No es justo, ¿o sí?

De vez en cuando nos encontramos con casos que van más allá de nuestro entendimiento o sentido común.

En ciencia, física, que me queda más cercana, esto normalmente acaba con una paradoja o un efecto con el nombre de quien la resuelve o explica. Por ejemplo, el efecto Doppler, o la paradoja de Fermi.

En otros casos, simplemente se convierten en chascarrillos interneteros como ese que pregunta si es mejor cambiar de caja en un concurso cuando el presentador sabe dónde están los premios buenos y malos.

En definitiva, temas que acaban resolviéndose de una manera seria o jocosa, pero que no dan mayores quebraderos de cabeza una vez solventados.

La justicia, por otra parte, esa actividad tan relacionada con mis odiados publicistas, tiene cosas que, por jocosas o no, acaban haciendo las delicias de los forwardeadores de correos chorras. Temas como el del ladrón que gana una demanda al dueño de la casa donde había ido a robar por haberse quedado encerrado en el garaje son ya clásicos del mundo internetero, y nos resultan jocosos... porque no nos pasan a nosotros. Di que en realidad la gracia está en la crítica al sistema judicial americano, como si el nuestro fuera perfecto.

Perfecto o no, casos como la situación de De Juana o la Pantoja nos suelen hacer algo menos de gracia por lo general. Y es que la risa va por barrios, y la justicia, o su aplicación, a veces tiene excepciones donde no se acaba de comprender demasiado bien por qué ocurren; o por qué no se ha dejado que ocurran.

Supongo que esto ocurre porque la ley, como todo lo demás, siempre va detrás de la sociedad y le cuesta adaptarse. Bueno, eso, y que todo reo tiene derecho a que se le juzgue con el código penal que mejor le venga (siempre que proceda, claro, si el delito se cometió antes de la última reforma).

Ahora, hoy, precisamente, nos encontramos con un caso que ha levantado ampollas entre los contertulios diversos que vomitan su opinión en más diversos programas.

Se trata de la liberación del famoso violador del Eixample debido a que, fíjate tú, ha cumplido su pena. Esto no tendría por qué ser mayormente relevante si no fuera porque no se le considera rehabilitado. No ha hecho ningún curso ni terapia para curarse de lo que le llevó a violar a 5 menores e intentarlo en otras 4 ocasiones.

Así pues, nos encontramos ante el caso de que la prisión fracasa en su objetivo principal (la reinserción) y deja en libertad a un hombre sobre el que caen todas las dudas del mundo acerca de si volverá a violar o no.

Tendría guasa que lo volviera a hacer, aunque supongo que la ley actual será algo mejor que la que se le aplicó de tiempos de Franco (imagino que al bueno de Paco no le preocupaban tanto las mujeres como nos preocupan hoy), pero eso no quita para que se considere el hecho como una crónica de una violación anunciada.

¿Qué debe hacer ahora el legislador? ¿Debería dejar de preocuparse tanto de los derechos de autor y más de que este tipo de casos se vuelva a repetir? Habiendo sido condenado a 65 años de prisión de los cuales ha cumplido 16 por beneficios penitenciarios, ¿es esto un argumento que pone de manifiesto que no es buena idea centrarse en delitos como el terrorismo a la hora de hacer cumplir íntegramente las condenas?

¿Por qué no se habla de esto en los mítines e intervenciones de políticos?

Y lo peor de todo, si vuelve a pasar, ¿quien va a ser el guapo que tenga que dar la noticia a los padres de la víctima?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo en lo del cumplimiento de las penas íntegras: debería aplicarse a todos por igual. Además en este caso, el reo ni siquiera quería que le dejasen libre, porque el mismo reconoció que no se podia controlar...

Asi que, que tipo de criterio siguen para conceder la libertad a un preso que no ha cumplido ni el 25% de la pena?? Digo yo, que para que pierden el tiempo en juicios, si luego nunca cumplen los años que les caen... En fin.

Marta

Gorka dijo...

El problema del cumplimiento íntegro de las penas debería ir ligado a la reinserción del preso de alguna manera. Tampoco vamos a decir que cuando un reo diga que ya se ha rehabilitado se le saque (que ya nos imaginamos la picaresca...), pero bueno, que si este señor fue condenado a X años y sale a los muchos menos gracias a beneficios penitenciarios, el problema está, creo, en conceder estos beneficios a quien no se está rehabilitando.

Salu2!