Ya está bien! NO aguanto más!

España se ha levantado consternada estos días debido a un acto increíble.

Jugando a ser director de cine, digamos que cuatro miembros de una misma familia han sido enterrados juntos y en la misma ceremonia religiosa, y ahora hagamos un flash back.

Un padre de familia, que se hace cargo de todos sus miembros, incluida una hermana que acaba falleciendo siendo el caso de diálisis más antiguo del lugar (30 años de lucha).

Cuida de su propio tumor cerebral, supera una intervención de estómago, se hace fuerte para acompañar a su mujer a radioterapia y ayudarla en su vida diaria debido a sus problemas para andar. Por si fuera poco, ayuda a su hijo mayor, depresivo, a seguir con su vida; todo ello mientras trata de que el alzheimer de su madre no le tumbe.

Para rematar, una hija con cierta minusvalía psíquica que vive con su hermana en el antiguo puso de la hermana fallecida.

Este padre de familia, Gregorio Ramos Rubio, "El Culebro", aparece muerto en el asfalto de una carretera frente a esta casa. Mientras los primeros indicios parecen indicar que se trata de un atropello a lo farruquito, la policía municipal trata de encontrar a la familia para darle la mala noticia.

Menudo panorama se encuentras con las dos chicas atacadas, que son hospitalizadas por heridas de hacha. Una de ellas, la que se encuentra mejor, tuvo la suerte de que el hacha se le rompió a su padre y sólo la atacó con el mango de la misma. Después, Gregorio se había suicidado saltando desde el noveno piso...

Sólo el horror de lo encontrado en la casa familiar supera los hachazos en la cabeza de la hija que peor pronóstico presenta. La madre, la mujer y el hijo de Gregorio son encontrados muertos, a hachazos a manos de Gregorio.

Dentro de lo horroroso que este suceso contiene, se vislumbra un ápice de perdón y comprensión, cuando todo el pueblo habla de Gregorio como un buen hombre, tranquilo y bromista, que siempre se ha encargado de su familia. Tal vez no aguantó más su propia depresión.

No se ha tratado el caso como violencia doméstica, sino como enfermedad.

Tal vez por eso se ha enterrado al asesino con las víctimas, porque probablemente eran lo que más quiso en la vida, y porque no fue él quien lo causó todo sino las circunstancias que pudieron con la voluntad de un hombre.

Supongo que es uno de esos casos que, aunque condenables y horrendos, son comprensibles y dan más pena que rabia.

Descansen en paz, al fin, que es posible que fuera lo que les hiciera falta...

2 comentarios:

Tío Rubo dijo...

Joder macho. No me llegaba con tener que imprimirle a un paisano una página web llena de fotos de intervenciones quirúrgicas en la boca más que explícitas que ahora leo aquí sobre más y más sangre.
¿Qué me falta ahora? ¿Un anuncio realista de compresas? jo...

Ya estoy traumatizado... Saludos...

Gorka dijo...

Hombre, la historia es triste, más que sangrienta, como suelen decir los aficionados a los toros: hay que saber ver más allá de la sangre.

En este caso, como digo, más que un asesinato sin más, hay una historia, una realidad, una frustración y un desenlace fatal.

Una putada de vida para este hombre que ha llegado al límite de su paciencia...

Salu2!

P.D: y como desdramatizo ahora yo el blog?... una foto de una fémina en posición sugerente?