajo...

Es decir, que en realidad aquel pseudoguitarrista tenía razón al decir que había muchas canciones como para acabarlas todas.

Aunque, eso sí, no todas las combinaciones de notas serán canciones (3 minutos de LA no es una canción) y muchas menos serán buenas. Tal vez por esto el hombre tocaba pocas mujeres.

De modo que, como dijo Galileo...

Y sin embargo... es finito


P.D: Felicidades a mí por ser este el post número 201.

Elsa y Fred II

Este fin de semana sí que vi Elsa & Fred.

Y no me equivoqué.

Tengo una tendencia natural a no ser demasiado dramático en el cine. La verdad es que pocas veces se me ha planteado la ocasión en la que tuviera que elegir ponerme el disfraz de Humphrey Bogart para hacerme el duro ante una escena. No sé, supongo que no he encontrado la película que me llegue a creérmela de tal manera que me meta dentro de ella tanto como para hacer míos los sentimientos que se ven en la pantalla.

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Kit básico de lloriqueo


Admito que el momento más cercano a una lágrima ante una película fue en una escena de Patch Adams, de Robin Williams. La peli va de un estudiante de medicina (y posterior magnífico doctor) que ve en el milagroso poder sanador de la risa la mejor herramienta para tratar (además de con las típicas, claro) a niños con serios problemas de salud.

La escena en cuestión, que no recuerdo exactamente, es cuando, creo, el tipo se va a ir porque le echan debido a sus poco ortodoxos métodos y todos los críos le despiden con una nariz roja puesta a modo de sentido homenaje.

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Cuando la nariz cambia de la lado es más duro de ver


Ver todas esas cabecitas rapadas, con esos camisones azules y esas narices rojas de payaso sobre el fondo blanco de sus caras... buf! Sé que es un clásico intento hollywoodiense de llegar hasta el tuétano del espectador, y probablemente todo fuera mentira, pero eso no quita para que sea enternecedor.

Con Elsa & Fred caí con todo el equipo.

Lo admito, soy un llorón frustrado. Desde la mitad de la película, para cuando te has reído tanto que es imposible que no te identifiques con alguno de los dos personajes (o los dos), en adelante, eché el moco en repetidas ocasiones, siempre acompañado de otros sonidos nasales que se oían a lo largo y ancho de la sala, que por suerte, no era muy grande.

Los típicos "pprrrrrrrrrrrrrrrrrr" sonaban a diestro y siniestro, lo cual, en esos momentos de debilidad sentimental, le hacen saber a uno que no está solo en su flaqueza.

Supongo que hubo momentos de alegría contenida que acaba rebosando por lo ojos, así como especialmente emotivos (apunta en la pizarra que faltan tomates) que nunca había visto retratados de tal manera que me sintiera dentro de la película.

Supongo que es la magia del cine, esa de la que tanto hablan y de la que, probablemente, Van Dame nunca sabrá.

En fin, que una gran película, doblemente recomendable, por su contenido y continente.

Toda una demostración de cómo una historia de sobra conocida (al final poco nuevo bajo el sol) puede contarse de un modo diferente, con personajes diferentes y desde perspectivas novedosas.

En fin, que vayáis a verla, provistos de un paquete de clínex aunque no los hayáis necesitado nunca (más vale prevenir), y de una pareja con mayor tendencia a la llorera para no sentirse solo o tener excusa a la primera lágrima.

Los chicos no lloran... ¡joder que no!

Uno que llega... II

Ayer mantuve la compostura ante la posibilidad de recular en la decisión tomada. Supongo que no quiero tener más dudas ante una situación en la que no quiero dudar en exceso.

No es que pretenda enterrar la cabeza en la tierra para no ver si he metido la pata, pero, una vez tomada la decisión, quiero mantenerla.

Apechuguemos con ella, para bien o para mal (esperemos que para bien...) y miremos hacia adelante con optimismo.

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Las cosas siempre pueden ir a peor, pero hay que ser optimista


Las cosas valorables parecen realmente mejores y, como le dije ayer a quien en breve dejará de ser mi jefe, el factor que más me ha hecho dudar ha sido la gente con la que he tenido la suerte de currar durante el último año.

Esto puede sonar a tópico, porque a veces se suele decir para quedar bien o para ocultar una realidad en la que no se quiere entrar. Otras veces se dice lo contrario porque es así, pero en mi caso reconozco que me he encontrado un grupo humano muy generoso.

En el anterior cambio me pasó lo mismo. Las personas con las que compartes la suerte y desgracia, amén de tiros a discreción, une. Y no sabía a dónde me iba a tocar ir. Algo más grande, un cliente más grande aún, ¿despersonalización? Por suerte, ninguna.

Cuando empiezas y todo te resulta desconcertante han tenido la paciencia de explicarme las cosas dos veces (no suelo necesitar más, aquí, modestamente); cuando después mi trabajo venía influido por el trabajo de otros, me han facilitado la integración de todo el conjunto, ayudándome en todo momento; cuando un error se convierte en un gremlin nos hemos reído de desesperación (un saludo para el único y genuino Referral Team y las famosas cerezas) y hemos buscado maneras de esquivarlo en equipo; cuando se está asentado ya y la desesperación ha sido de otros, creo que he ayudado también, siguiendo la tónica general; cuando me ha tocado ayunar, el vacile siempre ha sido mutuo y constructivo; cuando ahora llega la hora de la despedida y, por lo tanto, de montarla en una cena (esta vez prometo ir), me he sentido correspondido.

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Me da pena, pero supongo que hay que seguir adelante


Oficialmente todo esto no existe hasta el lunes que viene, día 21, cuando hará 30 años y un día que nos libramos de la condena que sufrió este país durante cuarenta años. No tiene nada que ver, pero como cae domingo, no portearé nada en directo. Tal vez el lunes...

En fin, que ahora toca esperar las típicas dos semanas (15 días que pensaba eran naturales), pero que igual se convierte en un poco más, debido a no sé qué cuestiones de días laborables... estoy un poco pez en derecho laboral, a lo mejor alguien sabe algo del tema, pero me da que voy a seguir aquí unas tres semanas más... en el peor de los casos el día 12 de diciembre será mi último día aquí.

