Automáticamente

Sí, hoy toca hablar de los oscar, pero no lo voy a hacer.

Hoy, toca hablar de algo bastante menos agradable, o no. Durante esta última semana he tenido que tomar una decisión. Tengo un trabajo fijo en un mundo donde la temporalidad es más que una característica y la rotación algo cotidiano. Supongo que no puedo quejarme de las condiciones tanto humanas, como económicas, como laborales (tal vez la corbata...), pero cuando día a día acudes al trabajo con la sensación de no tener un reto al que hacer frente, cuando ves que las intenciones no acaban de cuajar, que casi lo único que te retiene es tu contrato fijo, que más que un colchón de seguridad hipotecaria se convierte en una cárcel, es momento de un cambio.

... otro día de curro, danzando de aquí para allá ...

Y he dado el paso.

Justo al abrir el UltraEdit para contar lo que va a acontecer este día, llega la persona a la que comunicar todo esto. No ha sido fácil, pero lo ha entendido. Casi seis meses sin movimiento de java no puede ser y, aunque hay un proyecto a la vista, este va a ser el momento.

Tras darle más de una vuelta y más de dos durante la semana pasada a una idea que me rondaba por la cabeza desde hace un tiempo y que ahora parecía acabar de madurar, tomé una decisión en forma de palabra: autónomo.

Tras todos estos años de trabajar por cuenta ajena, surge la posibilidad de entrar en el mundo del autoempleo en forma de curro bastante grande y a relativamente largo plazo. Trataré de seguir en la línea de hacer pequeñas cosas como he hecho otras veces, pero ahora con factura :S y este tema que espero llegue a buen puerto y cumpla con la expectativas pactadas.

No sé si es el momento, no sé si será para bien o me saldrá mal, pero la idea está ahí y quiero probarla. Imagino que en el peor de los casos siempre puedo volver a este mercado de carne que es el mundo de la programación...

... lo que me lleva a admitir que, por esas casualidades de la vida, otra empresa, con no demasiado buen nombre en trabajobasura, me ha llamado solicitando mis servicios. Alguien que allí trabaja coincidió conmigo en otra vida, de modo que sacó mi nombre a la luz y tras unos veinte minutos de conversación con la mujer de RRHH (¿siempre son mujeres?), hablé con el jefe de proyectos (todo java, qué maravilla... cero de notes, poco de .net... ¿siempre son hombres?) durante otros tantos minutos para, tras un saludo entre viejos amigotes con mi ex compañero de fatigas, recibir una oferta de trabajo allí mismo.

La oferta iba por los derroteros que ya tengo aquí (pero peores...), y en otras circunstancias podría haber sido un posible destino que solucionase mis inquietudes de ahora mismo, pero tras haberme hecho casi a la idea de organizarme las cosas en casa y por mi lado, hoy ha sido el día que tal vez siempre recuerde como aquél en el que dije no a dos trabajos para confiar en uno mismo. Espero recordarlo como el día en que hice la apuesta correcta, pero en cualquier caso, siempre es mejor arrepentirse de lo que hiciste y no de lo que no hiciste...

El mail con el que he avisado a los más allegados que la reunión que he tenido a primera hora de la mañana era para lo que era (tal vez el radiopatio ya estuviera haciendo efecto, no lo sé), se han sucedido mensajes de ánimo y de cariño que me llevaré como siempre hago. Casualmente, el viernes hay una cena de despedida para otros dos compañeros que dejaron de estar entre nosotros para probar suerte en otra parte. No sé si unirme a ellos, porque creo que les iban a disfrazar y eso no me mola nada... casi menos que los menús de sidrerías como al que vamos...

En cualquier caso, espero poder seguir siendo parte de la vida de estas personas con los que tan gratos momentos he vivido. Una vez más, como aquella, sea por ellos:

mgomez
jsouto
jantolin
eizaguirre
bangulo
ngonzalez
rpaces

y como comentaba con algunos de ellos, un par de frases:

Las guarradas (en informática) siempre quedan, solo cambia con quién te ríes cuando las haces.

La vida es ir dando pasos y no perder de vista lo que tienes detrás, ni lo que te espera delante; cuando no ves salida por delante, tal vez sea la hora de cambiar de rumbo