Things that make the world better

There are things that don't usually happen and make this usually awful world a much better place to live in.

Once upon a time, there was a man. This lucky man was such a lucky man that he could tell that he was loved by the woman he loved. This beautiful story ended up in marriage, wich was not a usual wedding, where the guests were told to disguise themselves with red round noses and quite freaky glasses.

After that wedding, a "honeymoon". A couple of flights around eastern Europe to finish off at a paradise on Earth.

Mauritius Island, home of the extinguished bird the Dodo and a sacred lake for "hindus".

Being so far away from home, at a hotel where they were treated as rich people by everybody, and they were not very used to it, it made them buy all the excursions around the island in the hotel.

A couple of minutes after having done it, they started to regret it.

At the beach, trying to get rid of all those spaniards who were happy to be treated as the VIPs they knew they were not, the man in our story was sitting looking at the sunset.

A mauritian guy started to talk to him, he was especially happy to speak with a real mauritian and not a waiter who would give him anything he wanted or believed anything he said.

They talked about how life was on that fantastic island, the problems mauritians had to face to make their bussiness grow (the native guy had a brother), and how the honeymoooner believed that his honeymoon would be his only chance to be in such a wonderful place. Maybe that's why he and his recent wife didn't want to waste any of their time on this island as they wanted to get to know the real Mauritius.

Maybe, that's why they enjoyed the time at the market in Port Louis, where buying anything takes up to half an hour and there is no chance of paying the first price given. Okay, you may get the same price in a shop, but you don't get in touch with the real people, only with well trained salesmen and women.

Maybe, that's why that waiter they asked about Pamplemousses the day before going to it, saw that this couple was not like the others.

That waiter, called Nitin, talked to them about the real island behind the scenes of the american hotel, and about the different meals around the tables at the restaurants.

Also, he gave them some steam-cooked vegetables that the wife had been looking for, for the last few days.

After a couple of days, they asked him where he would be working just to have the chance to talk with him for a while. They told him about their day and the plans for the next one, and he suggested places to visit and warned them about people to be careful with.

This friendship arose naturally, but honeymoons run out of days very fast, and the last day, they tried to say goodbye.

For some minutes before taking the bus to the airport, the couple and their new friend could share the last words, emails, postal address, and promises of trying to keep in contact if possible.

Back in Spain, the couple realised that it would be difficult to ensure a letter sent so far away could get to its destination, but those days and Nitin stayed in their minds forever. Especially when talking about the honeymoon with friends, when looking at the photographs they took, and when crossing eyes with the toy he bought them as a present.

Now, three years and many kilemeters after that honeymoon, Nitin sent an email to my email address I gave him. Not directly from his email, but a friend's one, I suppose, who we appreciate for giving him the chance to make contact.

Now, I have found her on facebook and I have sent a message to whom I think is Nitin.

Now, Nitin is traveling to Barcelone, to start his new job on a boat, which will take him on a cruise to the Bahamas for eight months.

Now, I feel this world is a better place to live in, just because of the emotions we are feeling knowing about him, and the oportunity to keep in touch with him again, and maybe talk about life here in Spain.

Of course, we will share all of our knowledge about this our side of the world with him, just like he once did for us.

Welcome back to our lives, Nitin. I hope we can meet again soon, maybe, in Saragossa :-)

Cosas que hacen del mundo un lugar mejor

Hay cosas que no pasan a menudo y que hace de este cutre mundo un mejor lugar para vivir.

Érase una vez, había un hombre. Este afortunado hombre era tan afortunado que podía decir que era amado por la mujer a la que amaba. Esta bonita historia terminó en boda, una boda no demasiado usual, en la que los invitados fueron invitados a disfrazarse a sí mismos con rojas narices redondas y gafas de Bartolo.

Después de la boda, la luna de miel. Un par de vuelos alredor del este de Europa y para finalizar, el paraíso en la tierra.

Las Islas Mauricio, cuna del extinguido pájaro Dodo y un lago sagrado para los indúes.

Estando tan lejos de casa, en un hotel donde eran tratados como ricachones por todo el mundo, y no estando acostumbrados a ello, les llevó a contratar todo tipo de excursiones en el hotel. Un par de minutos después, ya se estaban arrepintiendo.

En la playa, tratando de liberarse de esa tropa de españoles encantados de ser tratados como unos VIPs que sabían que no eran, el hombre de nuestra historia se sentó a mirar la puesta de sol.

Un tipo mauriciano empezó a hablar con él, lo cual le hizo especialmente feliz de hablar con un mauriciano real y no camareros que le darían la razón ante cualquier cosa que pudiera decir.