Esa fecha puede ser un gran día si justo coincidiera con la entrega de las llaves de nuestra casa, ya sería la leche.

Y por lo del trabajo, bueno, como ya decía ayer, el tiempo lo dirá, y ustedes que lo vean.

:D

P.D: espero que la sensiblería de todo esto no me embargue en los sucesivos días/posts.

Uno que llega...

Si alguien lee esto y tiene la imperiosa necesidad de gritarlo al aire, plis, esperad a que se haga oficial, ok? Gracias...

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... y uno que se va.

Las postdatas de los últimos posts han seguido su camino hasta hacer que uno se plantee un cambio en su vida y, tras pensarlo con la almohada y comentarlo con la gente que tiene uno alrededor (y piensan por el bien de uno), me tiro a la piscina: cambio de trabajo.


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Supongo que estas cosas llegan así, sin avisar, y casi cuando ni te las planteas, pero si ocurren, es como lo típico que se dice del tren que pasa a tu lado y espera que tomes una decisión: ¿subes?

Normalmente me ha costado bastante enfrentarme a los cambios, creo que es el miedo innato a lo desconocido que tenemos por naturaleza en lo más profundo de nuestro cerebro. Pero como dijo Doc Brown cuando Marty McFly le preguntó:

- ¿Qué hay de lo que decías de jorobar los acontecimientos futuros, la continuidad espacio-tiempo?

- Pues, pensé... ¡qué demonios!

Y así me lo voy a tomar, porque todo pinta bastante bien y las mejoras en todos los sentidos parecen evidentes.

A pesar de todo, nunca sé si estoy tomando la decisión más acertada (como con la elección de la casa, la hipoteca, el color de los gallumbos, si la camisa pega con el pantalón...), pero creo que esa es una pregunta que sólo el tiempo se encargará de responder.

Además, quiero hacer mía esa idea de arrepiéntete de lo que has hecho, no de lo que has dejado de hacer. La pondré al lado de no decidir es decidir que no, que ya la tenía por aquí hace un tiempo.

Es obvio que al principio tendré que tantear las posibilidades de seguir actualizando este blog cada día como llevo haciendo desde hace como unos 200 posts, de modo que a lo peor dentro de dos o tres semanas tengo un parón forzoso y forzado por la situación.

Es lo que tiene no tener internet en casa... bueno, ni casa... por ahora...

Por otro lado, comentar que quien una vez se fue y se ganó un post por su incordio diario, ahora ha vuelto a donde estoy ahora (pero con otra empresa), de modo que lo que podría haberse convertido en un gran reencuentro digno de programas de Isabel Gemio y una visita menos al día, va a acabar siendo un lapso de tiempo interesante de relax (como que me voy a matar ahora a currar dos semanitas, ¡ja!) y un aumento de visitas de todos los que entran desde esta red actual...

En fin, que sea para bien... ya os lo iré contando... o no...

Viaje en el Tiempo

He comentado ya que disfrutamos de un nuevo canal generalista. CanalPus se ha convertido en Canal Cuatro y muchos aún están perdidos esperando las famosas rayas de la señal codificada, como si fuera imposible que a todos los usuarios del CanalPus normal (no DigitalPus) se les quite de un plumazo su canal de pago, así, sin más.

Pues bien, así ha sido. Hace mucho tiempo que pretendían trasladar a todos los usuarios del Pus al digital, probablemente con la vista puesta en este nuevo canal, para lo cual ha habido diferentes campañas de captación de clientes en plan "Digitalízate... y alta gratis" y cosas así.

Es el precio del progreso, supongo.

Pero no quiero entrar a valorar si esta práctica es correcta o no, o si el canal ha visto la luz gracias a prácticas poco claras, como dicen algunos.

No.

Lo que quiero comentar es que ser testigo del nacimiento de una cadena de televisión es una ocasión perfecta para retornar al pasado cual Marty McFly y ver todo aquello que veíamos de pequeños.

Esta semana yo me he quitado unos veinte años de encima, así, sin despeinarme ni nada, y he vuelto a la cruda rutina que me lleva de mi cama a mi mesa de trabajo.

Resulta que normalmente veo Telahínco por las mañanas. Reconozco que aún no me he recuperado del golpe que supuso el fichaje de Montserrat Domínguez y no la puedo ver en PanteraTres.

La cosa es que esta semana he ido tratando de superar mi tendencia a no poner el canal número 7 de mi sintonizador televisivo. Me ocurre que como nunca he sido cliente del CanalPus, cuando zapeo no me da por poner ese canal, porque sé que no lo puedo ver a las horas en las que lo puedo ver.

Así pues, en mi tendencia a abarcar todo el espacio disponible, incluyendo el espacio aéreo de las ondas hertzianas, me estoy obligando a recordar que hay otro canal disponible.

Una de estas mañanas, en lugar de ir como un autómata a ver qué me cuentan en el telediario matutino donde siempre, tuve un momento de lucidez entre las legañas y he puesto el nuevo canal.

Esperaba ver algún informativo tipo los que se ven a esas horas de la mañana, pero no. Cual ha sido mi sorpresa que me he encontrado un bonito soniquete que me ha devuelto a mi más tierna infancia.

Comando G, Comando G... tirurirurá

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¡Te cagas!


Hace años que no se ven dibujos animados a la hora del desayuno, práctica que yo llevaba a rajatabla cuando aún no te interesan las chicas (o los chicos (o ambos)). Ahora, supongo que por falta de medios que hagan de esa hora una franja en la que captar audiencia, en el nuevo canal tenemos dibujos animados de cuando Zapatero leía el LIB (Rajoy seguro que no lo leía).

Y esto es lo que me ha hecho reflexionar, porque, en general, el nuevo canal da un poco de asco. Toda la programación decente se deja para el prime time, y el resto del día parece que se rellena con lo primero que se encuentra en los archivos.

