¿El fin del pipiriripipí?

Beber en exceso es malo.

¿Pero lo malo está en beber o en el exceso? ¿Es un exceso empezar a beber a los 13 años? ¿lo es emborracharse asiduamente con esa edad?

El gobierno está preparando una ley para la prevención del consumo de alcohol entre menores. No, no es que se haya juntado con menores para preparar una nueva ley seca, no, es que se pretende que la juventuza actual se deje de tanto botellón y se divierta de manera más sana (lamentablemente pocas opciones sanas se llevan bien con lo barato...).

Particularmente, no bebo. Me he pillado mis tajadas para olvidar, como todo hijo de vecino y no soy un puritano que no bebe por principio. Simplemente, no tengo tantas ocasiones para beber como para considerar que lo hago habitualmente.

No me gusta el vino (lo voy tolerando con la edad...) ni la cerveza (horror! es un marciano!!!), de modo que mi consumo de alcohol se ve muy reducido a chupitos tras comidas copiosas o cervezas con limón para matar el sabor amargo...

Comprendo (y vivo) la cultura del vino en los txikiteos de los pueblos y comprendo que la gente beba. Pero comprendo también que el alcohol es una droga dura legalizada y asumida por todo que, si bien puede tener su parte socializadora (¿como la heroína cuando se juntan varios para picarse...?), también es la causa de 1 de cada 3 muertes entre los jóvenes y causa de hogares rotos (entre otras cosas, ojo, pero si hay problemas, el alcohol no suele arreglar nada, más bien lo contrario).

Ante esta situación de prevenir que una juventud alcoholizada se convierta en una sociedad alcoholizada (lo cual es digno de admirar, que un gobierno deje de repartir soma entre la muchedumbre para controlarla...), el gobierno, decía, pretende legislar.

Entre los más rancios de la derecha ya ha salido quien exagera diciendo que se van a cargar la cultura del vino en este país. Bueno, el vino tiene propiedades interesantes para el corazón, por ejemplo, y es considerado un alimento, pero no debe dejarse de lado el problema que puede haber detrás si no se controla lo que se hace. Y ante esto está bien que se legisle, sobre todo en lo que atañe a menores se refiere.

No se trata, creo yo, de obligar a ningún adulto a que cambie de costumbres, se trata de no meter alcohol en los biberones y de no crear nuevos consumidores desde la infancia.

¿Alguien estaría en contra de prohibir (como, de hecho, ya ocurre) fumar a los menores? No comprendo como se puede estar a favor del consumo de alcohol entre menores, la verdad, por mí, hasta les quitaba de la cocacola.

Otro de los efectos colaterales, va a estar en la publicidad. De igual modo que el tabaco, ahora el alcohol va a tener restricciones a la hora de ofrecer su imagen al gran público. Los medios ya se han puesto nerviosos ante el posible bajón de dinero que viene de toda esa industria vinícola tan propia del lugar.

El negocio del alcohol está viendo cómo su base de consumistas puede verse tocada y pasa por encima de los riesgos de salud que su producto puede ocasionar, para centrarse en las pérdidas económicas que, como negocio, pueden tener.

Suerte que, al menos, no es posible descargarse litros de alcohol (corren por mis venas, mujer...) desde internet, que si no...

2 comentarios:

Tío Rubo dijo...

Realmente, es un problema.
Yo adoro ir de botellón, pero no solamente porque se bebe más barato que en pubs y discotecas, sino porque me gusta poder hablar tranquilamente con la gente mientras me tomo unas copillas, como buen joven humilde, de kalimotxo.

Al igual que con la mayoría de las drogas, el problema suele comenzar con la adquisición de las mismas para consumo solitario. Es una muestra clara de adicción, y lo he notado.

Por supuesto, influye la autoestima del individuo, y en edades tempranas, esta autoestima, ya se sabe...
El problema es BEBER POR BEBER. Mientras beber sea un complemento de la diversión y no el único medio para alcanzarla no ocurre nada. Creo que más importante es la educación, sobre todo porque con una ley no van a conseguir mucho, a no ser que los guardias municipales avisen a los padres de los chikillos...

Tenga usté buenos días!

Gorka dijo...

Coincido contigo con el tema del botellón, me parece más sano echarse una kali en cuadrilla que no una pasti en un garito donde no se puede hablar...

En Bilbao, se está tratando de acabar con el botellón a base de avisos a los padres y multas para los mismos, que lo sepas, de modo que no queda lejos tu comentario...

A lo que yo ataco es a la industria que no le parece mal darle alcohol a la juventud para asegurarse clientela futura, como hacía el tabaco.

Además, la cultura del vino puede seguir siendo cultura, pero erradicando la parte mala de la misma.

Y si se regula, pues eso que no queda en manos de las empresas que sólo piensan en el beneficio...

Salu2 y tenga mejor día usté!