El Dilema del Mayordomo

Este fin de semana he vuelto a pasarme por el blog de Coase, que hace mucho que no me paso por allí de visita activa, y me he encontrado uno de esos curiosos posts de ideología liberal, donde se hace referencia a un problema de esos que supuestamente define cómo eres.

Se trata del problema que da nombre al post de hoy.

La idea, un poco por encima y sin tratar de ser tendencioso es la siguiente:

Eres el mayordomo de un anciano millonario que fallece. Su familia, adinerada también, se reparte de la herencia del anciano muerto, pero existe una caja de caudales secreta en la que el anciano guardaba una enorme joya de la cual nadie de la familia sabe nada. Bien, la venta de esa joya podría darte el dinero suficiente como para salvar la vida, al menos por un tiempo, de los habitantes de un perdido poblado africano asolado por la pobreza.

Hay que tratar de ser lo más neutro posible de todo detalle de más. No hay que pensar en si la familia se llevaba bien con el anciano, si éste los odiaba, si alguien más puede ayudar a la aldea o lo que se os ocurra. Hay que ser asépticos para no tener en cuenta nada más que el hecho de que te vas a apropiar indebidamente / robar algo que no es tuyo por una buena causa y sin que vaya a haber consecuencias para ti.

Pensadlo treinta segundos...

...

... como dice Antonio Banderas, los que no hayan decidido, ya lo han hecho...

La idea subyacente en todo esto es que, aquellos más radicalmente a la derecha, esgrimen el argumento de que la propiedad privada es más sagrada que la vida de los aldeanos africanos, de modo que aunque no te vaya a pasar nada, lo correcto es avisar a la familia del hecho de que existe esa joya en esa caja fuerte.

Es un argumento que no acabo de entender y que me resulta la mar de curioso. Siempre he pensado que el bien supremo, aquello que hay que salvaguardar por encima de todo es la vida humana, dejando de lado consideraciones materiales. En este caso, quien afirma que lo correcto es dejar morir al poblado para que la familia deje la joya cogiendo polvo en otra caja fuerte, tiene bastante poco que ver conmigo y se tendría que replantear sus prioridades. ¿Qué clase de valores tiene una persona así?

Vale, la respuesta es sencilla, liberales, anarcocapitalistas, llámalo X, me da igual, no me parece de recibo.

En un caso así, el fin justifica sobradamente los medios.

Coase va más allá, y habla de un naufragio, imaginemos a Tom Hanks, en la película... ¿qué habría sido de él de no haberse atrevido a abrir los paquetes de FedEx que le llegan a la playa porque piensa que es (como) robar? ¿Alguien en su sano juicio podría denunciarle por robarle su pelota y convertirla en Wilson?

Más aún, hagamos un poco de demagogia... ¿quien puede reprochar a una víctima del Katrina que mangase un coche par huir o se metiera en una casa que no fuera suya para resguardarse, o se llevase pan de un centro comercial para comer?

Lo alucinante de todo es que mientras tienen tan claro su credo, tan claro lo que es correcto y lo que no, dejarían morir a personas en aras de lo correcto. Me parece que, si la vida de personas está en juego, lo correcto debe pasar por el mínimo de vidas humanas perdidas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Robarías?. No creo. Una cosa es la situación del naúfrago, que abre los paquetes porque la vida que peligra es la suya (y porque no tiene nada mejor que hacer), y otra muy distinta es robar (sí, robar) en esa caja fuerte. Yo no robaría la piedra y, si lo hiciera, sería para mí. El pueblo perdido del Congo es algo etéreo y lejano para mí, mi vida es perfectamente tangible. Como dice una pequeña historia, y resumiéndola mucho, una vez un ricachón contrató a un pianista muy famoso (cuyo nombre, por supuesto, no recuerdo) para una velada. Por supuesto, tocó maravillosamente bien y, al final de una obra, el ricachón le dijo: "haría cualquier cosa por tocar como toca usted", a lo que le respondió el pianista: "no, no lo haría. No ensayaría al menos diez horas al día, durante años; no practicaría constantemente ejercicios con los dedos, no pensaría siempre en cómo mejorar. Porque, si realmente quisiera, ya lo habría hecho". Sin ánimo de criticar, muchas veces creemos que haríamos lo correcto en ciertas situaciones y, cuando realmente estamos en ellas, hacemos, simplemente, lo típico. Porque somos egoístas, cobardes, cómodos, normales... No sé, o por todo ello. Yo no podría pasarme toda la vida pensando en que he robado la piedra (independientemente del motivo. Para mí, el fin, por sí solo, nunca justifica los medios).¿Que mil africanos se mueren porque no lo he hecho?. La vida es dura, no están en esa situación por mi culpa, y mi conciencia me acompañará al fin de los tiempos. Ellos no.