Pero esto no es nuevo. Cuando T5 y A3 comenzaron su andadura eran igual de cutres. Les ha costado bastantes años el ser cadenas con cierta reputación y audiencia, y supongo que a Canal Cuatro le pasará lo mismo.

En cualquier caso, si las cosas siguen por donde me imagino, no tardaremos en ver viejos capítulos de El Coche Fantástico, o peor, de Candy Candy.

Todo sea por volver a donde nos sería imposible de otra manera.

¿Para cuándo un Canal Recuerdo con todas esas antiguallas? Seguro que mucha juventuza se une a las hordas de Marco y Heidi, así como a Los Osos Goomy o La Bola de Cristal.

Nostalgia...


P.D: Las cosas que deben ir bien/mal para que este blog pueda ver cercano un nuevo período de inactividad siguen adelante... será un sacrificio en aras de una nueva oportunidad que se abre ante mí... si es que lo hace.

Si es tan sólo amor

Si últimamente me he dejado llevar por el sonoro romanticismo argentino, hoy quiero hacerme eco de una noticia que, por romántica, viene amplificada por el lugar del mundo en el que sucede.

Otras veces he destapado aquí mi interés hacia todo lo oriental, sobre todo lo referente a los mitos y leyendas que se remontan muchos años atrás, cuando por aquí vivíamos casi en taparrabos y por allí ya usaban el papel o la pólvora. Supongo que todo esto comenzó con la serie manga Bola de Dragón, que se emitió cuando yo era un tierno infante en la ETB1 y era de visión obligada por aquella época, cuando los capítulos se centraban en el humor y no tanto en la violencia. ¡Cuánto daño ha hecho esa serie en las mentes de tanto cuasitreintañero actual! Tengo un amiguete que dice haber visto el último capítulo, pero no sé si creerle... debe de ser un mito.

En fin, que esta vez, el toque romántico y, en realidad, coherente, se ha dado en Japón.

Cuando alguien piensa en Japón, creo que es inevitable pensar en tecnología, arte pop de los ochenta en el siglo XXI, cámaras de fotos y casas pequeñas. A mí me viene a la cabeza algo más. No, no se trata de Humor Amarillo, que también, sino de lo correctos en las formas que parecen por allí.

No sé hasta qué punto toda esa tradición milenaria se conjuga ahora con la modernidad de una sociedad ultramoderna, pero desde luego me dan una sensación de corrección digna de cualquier ceremonia solemne y seria.

Me da la sensación de ser una sociedad donde lo correcto va más allá de un deber, llegando a ser una forma de vida. Ver inclinarse a la gente para saludar, el respeto que se respira (aunque la procesión pueda ir por dentro), el autocontrol.

Parece una sociedad militar casi.

Y en una sociedad así, tan aparentemente poco dada al romanticismo propio de otras latitudes como la argentina, ha ocurrido un acto que bien podría haberse dado aquí.

Resulta que la princesa imperial, sí, sí, imperial, allí no hay reyes, hay emperadores, que queda mucho más aparente. Decía que la princesa imperial, con toda la pomposidad del nombre, ha preferido llevar una vida plebeya por amor. Se va a casar con un plebeyo, lo cual, según el uso de por allí, implica que ella va a dejar de ser princesa.

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Las niñas ya no quieren ser princesas...


En realidad el cambio no tiene porqué ser más allá de una cuestión sucesoria, porque lo que es la forma de vida, poco me parece a mí que va a cambiar... Más que nada porque junto con su nuevo estado de plebeya, a la buena mujer, Sayako, le van a caer una porrada de millones (1.3 de dólares) que ríete tú del imperio.

Así pues, con la vida económicamente resuelta, seguro que podrá disfrutar (o no) de su amor (y, más importante, su vida), sin las estrecheces que la vida en palacio parece ofrecer a sus inquilinas. No olvidemos que la princesa Masako (Unmoko), cuñada de Sayako por casarse con el hermano de esta, ha venido sufriendo lo indecible según dicen, por no darle a Japón un heredero varón...

De cualquier manera, prefiero ver esto como un gesto de romanticismo en las gélidas tierras japonesas, como un torrente de sentimientos que provoca una decisión supongo que difícil.

Y no deja de ser curioso que mientras los herederos varones siguen siéndolo (herederos, varones por supuesto) a pesar de casarse con plebeyas, la heredera mujer se convierte en plebeya al casarse con otro plebeyo.

Ojalá aquí se dieran estas cosas también, que los reales se conviertan en plebeyos... aunque sea porque se casen con la chica del Telediario.

Luna de Avellaneda

Este fin de semana he visto en el periódico que en los cines más alternativos de Vitoria estaba en cartelera, en toda su esplendorosa soledad, Elsa y Fred. En sesiones de 17:00, 20:00 y 22:30, creo, pero no fui.

Debo admitir que la ocasión era bastante buena, porque he podido mantener el misterio acerca de la película a quien será mi acompañante. Es que quiero que sea una sorpresa y no me apetece que vea el cartel, se haga una idea de la peli y acabe por no querer ir, cuando creo que merecerá la pena.

El viernes se me adjudicó una personalidad a la que le falta echarse p'alante, y ésta iba a ser una oportunidad para tratar de mejorar (si es que de eso se trata) esta faceta de la personalidad de uno.

Pero no fui.

El mal tiempo, la pereza y el hecho de haber tenido un buen sustituto a ese tratamiento se turnaron para hacer de la idea de verla algo posponible.

Y así ha quedado la cosa.

Espero poder verla la semana que viene, si aún aguanta en los cines. Y espero poder mantener la sorpresa de la trama.

Buena culpa, decía, de no haber ido a verla la tiene su sustituta. Y es que, en un alarde de consumismo, y en contra de lo que predica mi religión, pagué por ver una película. Eso sí, en DVD, que siempre tiene su gracia...

La película en cuestión es otra argentina, con actores argentinos, pero sobre todo, con Ricardo Darín.

Ya apunté que mi romance con las películas argentinas empezó con El hijo de la novia. Después siguió con Kamchatka, auténtico peliculón en el que confirmé mi predilección por Darín, y ha seguido con esta nueva pequeña perla de realidad llamada Luna de Avellaneda.

