Chutar al gato

El viernes fue un duro día de incertidumbre que se resolvió de casi la peor manera posible.

Kay, definitivamente, no tiene problemas en el diafragma, que parece que está bien y en su sitio, sino que tiene una masa, lo que viene siendo un tumor, entre el corazón y los pulmones que es el origen del encharcamiento de sus pulmones. Podríamos haber seguido haciendo pruebas, una biopsia o una extracción de una muestra del líquido, pero poco se puede avanzar hacia un diagnóstico curable. Que el tumor sea del mandril o del barsa nos da lo mismo, sigue siendo un tumor...

Las inyecciones de cortisona que le ayudan a evacuar ese líquido y a respirar mejor, hicieron del viaje a una clínica amiga en Bilbao el viernes por la tarde la mar de intranquilo. Kay maullaba a cada paso del cuentakilómetros, en un intento de hacer llamar mi atención hacia su disgusto.

Allí, un gran veterinario le hizo la ecografía definitiva que nos llevó a saber que Kay no tiene cura: acabará sus días debido a un tumor en una zona que lo convierte en prácticamente inoperable.

Este tumor, de origen probablemente embrionario, no tiene, al no seguir con las pruebas, nombre ni apellido, pero de él depende el tiempo de vida que le quede a Kay y el tiempo que nos quede a nosotros de disfrutar de él. Por ahora, hemos decidido que, a falta de componente psicológico que le haga sufrir, no tiene sufrimiento físico, de modo que vamos a aguantar con él a base de inyecciones diarias de cortisona. Chutar al gato, vaya, como reza el título del post.

No sé cuánto nos saldrá la broma, probablemente lo suficiente como para que alguien piense que hubiera sido mejor darle matarile y librar a otro de una muerte segura en la perrera, pero lo damos por bien empleado.

Ahora mismo, este dormilón es miembro activo de la familia con todos los derechos. Aunque no traiga un sueldo, que no se le pide, nos da mucho y bueno cuando uno de los dos estamos solos en casa... y eso no se paga con dinero.

Lo pagaremos con parte del finiquito que iba a formar parte del colchón sobre el que descansar en las vacas flacas... esperemos no necesitarlo para algo de mayor urgencia.

Por ahora, en cualquier caso, Kay sigue con nosotros, salvado por la audiencia de esta nominación. Le quedan seis...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Puede resultar duro pero, en cuanto le veas sufrir, ni lo dudes, que más duro es, para ambos, que se te muera entre las manos, créeme. No es un consejo agradable, lo sé, pero... Suerte.

Manu.

Gorka dijo...

Sí, si lo tenemos claro. Sabemos que puede llegar ese día en cualquier momento, pero es que por ahora no está sufriendo.

En la placa de ayer, sus pulmones se están ennegreciendo (eso es bueno) y está respondiendo a la cortisona.

Pero peor es verle cayendo en el sumidero de la muerte poco a poco que dejarle ir con dignidad.

Salu2!