Ojos que no ven... memoria que se pierde

Últimamente estoy recibiendo comentarios a un post relativamente actual. Creo que si no llega a ser por estos comentarios anónimos, no me entero de que aquel chaval que dejó tirados a dos de sus compañeros de accidente de coche, ha salido de rositas, por ahora, con la condición de firmar un papelito cada 15 días.

Esto me ha hecho pensar (otra vez, y van...) en la de cosas que pasan por la actualidad del día a día y se pierden en el olvido para no volverse a saber de ellas nunca más.

Llegando un poco más allá, resulta que otros ilustres personajes tienen sus secretillos y sus vergüenzas que ocultar.

No, no me estoy refiriendo al pasado franquista de Lolita, sino a dos personas que me parecen los suficientemente relevantes hoy como para estar en este post.

1.- Un tal Ramón

Ramoncín, ese ilustre ex-músico que vive (imagino que entre otras cosas) de lo que le da la $GA€, resulta que fue un traidor de mucho cuidado según cuenta un ex-compañero de grupo. Un tal Jero Ramiro, compositor al parecer de muchos de los primeros éxitos del Rey del Pollo Frito, fue víctima de las ansias de triunfar de un joven Ramón que ahora pretende hacer valer derechos de autor sobre todo el resto de derechos, obligaciones, fondos del tesoro y lo que haga falta.

2.- Un tal Karol

- ¿Un? ¿Pero Carol no es nombre de chica?
- Bueno, si estás contaminado por la cultura anglosajona hasta el punto de pensar que todo nombre extranjero es inglés/americano, sí; pero en Polonia, no.

Karol, más conocido como Juan Pablo II (¿eran las segundas partes las que nunca fueron buenas?), tuvo como secretario personal a un tal Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia. Pues bien, este buen señor, temeroso de Hank, ocultó información al anterior Paaaaaaapa (leáse como los del Ekipo Já).

¿Y qué ocultó? Bueno, según un diario polaco, ocultó información acerca de los abusos sexuales que, parece ser, salpicaban hasta Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, acusado de haber abusado de varios seminaristas.

¡TOMA YA!

Al menos, dicen que este que ocultó información sobre unos, no fue tan escrupuloso a la hora de denunciar a un tal Juliusz Paetz, moseñor él, que fue invitado a renunciar a su obispado debido a este tipo de acusaciones...

Entonces, si todo esto es cierto y se demuestra, la pregunta que queda es... ¿por qué no contra Marcial? ¿Es que los legionarios van por otro lado?


Yo también tengo un secreto así, una de esas cosas que no sabes muy bien si contar o no. No se trata de ningún delito, creo, no estoy seguro, y la verdad es que me muero por contarlo, porque es de relevancia... tengo que consultar con mi abogado (el que tengo aquí colgado...) para ver si lo cuento públicamente o no.

Seguiremos informando... de momento, ruego a quien lo sabe que no lo comente, al menos por aquí... :S