El Charly
Si ha habido un club querido por toda la afición en la liga Española, ese es el Joventut, pero si ha habido un club que genere más simpatías, ese es, sin duda, el Estudiantes.
Un club basado casi exclusivamente en sacar jugadores de la cantera (bien para jugar en el primer equipo, bien para venderlos y subsistir) tiende a parir jugadores que acaban en otros clubes o en la selección y queda en su CV el paso por Estudiantes.
Además, que clubes económicamente modestos sean capaces de plantarles cara a los millonarios clubes de fútbol es digno de admiración. Y sus aficiones, sobre todo la Demencia estudiantil, celebran con doble orgullo esos triunfos. Porque si las penas con pan son menos penas, las alegrías duran, en este caso, mucho en casa del pobre... supongo que porque no son muchas y hay que exprimirlas.
En el caso de Estudiantes, además, han tenido que soportar vivir en la misma ciudad que uno de los que más dinero tienen y, en consecuencia, uno de los que más jugadores se lleva a golpe de talonario: el p*** madrí.
Tener que ver a jugadores como Alberto Herreros o Felipe Reyes vistiendo la camiseta del equipo rival por dinero no debe ser fácil (como no fue fácil ver volar a Raúl López del Joventut), máxime cuando el proyecto deportivo original es tan claro como admirable. Para el madrí todo se basa en juntar a los que destacaron el año anterior y dejarlos como pollos sin cabeza para que jueguen.
El año pasado, fue sonado el posible traspaso de una de las últimas perlas: Carlos Jiménez. El Charly.
Realmente pensaba que se iba a ir, sobre todo cuando se anunció, pero nunca se llevó a cabo. Que si págame más, que si decreto 1006, que si el artículo 33... el cuento de nunca acabar que hizo desestabilizar al equipo y al jugador.
Este año, con las elecciones del madrí, el nuevo presidente anunció a bombo y platillo que Jiménez iba a ser blanco a cambio de verdes (bueno, ahora, rosados), y parecía que esta vez así iba a ser.
Quieras que no, el jugador tiene ya 30 años y puede ser su último gran contrato con el que ir asegurándose un futuro.
Di que, si bien es un extraordinario jugador de equipo, es eso, de equipo, no es un jugador determinante que asuma la responsabilidad del partido cuando se pone cuesta arriba; de hecho, se esconde en los momentos importantes, tanto con a nivel de clubes como de selección.
Siempre está a la sombra del resto, hace unos números muy regulares, ayuda en defensa, en rebote, casi siempre rozando o consiguiendo dobles-dobles (10 puntos, 10 rebotes), pero no le pidas que meta el último tiro.
Tal vez por esto se ha ido a Unicaja al final, dejando con un palmo de narices al presidente Calderón y sus promesas electorales.
Dicen que Estudiantes ha perdido dinero al venderlo a Unicaja, pero seguro que el Charly estará mejor en un equipo con proyecto, en el que seguirá siendo un gran gregario, pero con otros protagonistas. En el madrí, probablemente no habría sido feliz, tal y como le pasó a Herreros los primeros años.
Creo que ha hecho bien, y seguro que Unicaja le paga bien con el dinero pillado por la aventura americana de Garbajosa (otro que pasó del madrí y acabó ganándolo todo con Unicaja).
En fin, que le vaya bien; en Estudiantes ya tienen su suplente más joven: Sánchez, otro ¿traidor en potencia?
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