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Bonita, balsámica para el alma


No se trata de películas con tremendos efectos especiales, ni con impresionantes paisajes o vistas. Se trata, simplemente, de retazos de una historia posible en un país imposible.

Personas que tratan de sobrevivir en medio de la crisis argentina, mientras tratan de mantener vivo un club social y deportivo llamado como la película.

Al rededor, pequeñas historias revolotean unas en torno a otras, mostrando con la sensibilidad y ternura propias de este tipo de películas, las idas y venidas de personas (más que personajes). Un matrimonio en crisis tras veinte años de relación, un hijo que no ve futuro y se plantea emigrar a España en busca de una oportunidad, niñas que no tienen otra cosa que ser bailarinas en el club para huir de su propia vida, alcohólicos que reciben el empujón definitivo para dejar de beber...

No sé si será porque el acento argentino me fascina, o si será por su vocabulario cuando se enfadan, o si será por su visión de las cosas, pero me encantó esa película.

Supongo que es por eso que no me fui a ver Elsa y Fred, una buena combinación de relax, calor hogareño y un sustituto natural en forma de otra película que cumplió a la perfección su objetivo de reconciliarme con el mundo.

Supongo que fracasé en mi intento de hacer régimen de realidad... y he necesitado de un bálsamo en forma de película argentina para poder volver a mirar la realidad y no morir en el intento. Tal vez esto sea el inicio de una nueva tradición, de cobijarme en el acento y el tango cada vez que la realidad me supera o desborda.

Todo sea para que este blog siga adelante.

P.D: Y es que, si las cosas vienen bien/mal dadas (aún no sé cómo se tienen que dar), lo mismo me veo obligado a reducir la periodicidad de los posts a uno semanal... o menos... más información en próximos posts.

Elsa y Fred

En vista de que esta semana los posts me han quedado demasiado largos hasta para mi gusto, hoy voy a tratar de hacer uno cortito y totalmente nuevo.

Esto no lo he hecho nunca, pero me voy a tirar a la piscina y voy a recomendar algo que no conozco por experiencia propia.

No, no se trata de nada de índole sexual, se trata de una película.

Adoro las películas argentinas. Rezuman humanidad y esperanza a partes iguales y creo que en semanas como esta, en las que uno parece no encajar en el mundo, ayudan a reactivar la esperanza en la humanidad y que en las peores circunstancias las peores personas actúan de la mejor manera.

Creo que necesito una dosis de Ismael para acabar de revolcarme en mi color gris.

La película que recomiendo se llama Elsa y Fred y es argentina. Al menos ella, él es Manuel Alexandre, uno de los míticos de la escena española.

No la he visto.

Pero sí que vi El hijo de la novia (nada que ver con esos bodrios americanos con distintas generaciones compitiendo por ver quien es más lerdo) y si esta nueva solamente se acerca a un 50% de lo que lo que me gustó la primera, creo que es recomendable.

Es una historia de amor, claro, pero, dicen, hay mucho más detrás, mucho más delante, y mucho más por vivir.

A ver si nos gusta.

Para los ausentes

Normalmente entro en el google news para echar un rápido vistazo a la realidad del día y ver si alguna noticia buena o mala (que en realidad, dicen, son las mejores) llama mi atención y una bombilla se ilumina sobre mi cabeza, señal inequívoca de que el tema es un post potencial.

Hoy no lo quiero hacer.

Tras varios días de terribles noticias y sensaciones, hoy estoy peleado con el mundo y no quiero saber nada de lo que pueda ocurrir por ahí fuera. Hoy me quedo en mi burbuja personal, calentito, solo.

Y, como siempre que me encuentro solo, y recordando el post de hace unos días, miro hacia dentro y conmigo puedo conversar.

- ¿Y hoy de qué escribimos? - piensa el hemisferio izquierdo del cerebro.
- ¿Y a mí qué me dices? Yo estoy aún dormitando, soñando, viviendo aún el templado calor de la cama recién abandonada, cinco minutos más mamá - replica el derecho.
- Si es por este no llegaríamos nunca a la edición, las rotativas trabajarían directamente sobre el texto que sale directamente de nosotros, así, sin corrección ninguna ni nada. Ay, señor, señor.


Y es que así somos. Gemelos, dos personas viviendo en una misma identidad, dos características diferenciadas, imprescindibles, comunicadas, bien avenidas.

La cosa es que se pone uno a pensar y el otro a imaginar y de repente, así sin más, me viene una idea.

Izquierdo: ¿Y si no supiera qué escribir?
Derecho: ¿Y si no supiera escribir ni leer?

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Ser consciente de que una cosa tan aceptada, tan normal, tan de andar por casa como leer y escribir se toma como algo que por defecto todos hacemos (o al menos podemos hacer, si nos aburrimos de ver la tele) me ha servido como punto de partida para este post de hoy.

Para ser sincero, quería haber puesto algo gracioso, pero no estoy de humor.

Cuando era pequeño y había examen de lectura, me sonaba a raro:
-¿Examen? ¿de leer? ¡Pero si todos sabemos leer! - solía pensar.

Luego comprendí, que algo que para mí era como los tiros libres para Michael Jordan, en realidad no era algo que todos aprendiéramos a hacer de niños, que en realidad hay mucha gente que no tiene la oportunidad de aprender; o si aprendió, no tuvo la oportunidad de desarrollar esa actividad por cualquiera que fuera la causa.

Después lo olvidé. Y hoy recordé que lo había olvidado.

Me he puesto a buscar y resulta que en todo el mundo hay una quinta parte de la población que es analfabeta. Joder, buscando sinónimos que suenen menos peyorativos que analfabeto, sólo me sale iletrado, que casi es peor... De todas esas personas que no pueden disfrutar y/o sufrir mis posts diarios debido no sólo a la falta de conexión a internet, sino a su propia incapacidad de entender mi manera de comunicarme, el 64% son mujeres. Escribo esto y me suena fatal, como si le estuviera faltando al respeto a alguien. Tal vez mi hemisferio derecho se ha hecho con el control y he activado mi inteligencia(?) emocional para ponerme en su lugar y sentirme mal, como avergonzado de no saber leer. Nada más lejos de mi intención.

