Viaje en el Tiempo

He comentado ya que disfrutamos de un nuevo canal generalista. CanalPus se ha convertido en Canal Cuatro y muchos aún están perdidos esperando las famosas rayas de la señal codificada, como si fuera imposible que a todos los usuarios del CanalPus normal (no DigitalPus) se les quite de un plumazo su canal de pago, así, sin más.

Pues bien, así ha sido. Hace mucho tiempo que pretendían trasladar a todos los usuarios del Pus al digital, probablemente con la vista puesta en este nuevo canal, para lo cual ha habido diferentes campañas de captación de clientes en plan "Digitalízate... y alta gratis" y cosas así.

Es el precio del progreso, supongo.

Pero no quiero entrar a valorar si esta práctica es correcta o no, o si el canal ha visto la luz gracias a prácticas poco claras, como dicen algunos.

No.

Lo que quiero comentar es que ser testigo del nacimiento de una cadena de televisión es una ocasión perfecta para retornar al pasado cual Marty McFly y ver todo aquello que veíamos de pequeños.

Esta semana yo me he quitado unos veinte años de encima, así, sin despeinarme ni nada, y he vuelto a la cruda rutina que me lleva de mi cama a mi mesa de trabajo.

Resulta que normalmente veo Telahínco por las mañanas. Reconozco que aún no me he recuperado del golpe que supuso el fichaje de Montserrat Domínguez y no la puedo ver en PanteraTres.

La cosa es que esta semana he ido tratando de superar mi tendencia a no poner el canal número 7 de mi sintonizador televisivo. Me ocurre que como nunca he sido cliente del CanalPus, cuando zapeo no me da por poner ese canal, porque sé que no lo puedo ver a las horas en las que lo puedo ver.

Así pues, en mi tendencia a abarcar todo el espacio disponible, incluyendo el espacio aéreo de las ondas hertzianas, me estoy obligando a recordar que hay otro canal disponible.

Una de estas mañanas, en lugar de ir como un autómata a ver qué me cuentan en el telediario matutino donde siempre, tuve un momento de lucidez entre las legañas y he puesto el nuevo canal.

Esperaba ver algún informativo tipo los que se ven a esas horas de la mañana, pero no. Cual ha sido mi sorpresa que me he encontrado un bonito soniquete que me ha devuelto a mi más tierna infancia.

Comando G, Comando G... tirurirurá

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¡Te cagas!


Hace años que no se ven dibujos animados a la hora del desayuno, práctica que yo llevaba a rajatabla cuando aún no te interesan las chicas (o los chicos (o ambos)). Ahora, supongo que por falta de medios que hagan de esa hora una franja en la que captar audiencia, en el nuevo canal tenemos dibujos animados de cuando Zapatero leía el LIB (Rajoy seguro que no lo leía).

Y esto es lo que me ha hecho reflexionar, porque, en general, el nuevo canal da un poco de asco. Toda la programación decente se deja para el prime time, y el resto del día parece que se rellena con lo primero que se encuentra en los archivos.

Pero esto no es nuevo. Cuando T5 y A3 comenzaron su andadura eran igual de cutres. Les ha costado bastantes años el ser cadenas con cierta reputación y audiencia, y supongo que a Canal Cuatro le pasará lo mismo.

En cualquier caso, si las cosas siguen por donde me imagino, no tardaremos en ver viejos capítulos de El Coche Fantástico, o peor, de Candy Candy.

Todo sea por volver a donde nos sería imposible de otra manera.

¿Para cuándo un Canal Recuerdo con todas esas antiguallas? Seguro que mucha juventuza se une a las hordas de Marco y Heidi, así como a Los Osos Goomy o La Bola de Cristal.

Nostalgia...


P.D: Las cosas que deben ir bien/mal para que este blog pueda ver cercano un nuevo período de inactividad siguen adelante... será un sacrificio en aras de una nueva oportunidad que se abre ante mí... si es que lo hace.

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