House, un médico de andar por casa

Los martes, tras la finalización de ROMA en Cuatro, la misma cadena ha apostado por otra serie, de gran éxito por cierto, que viene abalada por algún que otro Globo de Oro, algunos Emys y una temática mordaz: médico víctima de su propio gremio y amargado por ello trata de no ejercer más allá de lo que le interesa.

La serie se llama HOUSE y me encanta.

Como decía, el médico, House, trabaja en un hospital (claro...) y debido a su reputación de magnífico profesional, cree estar por encima de la idiosincrasia propia del hospital. Pretende no pasar consulta al común de los enfermos y centrarse en aquellos casos que suponen un reto para su inteligencia (y la de su equipo, que le sufre y admira...).

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EL y el equipo


Tiene guasa, porque si bien su equipo hace el trabajo sucio, él siempre tiene razón, por encima de cualquier consideración ética, toma decisiones que afectan a la vida y/o muerte de los pacientes. Los médicos tratamos enfermedades, no pacientes viene a ser su lema, de modo que si se tiene que sentar a espera a ver en cuánto tiempo muere alguien, o decidir con una moneda al aire el tratamiento a administrar a un paciente, lo hace.

Siempre pensando en el bienestar de la persona, porque, en el fondo y a pesar de lo que diga y/o haga, se preocupa como el que más, y es un profesional en el sentido más amplio de la palabra. No se deja llevar por los sentimientos cuando tiene que tomar una decisión que puede suponer el sacrificio de uno por el bien de muchos. Toma la decisión correcta, siempre, incluso cuando cree que se equivoca y confía en ello tanto como para apostar acerca de la paternidad de un hombre.

Sinceramente creo que los trabajos siempre se hacen peor de lo que piensa el cliente. De ahí que nadie quiera ver cómo se hacen las salchichas, porque nadie las comería.

Personalmente sé que las cagadas de los que mandan acaban en el código de una aplicación cualquiera en forma de ñapa, apaño o parche incomprensible para el que venga detrás, así que en medicina también habrá de lo suyo: médicos hartos de ancianitas que sólo quieren pasar la mañana hablando con las demás de lo mal que están, técnicos de laboratorio con prisa por llegar a la obra del colegio de su niña y acaban por poner el resultado más probable, placebos recetados a precio de oro... y todo lo que se nos ocurra... o que no se nos ocurra y veremos en esta magnífica serie.

Si a este magnético personaje añadimos un poco de tensión sexual entre compañeros y un humor negro negrísimo, tenemos el hilo argumental de una serie que se puede ver a capítulos sueltos.

De no perdérsela, es otra de las que está consiguiendo que ponga el "7" en la tele por las noches.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tienes razón, yo la ví ayer y me gustó mucho. Ayer House tuvo una frase muy buena a mi parecer, decía algo así: "prefiero a un médico que pase de mí mientras me cura que a otro que me coja la mano mientras me muero..". Ya voy 2 comentarios esta semana... ;D

Gorka dijo...

Ahora sólo te queda de deberes ponerte en el lugar de alguien que, o bien sea médico, o bien esté estudiando para serlo...

... ¿podrías jugar a adivinar el desenlace como lo hemos hecho todos con Jessica Fletcher?

Quedas encargado de preguntarlo, espero tu respuesta.

:D

Salu2