Esta situación es algo que me apena. Poniéndome en esa situación, creo que me sentiría increíblemente solo. Miraría los carteles y no sabría lo que quieren decirme, vería señales, avisos, panfletos, y sería como si no estuvieran allí. Sólo estaría yo, y los que me hablasen, todo lo demás desaparecería. Es una mala perspectiva de vida.

Por no mencionar que esta barrera de acceso a la cultura imposibilita en gran medida el desarrollo no ya laboral, sino el personal. Imaginar un mundo en el que para todas y cada una de las cosas que tuviera que hacer no pudiera aprovechar las experiencias de otras personas al enfrentarse a lo mismo, me aterra. No poder reír con un pdf de chistes (2Mb), o llorar con las noticias que acontecen en el mundo, o aprender de lo que otros han hecho, construir una identidad basada en la absorción del conocimiento que otros han dejado para nosotros me acojona.

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Creo que no podría vivir en una situación así. Claro que al menos no lo sabría y a lo mejor estaba más feliz... aunque probablemente no, si todo mi conocimiento viniera de la tele o la radio...

Recordando a mi abuela, la que me queda viva, siempre dice que el que no sabe es como el que no ve.

El que no sabe leer es casi el mayor de los ciegos.

Y eso me apena.


P.D: ni evitando la realidad me sale un post alegre... debo de estar pre-reglítico o algo.

La masacre escondida

Lamento tener que seguir hoy, un día más, con malas noticias o posts tristes.

Será que la humanidad está perdiendo el valor del conjunto, será que nunca hubo tantas cosas malas a la vez, será que nunca las vi juntas.

Me está empezando una nueva crisis de realidad, porque parece que nada bueno ocurre últimamente. Supongo que el no haber visto aún el canal Cuatro tiene su parte de culpa. Puede que la tele sea la solución a todos los problemas. La ignorancia es la felicidad, qué gran verdad.

Y es que hoy, una vez, más, toca Irak.

- ¡Qué pesao!
- Sí, pero este blog no lo hago yo, sino lo que me choca de la vida diaria

En el post acerca de la bomba de Hiroshima comenté que las guerras suelen ser excelentes laboratorios donde se pueden hacer experimentos que en otras condiciones serían tachados de inmorales, ilegales e incluso engordarían.

Si en aquel acto se estudió el efecto de las radiaciones sobre personas, así como sus efectos a corto, medio y largo plazo, o si el doctor Mengele hizo de las suyas con niños judíos, hoy la realidad nos trae otra historia de terror muy semejante a mi parecer.

Italia no me parece un país especialmente objetivo con la guerra de Irak. Supongo que cuando el presidente es el mayor mangante digooo, magnate, que controla televisiones, empresas, etc, hay demasiado poder acumulado por una sola persona. No es que eso tenga que ver con que todos los italianos estén de acuerdo con ello ni que no existan personas críticas con él, de igual modo que no todos los ciudadanos americanos votaron a Push.

Será por Berlusconi, será por las películas del Padrino, da igual, simplemente, no sé por qué, pero Italia no me parece el paradigma de la credibilidad.

Y de allí, precisamente, ha salido la nueva información acerca de las actuaciones americanas en Irak. ¿Cual?

EEUU utilizó armas químicas contra población civil en Irak

Ala, empezad a pensar qué es lo que os parece peor.

...

...

¿Ya? Yo al menos veo dos cuestiones totalmente rechazables.

Una. El uso de armas químicas es algo de lo que precisamente se acusaba a Saddam para justificar el ataque. Bueno, el uso interno contra los kurdos era algo que sólo importaba a los turcos (que históricamente se han llevado tan bien con los kurdos como para interesarse por la manera de exterminarlos), lo que en realidad se utilizó como excusa en la invasión fue que podría utilizar esas armas contra las buenas gentes del primer mundo. Así, sin más... ¡ah no! que se decía que tenía conexiones con Al-Qaeda, perdón...

Dos. Esas armas se usaron, como en Hiroshima, contra población civil. Víctimas colaterales dirán algunos; peroquehijosdeputa digo yo. Si ya el mero uso de armas de destrucción masiva por parte de un ejército es algo condenable, hacerlo contra población civil, esa a la que pretendían liberar del tirano, es ya el remate de los tomates. He aquí el laboratorio.

Echemos un poco de fósforo blanco, hagamos nevar sobre Faluya. Copos que extienden la guadaña de la muerte hasta 150 metros a la redonda.

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Nevó sobre Faluya, puede que por primera vez, puede que por última vez.

El Pentágono, que es algo más que una figura geométrica en el mundo de hoy, lo niega, claro, antes incluso de ver el reportaje de la RAI titulado como el post. Es igual, ¿para qué verlo? Aquí pasó algo parecido con la peli de Medem. Si te dicen que no va en tu favor, critica, niega, no hace falta que des pruebas, sólo niega, esconde, despotrica.

Total, esto sólo será noticia unas semanas, después podremos olvidarnos de ello viendo la NBA, o Torrente3, o si España gana a Eslovaquia y nos vamos al mundial.

P.D: Espero con impaciencia a que Telecinco compre y emita el reportaje aquí, más que nada para poder verlo y hablar con conocimiento de causa.

Educación Religiosa

En algunas otras ocasiones he debajo caer mi reticencia cuando un estamento como la iglesia (permitidme no ponerle la mayúscula) se mete en temas de política que nos afectan a todos.


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¿Tribunal con garantías?


Para mí pensar en que se apliquen postulados religiosos para defender que no se pongan máquinas expendedoras de preservativos en los institutos cuando el sexo en adolescentes es una cuestión a afrontar, o el no subvencionar actos de otras religiones con la discriminación que eso supone me parece totalmente fuera de lugar en una democracia moderna. Es como lapidar a una mujer por adúltera o permitir la violación de una hermana para subsanar una afrenta de un hombre a otro.

