¡Oh sorpresa, fue Princesa!
Hoy les robo el título al rap de No somos nadie, que he escuchado casi de milagro, ensimismado que estaba yo en las opiniones que desde Herrera en la Onda acerca del debate de ayer.
Supongo que todo el mundo (qué fácil es decirlo, qué difícil que se cumpla) sabe que ayer hubo un pedazo de debate de 11 horas en torno a la tramitación de la reforma del estatuto catalán en el congreso. Debate totalmente estéril. No sé para qué se pierde el tiempo en este tipo de eventos de larga duración, donde se pasan las horas sin que en realidad eso sirva para que los partidos reflexionen sobre lo que se dice o les haga pensar en sus propias ideas. Un debate es interesante y se saca partido de él si se aprende algo de él. No quiero decir que haya que plegarse a las opiniones del otro, porque reafirmarse en las propias convicciones es algo positivo, pero es que ni para eso vale, creo yo. Todos los partidos van al debate con la idea clara de lo que van a votar. Hablan. Y siguen hablando con turnos de réplica y contrarréplica durante once horas, y a la hora de votar, todo sigue igual.
Se tiran los argumentos como arma arrojadiza, algunos las esquivan, otros se los comen, otros simplemente pasan de todo y siguen a lo suyo (ponga usted nombre a cada categoría).
Pero todo sigue igual.
El PP sigue en sus trece de ir en contra de todos los demás, o todos los demás siguen en contra del PP. El PSOE trata de mantener el equilibrio entre lo que verdaderamente quiere y lo que verdaderamente puede. Los nacionalistas, en general, siguen apoyando a unos u otros en función de las necesidades y la coyuntura. E IU sigue desaparecido...
En fin...
Para los más profanos, les diré que en el parlamento catalán se aprobó un cambio por amplia mayoría, que ahora se pretende enmendar (en el sentido más técnico de la palabra) y aprobar en el español. La cuestión mayor es que unos ven un cambio en el estatuto y otros en la constitución, y la manera de enfrentar ambos cambios es radicalmente diferente.
Yo, desde mi perspectiva de vive y deja vivir, no comprendo tanto problema. Si el parlamento catalán lo quiere así, en representación de tan amplia mayoría, pues déjenles en paz. Muchos dicen que es malo para Cataluña. Si así fuera, ¿a ti qué te importa? Lo han decidido la amplia mayoría de los catalanes, ¿sabes tú más que ellos lo que les conviene? Hay quien habla de ruptura del estado. Yo sólo veo un cambio en la manera de convivir. No creo que nadie en Cataluña quiera romper con España o Europa, simplemente, estar de otra manera. De todos modos, si así fuera, tampoco vería problema si así se decide por la mayoría. ¿Qué mayoría? En mi opinión, primero en Cataluña y luego en España.
Eso requeriría un cambio en la constitución, esa que repudiaron tanto en Alianza Popular (hijos de la dictadura y padres del actual PP) en el 79 y que ahora enarbolan como si siempre hubiera sido suya. La cuestión es que cambiar la constitución NO es anticonstitucional. Decir que algo es inconstitucional como si fuese el peor de los delitos es un argumento tan frágil como cambiar la constitución para que no lo sea. No es fácil, porque requiere de dos mayorías con elecciones de por medio y elecciones finales, pero el mecanismo está ahí.
Supongo que los conservadores se agarran a lo que pueden para no progresar. Si antes el progreso era la constitución, se oponían, si ahora el progreso va por otro lado, se agarran a lo que antes se oponían. Parece que se oponen por sistema y se quedan con lo menos malo en cada momento.
Lo más gracioso, de todos modos, viene del hecho de que el príncipe de Asturias y la asturiana más famosa han tenido una niña a la que han llamado Leonor. El nombre me parece horroroso (aunque no tanto como Victoria Federica o FelipeJuanFroilánDeTodosLosSantos). Pero más me lo parece la facilidad con la que se habla de lo que va a ser su vida. Ya se habla de que irá al ejército para cuando sea reina y blah, blah, blah.
