¿Qué? ¿Una consola?

Una vez más, me quito la máscara y reconozco que de pequeño fui un jugador de videojuegos casi compulsivo. No es que fuera un vicio, aunque lo llamara así, sino que, a veces, un juego me gustaba tanto que no podía sino pasarme horas jugando.

Puede que ahora suene un poco a saco roto, pero es que a 10 pelas la partida, la paga de los domingos de mi tía (unas 100) cundía bastante. Sobre todo cuando la experiencia y la experticia te ayudaban a alargar hasta la media hora cada partida (o más).

A pesar de ello, o tal vez, precisamente por ello, nunca tuve (ni he tenido después) una consola de videojuegos. He tenido ordenadores, desde el viejo 486 con 4 megas de RAM y 256 megas de disco duro, hasta el portátil semimuerto actual.

Como ya he contado, estoy a la caza de un nuevo equipo, a poder ser pequeño en tamaño, para poder meterlo debajo de la tele y que sea, al menos, portable. Si además es portátil, la leche. La diferencia entre ambas cosas está en si se puede usar cuando te mueves o sólo puedes moverlo contigo (la duración de la batería tiene mucho que decir aquí).

Tenía centradas mies esperanzas en que fuese portátil, pero visto que la configuración que yo quiero no existe (en realidad sí, pero me han recomendado no comprar esa marca...) y nada se ajusta demasiado a mi presupuesto.

De modo que he modificado ligeramente mis exigencias y he pasado del portátil al portable y mira tú que ha surgido la posibilidad de comprar una consola en lugar de un ordenador.

Lo habitual es utilizar un ordenador para jugar a veces (en mi caso, me refiero) y para muchas otras cosas en general. Ahora, con las consolas estas nuevas que van saliendo, a las que se les puede meter un Linux (incluso UBUNTU!!!), tienes un equipo que vale para jugar y a veces para usarlo como otra cosa.

Según he podido constatar, a la consola Xbox vieja se le puede meter un chip y un disco duro nuevo y va la mar de fino con sus juegos. Además, con un Linux metido en el disco duro, se puede arrancar con él y tener un ordenador en pequeño, con todo lo básico para ver pelis, conectarse a internet, etc... con ftp y todo!

Así pues, en el espacio de un dvd (y con su carcasa de NO torre), puedo tener más o menos lo que quería. Y lo mejor es que, al ser la vieja, puede costar, según me dicen, unos 100 euros... la nueva creo que anda por unos 300, todo el valorable...

Me encuentro, de este modo, en una encrucijada de no saber si caer al fin en las garras de las consolas de videojuegos, de las que he huido siempre como de la peste, o pensar que no estoy comprando una nintendo, sino algo que, por su hardware, en realidad es más parecido a lo que busco que otra cosa.

¡Si tuvieran una pantalla LCD de 15" y una batería sería la leche!... el teclado me dicen que se le puede poner por usb... jejejejejejejejejeje

Me mola, me mola, que encima tengo la salida del teléfono (donde poner el router del adsl) justo al lado de la clavija de la antena y demás, detrás de la tele, jijijijijijijij.

Eso sí, se acabó lo de jugar al PES en el váter...

... no sé si al final va a ser tan buena solución... :S

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy una super fan de Nintendo, no me gusta jugar con las consolas pero suelo estar tentada con las consolas Nintendo. Desde la clásica maquinita del Donkey Kong, a la DS con pantalla táctil. Aunque me quedo con el mando a distancia ese.

Otra cosa que me parece divertida es PlayStation pero los juegos de la EyeToy. Una que es rara.

Gorka dijo...

Yo al Donkey Kong, si no es con mando de máquina de pago es que no me hallo...

El mando nuevo, sí es chulo... pero yo quiero algo más que una consola... :D