Es curioso cómo todos aquellos que ven el fanatismo en otros, no ven el suyo propio al promover, por ejemplo, escuelas privadas que tienen el derecho de no admitir a alumnos que sean hijos de la inmigración. Esto para mí es un terrible acto de racismo. Una semilla del odio que hace que crezca poco a poco el hartazgo de quienes en el futuro puedan cometer actos vandálicos como los que últimamente asola París (y demás) que comentaba ayer.
Claro que siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que no la viga en el propio.

Ahora la iglesia se quiere meter en el tema de la educación. - ¿Ahora? - pensaréis muchos. Cierto, desde siempre hemos sufrido una asignatura de religión en los colegios. Esto, que en los colegios privados no debiera ser motivo de discusión (lo privado es lo privado), sí lo es en la enseñanza pública.

El gobierno del PSOE ha dado marcha atrás a la reforma del anterior gobierno del PP, para tratar de poner su propio plan.

Tengo sentimientos encontrados, porque cada plan parece peor que el anterior, lo ponga quien lo ponga, pero desde luego, los que sufren (sufrimos) los cambios son (somos) los alumnos. En ese sentido defiendo a los alumnos, pero sé también, que no me chupo el dedo, que a alumno que no quiere aprender no hay maestro que le enseñe, así que creo que a mí me gustaría encontrar un plan en el que no se corten las libertades de aprender o no a los alumnos. Y no se trata de tontos y listos ni de aptitudes, sino de actitudes.

No conozco los detalles del nuevo plan, pero hay algo que se va a cambiar del que se pretendía poner desde el PP que creo que es un paso adelante: la selectividad.

No sé si lo he comentado, pero la selectividad es como las paperas. Lo pasas mal unas semanas cuando te toca, pero al final pasa y pasados unos años ni te acuerdas. ¡Ojalá todo lo malo que te puede pasar sea como la selectividad! El PP pretendía permitir exámenes particulares de cada universidad. Esto ya existe en universidades privadas como las del OPUS (qué casualidad), en las que se hacen exámenes y entrevistas personales y la selectividad parece importar poco.

Un rasero para todos evita, además, que haya criterios poco claros a la hora de admitir o no a un alumno por motivos poco éticos o legales (como confesarse seguidor de determinada religión).

La iglesia, no sé demasiado bien por qué, se opone a la nueva ley.

El 12N hay convocada una manifestación a la que el PP ha dado su apoyo, amén de otras agrupaciones tan poco carcas como el Foro de la Familia. ¿Dios los cría y ellos se juntan? Ya te digo...

Tampoco quiero entrar demasiado en las razones que llevan a unos y a otros a defender o atacar el nuevo plan de estudios, que ya digo que no me lo sé demasiado.

Lo que realmente quiero comentar es el hecho de que la iglesia se meta donde no debiera. Por supuesto que como estamento que rige los designios de la mayoría de las almas del país puede tener opinión, incluso voz en los medios, etc (ya tiene voz, y vaya voz...), pero lo que no me parece bien es que se ataque a un proyecto de ley de educación en base a criterios religiosos, de igual modo que tampoco me lo parecía cuando se aprobó la ley de matrimonio de personas del mismo sexo (parece que hay cierto tabú aún hoy con la palabra HOMOSEXUAL).

Manifestación en contra de cierta actividad del gobierno con la que no se está de acuerdo, ok, motivos religiosos para no estar en contra, no ok.

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Tribunal religioso haciendo de las suyas


Entre otras cosas, porque esa ley es para todos, no sólo para la mayoría, de modo que si yo soy musulmán, judío o idiota, no tengo porqué aguantar que a mi hijo se le enseñe en un colegio público (siempre hablamos del ámbito público) lo que para mí es una blasfemia. Claro que si sólo vamos a fijarnos en lo que le viene bien a la mayoría, no nos extrañemos luego cuando las minorías se rebelan.

De igual modo que no quiero que a mis posibles hijos se les enseñe radicalismos islámicos, tampoco quiero que crezca viviendo radicalismos católicos. Como el típico caso de escarnio de hijos de padres divorciados o de madres solteras (hace un tiempo, cierto, pero ha pasado y seguro que sigue pasando a nivel local).

Y lo que me parece más importante, excluir argumentos religiosos de las discusiones políticas es el mejor garante para la convivencia de las diferentes creencias que se agrupan en un estado aconfesional como en el que vivimos. Porque imponer desigualdades como la famosa casilla de la declaración del IRPF, también es discriminatorio e injusto.

... y las injusticias de hoy, son las guerras de mañana...

Arde París

Aunque el título sea el mismo que una canción de Ana Belén, esta vez no se trata de sana retórica ni de ingeniosa metáfora.

Ahora es literal. París lleva diez días, con sus días y sus noches, viendo su cielo iluminado por la luz y contaminado por el humo de coches, contenedores y guarderías ardiendo. Coches que arden por causa de una revuelta popular que se germinó en los suburbios más desfavorecidos de la capital francesa.

Supongo que para saber de qué va todo esto es inevitable que uno se fije en el color de la piel, como si los pitufos fuesen siempre los buenos o Gargamel siempre vista de negro. Resulta que, coincidencia o no, los perturbadores de la paz son 99.99% franceses hijos de inmigrantes. El otro es el ministro del Interior, que ríete tú de la época de don Mariano.

Resulta que, según he podido leer, el anterior gobierno socialista promovió varias iniciativas para tratar de mejorar la vida en esos suburbios pobres a través de actos públicos organizados por la policía local. Esto, que suena tan bonito, parece que no era del gusto del actual ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, que dijo que esas cosas no eran trabajo de la policía e instauró un nuevo sistema de tolerancia cero en esos barrios. Mano dura para ayudar a regenerar esas zonas, sí señor.

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Si parece el protagonista de una comedia de situacion americana!