Hablaron de la vida en aquella fantástica isla, de los problemas que tuvieron (el chaval resultó tener un hermano que se unió a la conversación) que superar para llevar adelante su negocio de paseos en lancha, y de cómo el hombre pensaba que esa luna de miel sería su única oportunidad de estar en un sitio como aquella maravillosa isla. Tal vez por eso él y su reciente mujer querían exprimir el tiempo al máximo en la isla y acercarse al Mauricio más real.

Tal vez por eso disfrutaron tanto del rastro de Port Luis, donde comprar cualquier cosa te lleva media hora y no hay opción de pagar el primer precio dado. Vale, puede que consigas el mismo precio en las tiendas (probablemente pagues algo menos), pero no te encuentras con la gente de verdad, sólo con vendedores bien entrenados.

Tal vez por eso aquel camarero que les habló les habló de Pamplemousses la víspera de su visita vio que aquella pareja buscaba cosas diferente al resto.

Aquel camarero, llamado Nitin, les habló mucho acerca de la vida diaria en la isla (donde el agua que pagan a 3 euros la botella se podía comprar por 17 céntimos en las tiendas) detrás de la trastienda del hotel americano en el que estaban, y también aceca de las diferentes comidas que adornaban las mesas en los restaurantes del hotel.

Además, el chico se las arregló para traernos algo de verduras cocidas, que la mujer llevaba buscando durante los días previos.

Tras un par de días, le preguntaban en cual de los comedores estaría trabajando sólo para poder tener la oportunidad de tener un par de minutos de charla. Le hablaban de su día y de los planes para el siguiente, y él les sugería lugares que visitar o gente a la que evitar.

La amistad surgió de manera natural, pero las lunes de miel se quedan sin días demasiado rápido y, el último día, intentaron despedirse. Pudieron, durante los minutos de espera al autobús que los llevaría al aeropuerto, compartir las últimas palabras, direcciones de correo (electrónico y real) y promersas de intentar mantener el contacto en el futuro si fuera posible.

De vuelta a la cruda realidad, encontraron que era bastante complicado asegurarse de que una carta enviada a tan lejano lugar llegase en condiciones, pero aquellos días con Nitin quedaron en sus recuerdos para siempre. Especialmente, cuando contaban su luna de miel a sus amigos, al mirar las fotos que tomaron, y al cruzarse la mirada con la muñeca que les compró como regalo.



Ahora, tres años y muchos kilómetros después de aquella luna de miel, Nitin me envió un correo a la dirección que le di. No directamente desde su email, sino a través de, supongo, una amiga a la que le agradecemos la posibilidad de habernos contactado.

Ahora, he encontrado a esa amiga en Facebook y le he enviado un mensaje para quien creo que es Nitin en esta red social.

Ahora, Nitin está en Barcelona, a donde ha viajado para su nuevo trabajo, en un crucero que le llevará durante 8 meses a las Bahamas.

Ahora, siento que este mundo es un mejor sitio en el que vivir, sólo por la emoción que hemos sentido de saber de él y de que quisiera contactar con nosotros. De la oportunidad de, tal vez, hablar de nuevo acerca de la vida, esta vez, de España.

Por supuesto, compartiremos nuestros conocimientos de este lado del mundo, tal cual él hizo por nosotros.

Bienvenido de nuevo a nuestras vidas, Nitin. Espero que podamos encontrarnos pronto, tal vez, en Zaragoza? :-)

6 meses

Dicen que cualquier cosa que te pase en la vida, buena o mala, tiene un impacto en tu felicidad que no va más allá de los seis meses. Lo he pensado muchas veces, y supongo que es porque es inherente al ser humano ser inconformista. Es una ventaja evolutiva buscar el próximo paso, el siguiente límite, la siguiente frontera.

Creo que es lo que ha hecho de nuestra especie la única que imagina un dios a su imagen y semejanza. Bueno, y los programas de teletienda... y el programa de respuestas de Belén Esteban(coestaocupadoporunpadre yunhijoelpadresellamajuanyelpadreyatelohedicho)...

Será por esto que también sabemos que tras cualquier tormenta siempre llega una calma, o que por mucho que las cosas se pongan feas, tenemos la esperanza de que mejoren.

Imagino que si ocurre que algo te afecta durante más de seis meses, o revientas o explotas, ya sea de ira o de la alegría contenida...

... salvo esa pequeñaja que nos llena cada día, desde hace seis meses, de cosas que nos reconcilian con el mundo.

Es como tener una fábrica de sonrisas y relatividad de problemas por el módico precio unos pañales y horas de sueño (sobre todo si casi las paga todas las madre, pobrecita mía :-S).

:-)