El problema es que, según esa constitución perfecta en la que creen todos y cada uno de los que se oponen a modificarla para unos casos, no asegura el reinado del primogénito si se trata de una mujer. Es decir, que como se le ocurra a la parejita tener un hijo, Leonor se va a quedar con un palmo de narices, al igual que se quedarán sus tías cuando JuanCar palme o abdique y Felipe se convierta en rey.
- ¿Y eso no es discriminación por sexo? - se preguntan muchos.
- Sí - responden unos. Los que piensan que no, que así debe ser, callan, por ahora.
Casi todo el mundo entiende que efectivamente es una discriminación, lo que hace que la constitución esté mal. No se entiende en estos días una cuestión así.
El debate está servido. ¿Hay que cambiar la constitución para esto? Como digo, por ahora sólo se oyen voces a favor, pero veremos.
El actual gobierno socialista quiere hacer coincidir el cambio con las próximas elecciones, lo cual da un plazo de un par de años en los que no puede nacer un hijo que líe las cosas. ¿Cómo? Si nace el niño, éste será rey por encima de su hermana mayor (como ocurrirá con Felipe) si no se cambia nada. Pero si se hace, como el niño ya ha nacido, para que el cambio le afecte tendría que tener carácter retroactivo; y en este caso, afectaría a la actual sucesión, dejando a Felipe sin trono en favor de la isleña (sí, hombre, la "de formentera"). ¿Y qué hacemos? ¿Metemos los nombres de toda la familia real en una batidora a ver a quién lo toca ser rey? ¿Metemos a toda la familia real en esa batidora y, puestos a cambiar la constitución, instauramos la república para evitar más líos?
Es curioso cómo el debate se centra en si el cambio debe afectar a la reinabilidad de una niña redondita en tanto en cuanto puede nacer un niño que se la quite y no tanto en el hecho discriminatorio de que una familia cope un cargo como la jefatura del estado porque sí, porque yo lo valgo... Si yo no puedo acceder a ese cargo porque no he nacido en esa familia, ¿no es igualmente discriminatorio? ¿racista incluso?
Esto lo apuntaba muy bien Javi, republicano de pro, en su blog.
Leonor, ya ves tú, el nombre ya estaba cogido...
En fin, que veremos en qué queda todo esto de las modificaciones, que seguro que algunos dicen que sí a ambas, otros que sí a una y no a la otra, otros que no a una y sí a la otra, y otros que no a ninguna de las dos.
P.D: Joseba, no te quejarás, PEDAZO DE BRASA!
4 comentarios:
Buena chapa pero interesantes reflexiones...Llevo varios días liado y no te he podido leer, así que cuando me ponga a ello tengo unos cuantos posts pendientes...
En nada nos vemos.
Ya decía yo que las visitas habían caído, jejejejeje ;)
Te veo liado leyendo, sí, tu IP te delata :D
Saludotes.
Me parecen unas reflexiones muy acertadas. Para Leonor, una sola niña de España, sí se puede reformar la Constitución pero para millones de catalanes que aprueban un Estatuto, no. O sea que es más importante una niña que todo un pueblo.
Y como bien dices, si los catalanes queremos un Estatuto o queremos ser independientes, al resto de España no le tiene que importar eso lo más mínimo. Y si les importa será por alguna razón, será que alguien saca rendimiento de ello, no creo que sea por amor hacia nosotros...
Ahivalahostia!
Un comentario un año después!!!
:D
GRACIAS!
Ahora ya tenemos hermanit@ para la princesa, y la reforma está más viva que nunca, porque como se le ocurra ser niño, y al Felipín palmar antes de tiempo, tenemos guerra civil a la vista, como los carlistas y los isabelinos, vaya...
Salu2!
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