Puede que no toda la culpa de que esos barrios se hayan convertido en lo que son no sea del todo del gobierno (actual y/o previo), puede que sí lo sea, no lo sé, no entro en ello, que alguien lo comente, pero lo que está claro es que una vez que el problema está ahí, de poco vale tirarse la culpa los unos a los otros. Mientras unos discuten apoltronados en sus asientos, miles de personas se ven abocadas a un estilo de vida que muy probablemente no elegirían en igualdad de oportunidades. Supongo que de todo habrá, como en todos los lados, pero desde luego una sociedad que se cierra en ghetos por el aislamiento al que se ve sometido (de uno y otro lado, probablemente) no es el mejor caldo de cultivo para que salgan de ella una generación de librepensadores demócratas con mucho que perder. Cuando no tienes nada, ni siquiera esperanza, es mucho más fácil echarse a la calle a pegar fuego a lo primero que pilles, apedrear a la policía, etc.

Cuando miles de personas se ven excluidas, apartadas, es muy fácil que unos pocos siembren la semilla del odio. Y en un escenario así, que el ministro del Interior empiece llamando chusma a miles de personas es como encender una cerilla en una gasolinera.

Según leí la semana pasada, todo comenzó cuando un par de jóvenes franceses hijos de inmigrantes escapaban de la policía. No sé cuál fue su delito, pero seguro que no merecieron el destino que sufrieron. Escapando, digo, se escondieron en un transformador y se electrocutaron.

A partir de aquí, supongo que mucho dolor, mucho odio, poca sensibilidad y poca mano izquierda.

Chicos echándose a la calle para protestar por lo que, supongo, son sus derechos como ciudadanos, y el gobierno que ve cómo se le escapa de las manos un asunto que se ha extendido a otras ciudades francesas.

Me parece un gran problema, donde nadie parece querer sentarse a una mesa de negociación ni a dialogar. Más que una protesta (que lo será), parece un acto de hartazgo, de basta ya. No sé si se podrán organizar las cosas de tal manera que se establezcan interlocutores de ambas partes. Dicen que los ataques son organizados, también que actúan como guerrillas evitando el enfrentamiento directo, incluso que los extremistas islámicos tienen su mano por ahí metida. No lo sé, pero si son grupos de personas que han visto su oportunidad de desfogarse y protestar en contra del ministro y no están organizados, no sé quién se va a poner como interlocutor suyo...

Por aquí ya se dice eso de las barbas del vecino para justificar una política de inmigración más dura, como advirtiendo de a dónde se puede llegar. Yo aplicaría el mismo refrán para algo diferente: más dura, no, mejor.

Supongo que hay mucho racismo soterrado en una sociedad como la francesa, donde casi no hay blancos en su selección de fútbol (y muchos jugadores son de ascendencia extranjera, como Zidane, Trezeguet o Makelele).

O puede que este sea el inicio de una nueva revolución, la de los pobres, que otra vez empieza en Francia.

O puede que acabemos con el ejército en las calles, haciendo frente a aquellos a los que juran proteger.

P.D: Añadir que hoy se verá por primera vez a Leonor en manos de su mamá, y al canal Cuatro, heredero de Canal+... sólo para que conste, como en los juicios.

Camina siempre adelante

Ayer me ocurrió algo que no me había pasado nunca. No quiero entrar en demasiados detalles, pero, no sé por qué, me ha venido de la memoria, una vieja canción. Una de esas enjauladas en una vieja cinta (no sé si alguna vez fue nueva) de plástico y que veía la libertad en cada viaje largo que se hacía cuando era pequeño.

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Caminante, no hay camino...


Cuando le dije a mi padre
que me iba a echar a volar,
que ya tenía mis alas
y abandonaba el hogar

Se puso serio y me dijo:
A mí me ha pasado igual,
también me fui de casa
cuando tenía tu edad

Camina siempre adelante
y ve marcando tu senda,
cuanto mejor trigo siembres
mejor será la molienda

No has de confiar en la piedra
con la que te puedas topar,
apártala del camino
por los que vienen detrás

Cuando te falte un amigo
o un perro con quien hablar,
mira hacia dentro y contigo
has de poder conversar



Por suerte, cuando se tropieza con una piedra, siempre tengo un perro con quien hablar, aunque sea ineviable conversar conmigo mismo y la piedra puede que en el fondo no sea tan grande como pudiera parecerme.

¡Oh sorpresa, fue Princesa!

Hoy les robo el título al rap de No somos nadie, que he escuchado casi de milagro, ensimismado que estaba yo en las opiniones que desde Herrera en la Onda acerca del debate de ayer.

Supongo que todo el mundo (qué fácil es decirlo, qué difícil que se cumpla) sabe que ayer hubo un pedazo de debate de 11 horas en torno a la tramitación de la reforma del estatuto catalán en el congreso. Debate totalmente estéril. No sé para qué se pierde el tiempo en este tipo de eventos de larga duración, donde se pasan las horas sin que en realidad eso sirva para que los partidos reflexionen sobre lo que se dice o les haga pensar en sus propias ideas. Un debate es interesante y se saca partido de él si se aprende algo de él. No quiero decir que haya que plegarse a las opiniones del otro, porque reafirmarse en las propias convicciones es algo positivo, pero es que ni para eso vale, creo yo. Todos los partidos van al debate con la idea clara de lo que van a votar. Hablan. Y siguen hablando con turnos de réplica y contrarréplica durante once horas, y a la hora de votar, todo sigue igual.

Se tiran los argumentos como arma arrojadiza, algunos las esquivan, otros se los comen, otros simplemente pasan de todo y siguen a lo suyo (ponga usted nombre a cada categoría).

Pero todo sigue igual.

El PP sigue en sus trece de ir en contra de todos los demás, o todos los demás siguen en contra del PP. El PSOE trata de mantener el equilibrio entre lo que verdaderamente quiere y lo que verdaderamente puede. Los nacionalistas, en general, siguen apoyando a unos u otros en función de las necesidades y la coyuntura. E IU sigue desaparecido...

En fin...

Para los más profanos, les diré que en el parlamento catalán se aprobó un cambio por amplia mayoría, que ahora se pretende enmendar (en el sentido más técnico de la palabra) y aprobar en el español. La cuestión mayor es que unos ven un cambio en el estatuto y otros en la constitución, y la manera de enfrentar ambos cambios es radicalmente diferente.

