Como siempre, ganamos todos
Al final, entre que llovía y que no sabíamos a quien votar en nuestra nueva villa, no fuimos a votar en las elecciones.
Tampoco vamos a descubrir nada nuevo bajo el sol de la política municipal y autonómica a estas alturas, pero esta vez nos hemos encontrado con una situación curiosa. Si en el 2003 los populares se felicitaban de haber ganado en número de concejales y los socialistas hacían lo propio al obtener un número mayor de votos en el global, esta vez nos encontramos con la tortilla dada la vuelta. Mientras los socialistas han ganado algo más de poder territorial, el PP gana en número de votos.
Y claro, es gracioso comprobar cómo los que ayer decían que habían ganado ahora tienen el argumento que enarbolaban como irreprochable en el vecino de enfrente.
Como ha dicho ZP desviando la atención de manera bastante inteligente, el PSOE está satisfecho, el PP también lo está, viva la democracia, que deja a todos contentos y satisfechos.
En cualquier caso, esto no son elecciones generales, de modo que tratar de obtener una victoria en base al número de votos totales me parece un poco fuera de lugar. Lo cual no quiere decir que no sea significativo. Me parece un punto muy interesante a tener en cuenta por parte del partido en el gobierno, porque es posible que haya quien haya votado mirando a la capital del reino en lugar de mirar su situación local.
Lo que está claro es que en Madrid y Valencia arrasa el PP de un modo que parece incorregible (permítaseme el término partidisto-cómico), y que el PSOE se lleva Cataluña y Andalucía de calle.
El quid de la cuestión, como siempre, no es si se tienen más votos, sino que esos votos sirvan para algo, que se lo pregunten a Al Gore...
En Canarias, el PSOE ha ganado, pero debería tener que gobernar con Coalición Canaria, más próxima al PP.
En Navarra, comunidad especialmente delicada en cuanto a territorialidad se refiere, UPN, el brazo armado del PP en la región, ha perdido la mayoría absoluta y pintan bastos si los socialistas se unen a los nacionalistas. No ha dejado de ser curioso para mí cómo algunos se han quedado sin argumentos cuando se enfrentan con una iniciativa política que pretende la unión de Navarra al País Vasco y condena la violencia. Sin ETA de por medio, el nacionalismo vuelve a obtener buenos resultados.
Veremos lo que pasa, porque el PP, en un intento de retener Navarra como parte estratégica de su política territorial, ofrece Canarias a cambio bajo la pretensión de acordar que gobierne la lista más votada... Si yo fuera socialista, les mandaría a tomar por el culo y le daría a Navarra ese toque progresista de escuchar lo que el norte de la provincia pide. Unirse al País Vasco puede ser un poco bruto, porque tampoco me parece que exista una mayoría suficiente como para que se lleve a cabo, pero llevar la realidad política a donde ya existe una realidad social, me parece más que correcto.
En fin, cosas y casos de las elecciones, que siempre crea extraños compañeros de cama, más si cabe en las municipales, donde muchas veces se vota más a la persona que al partido.
Sé de un pequeño pueblo aragonés en el que un alcalde de IU ganaba siempre al candidato del PSOE hasta que éste se cambió al PP. Con el PP el candidato convertido en alcalde volvió a perder contra el ex-alcalde, que se presentó después por el PSOE.
Que viva el transformismo... político, se entiende... bueno, y el otro también, qué narices.
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