Manu.

Gorka dijo...

Pues sí, lo haría, lo robaría sin dudarlo y con la conciencia tranquila. El verdadero quiz de la cuestión no es robarlo en contra de la voluntad de uno, sino en creer que se hace lo correcto o no.

Hay quien usa este ejemplo para criticar un posible robo por parte del Estado a los ciudadanos al recaudar impuestos, cosa que me parece lo último. Si yo no robaría para ayudar a los pobres, ¿por qué se lo permitimos al Estado? - dicen.

Yo me voy al otro lado al no dudar en robar la joya, más allá si se quiere, estoy de acuerdo en expropiar a quien le sobra para dárselo a quien lo necesita.

Más allá, venga, pondría límite a la cantidad de dinero que alguien puede poseer.

En cuanto a lo del pianista, estoy de acuerdo, creo que el ricachón en realidad habla de que daría lo que fuera por tocar como él, como si todo pudiera comprarse con dinero. Y es que aún hay quien se cree más rico por tener más dinero...

Muchas gracias por el debate pretendido con este post, gracias por disentir.

Salu2!

Anónimo dijo...

Ya, pero, por ejemplo: suponte que tienes un piso que pagar (¿a que, en tu caso, resulta fácil de suponer?, pero no tanto de pagar, ¿verdad?) y tienes a tu alcance la joya que te puede sacar del apuro. No te va a resolver la vida, sólo te va a ayudar a que consigas ver cumplido un derecho constitucional. Y la joya a mano...

Manu.

Gorka dijo...

Hombre, el caso es diferente, eso implica hacerlo para uno mismo, beneficio personal, ¿no sabes que eso no está bien? ;)

Por lo que sí lo robaría es para que todos pudiéramos tener cumplido ese derecho constitucional de tener un techo sobre nuestra cabeza y un suelo bajo nuestros pies; incluido yo mismo, claro.

Salu2!

Coase dijo...

El problema de robar a los ricos para dárselo a los pobres es que lo que lograras es lo rentable sea ser pobre y todos estén esperando a que robes para dárselo a ellos. De esa manera no solo no acabarás con la pobreza sino que lograrás que haya todavía más pobres.

P.D. Yo en el caso del naufragio también robaría en contraposición a algunos ancaps que defienden que no lo harían.

Gorka dijo...

Coase, no veas cómo esperaba este comentario :)

Ciertamente, la picaresca, tan propia del país, es algo a tener en cuenta, pero no sólo en este caso, en cualquier idea que se pone en práctica, siempre hay quien pretender aprovecharse del sistema para su beneficio. ¿Conoces algún sistema que esté libre de la corrupción?

En cualquier caso, creo que es más peligroso fomentar la riqueza de unos pocos que la pobreza de muchos; más que nada, porque los límites de ambos casos son antagónicos: en el primero unos pocos viven infinitamente mejor que todos los demás, mientras que en el otro todo el mundo acaba viviendo igual de mal (o bien, según se mire).

Salu2 y gracias por el comentario.