Yo, desde mi perspectiva de vive y deja vivir, no comprendo tanto problema. Si el parlamento catalán lo quiere así, en representación de tan amplia mayoría, pues déjenles en paz. Muchos dicen que es malo para Cataluña. Si así fuera, ¿a ti qué te importa? Lo han decidido la amplia mayoría de los catalanes, ¿sabes tú más que ellos lo que les conviene? Hay quien habla de ruptura del estado. Yo sólo veo un cambio en la manera de convivir. No creo que nadie en Cataluña quiera romper con España o Europa, simplemente, estar de otra manera. De todos modos, si así fuera, tampoco vería problema si así se decide por la mayoría. ¿Qué mayoría? En mi opinión, primero en Cataluña y luego en España.

Eso requeriría un cambio en la constitución, esa que repudiaron tanto en Alianza Popular (hijos de la dictadura y padres del actual PP) en el 79 y que ahora enarbolan como si siempre hubiera sido suya. La cuestión es que cambiar la constitución NO es anticonstitucional. Decir que algo es inconstitucional como si fuese el peor de los delitos es un argumento tan frágil como cambiar la constitución para que no lo sea. No es fácil, porque requiere de dos mayorías con elecciones de por medio y elecciones finales, pero el mecanismo está ahí.

Supongo que los conservadores se agarran a lo que pueden para no progresar. Si antes el progreso era la constitución, se oponían, si ahora el progreso va por otro lado, se agarran a lo que antes se oponían. Parece que se oponen por sistema y se quedan con lo menos malo en cada momento.

Lo más gracioso, de todos modos, viene del hecho de que el príncipe de Asturias y la asturiana más famosa han tenido una niña a la que han llamado Leonor. El nombre me parece horroroso (aunque no tanto como Victoria Federica o FelipeJuanFroilánDeTodosLosSantos). Pero más me lo parece la facilidad con la que se habla de lo que va a ser su vida. Ya se habla de que irá al ejército para cuando sea reina y blah, blah, blah.

El problema es que, según esa constitución perfecta en la que creen todos y cada uno de los que se oponen a modificarla para unos casos, no asegura el reinado del primogénito si se trata de una mujer. Es decir, que como se le ocurra a la parejita tener un hijo, Leonor se va a quedar con un palmo de narices, al igual que se quedarán sus tías cuando JuanCar palme o abdique y Felipe se convierta en rey.

- ¿Y eso no es discriminación por sexo? - se preguntan muchos.
- Sí - responden unos. Los que piensan que no, que así debe ser, callan, por ahora.

Casi todo el mundo entiende que efectivamente es una discriminación, lo que hace que la constitución esté mal. No se entiende en estos días una cuestión así.

El debate está servido. ¿Hay que cambiar la constitución para esto? Como digo, por ahora sólo se oyen voces a favor, pero veremos.

El actual gobierno socialista quiere hacer coincidir el cambio con las próximas elecciones, lo cual da un plazo de un par de años en los que no puede nacer un hijo que líe las cosas. ¿Cómo? Si nace el niño, éste será rey por encima de su hermana mayor (como ocurrirá con Felipe) si no se cambia nada. Pero si se hace, como el niño ya ha nacido, para que el cambio le afecte tendría que tener carácter retroactivo; y en este caso, afectaría a la actual sucesión, dejando a Felipe sin trono en favor de la isleña (sí, hombre, la "de formentera"). ¿Y qué hacemos? ¿Metemos los nombres de toda la familia real en una batidora a ver a quién lo toca ser rey? ¿Metemos a toda la familia real en esa batidora y, puestos a cambiar la constitución, instauramos la república para evitar más líos?

Es curioso cómo el debate se centra en si el cambio debe afectar a la reinabilidad de una niña redondita en tanto en cuanto puede nacer un niño que se la quite y no tanto en el hecho discriminatorio de que una familia cope un cargo como la jefatura del estado porque sí, porque yo lo valgo... Si yo no puedo acceder a ese cargo porque no he nacido en esa familia, ¿no es igualmente discriminatorio? ¿racista incluso?

Esto lo apuntaba muy bien Javi, republicano de pro, en su blog.

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Leonor, ya ves tú, el nombre ya estaba cogido...


En fin, que veremos en qué queda todo esto de las modificaciones, que seguro que algunos dicen que sí a ambas, otros que sí a una y no a la otra, otros que no a una y sí a la otra, y otros que no a ninguna de las dos.

P.D: Joseba, no te quejarás, PEDAZO DE BRASA!

Orgasmo en la Red

Como lo prometido es deuda, y no hay que dejar cuentas pendientes con el pasado para no acabar los días en el purgatorio o como fantasma con cadenas, hoy toca un post con este título.

Tengo que admitir que el hecho de tener un título autoimpuesto no es la primera vez que ocurre, pero eso no quita para que no sepa demasiado bien qué voy a poner. Los más avispados estaréis notando que estoy divagando, hablando sin decir nada para alargar el verdadero propósito del post de hoy.

Y es que en realidad sí sé de qué quiero hablar, pero no quiero darle a Javi el gustazo de tener un post cortito ;)

Durante todo el mes de septiembre noté una subida notable de las temperaturas y de las visitas a este humilde blog. Si el objetivo es tener el mayor número de opiniones divergentes en un entorno nada hostil, aumentar el número de visitas es un paso previo para tener el mayor número de opinantes potenciales. Parece que he hecho bien los deberes, porque si en septiembre las cosas mejoraron hasta casi los mejores niveles conocidos, octubre ha sido un pedazo de mes donde las marcas se han batido hasta lo insospechado.

Para mí esto es un subidón, una bomba de alegría, un orgasmo en la red, pero sin eyaculación ni nada, muy al estilo del éxtasis que vivía Santa Teresa de Jesús, verdaderos orgasmos virtuales gracias a la gracia divina y al poder de la mente.

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¡¡¡Subidón, subidón, subidón!!!


Gracias a todos por pasaros, por leerme más de una vez incluso, y por volveros a pasar. Gracias también por comentarme (poco, atajo de rácanos), aunque a veces no comprenda la verdadera intención debajo del comentario.