Aprovechando que pasaba yo cerca de la biblioteca el otro día, y que quien comparte tele y cama con uno trabajaba de tarde, y por lo tanto no había mucho que hacer (salvo limpiar, que de eso siempre se puede hacer en casa solo...), para pillar unos deuvedeses.
Se pueden coger hasta 3 a la vez, y hasta por una semana, así que, con la tranquilidad que da no tener que darse prisa para devolverla al videoclub, vi el otro día el primero de ellos.
Se trata de un documental acerca de las bondades y desgracias de los establecimientos de comida rápida de los USA (y, nunca mejor dicho, tira).
Traga, traga, traga, traga, traga, traga !La idea es que un tipo de 1.93cm de alto y con una salud que ya quisieran la mayoría de los americanos (su novia vegetariana seguro que tiene mucho que ver en eso), se va a pasar un mes entero haciendo las tres comidas diarias en McDonald's. Esa es la primera norma del documental, la segunda, que debe comer todos los platos del menú al menos una vez; la tercera, que si le ofrecen el tamaño gigante (super size), debe aceptar siempre; y la cuarta que debe comerse todo lo que le pongan.
En el primer super size (el primer día), que tarda más de 20 minutos en engullir, echa todo lo comido por la ventana de su coche. Es un buen preludio de lo que le espera, aunque, a partir del tercer día, dice que es como dejar de fumar: si aguantas los tres primeros días, el mono ya es sólo psicológico. Con la comida rápida/basura, debe ocurrir otro tanto, que al tercer día ya te has acostumbrado.
El tipo, además, intenta hacer el ejercicio que hace el usuario medio de estos locales, es decir, andar menos de 2 kilómetros al día, con lo que su ganancia de peso y pérdida de masa muscular es brutal en ese mes.
Se hace seguir por tres médicos que, de inicio, le auguran un aumento de peso y poco más, pero que realmente llegan a flipar allá por el vigésimo día, cuando se plantea si dejarlo o no, porque la cara del médico de medicina general le dice que sus análisis de sangre indican que su hígado está sufriendo como el de un alcohólico. Literalmente, alucina con los resultados, y le dice que si viera esos análisis, le diría que dejara de beber. Abre tanto los ojos al decirlo, que debe de ser verdad, nunca había pensado que con la comida se pudiera infligir tanto daño al hígado.
Los otros dos coinciden en que debería dejarlo, pero él, inasequible al desaliento, sigue hasta terminar (no sé si debiera haber dicho esto, pero no es ninguna sorpresa). Supongo que se sobreactúa un poco, pero los resultados están ahí.
Es curioso, también, como se le ve hecho polvo subiendo escaleras, con el estómago revuelto, con pesadez en el pecho, etc, pero cuando come, todo se le pasa. La médico le dice que es porque está empezando a ser adicto a esa comida.
Dicen que cuando llega una sobredosis a emergencias, existe un medicamento que bloquea el cerebro a otras substancias, de modo que la heroína deja de actuar. Este mismo medicamento, se ha probado, elimina las ansias de comer chocolate a adictos a este manjar.
Curioso todo. Sobre todo, porque los clientes favoritos de McDonald´s son los niños, el futuro, donde tienen actitudes tan hipócritas como decir que la culpa de la obesidad infantil es de la educación, y venden comida basura barata a los colegios; colegios donde se recorta la educación física gracias al señor Push.
Además, claro que los padres tienen su parte de culpa, ¿pero cómo van a competir con miles de millones de dólares gastados en publicidad?
Supongo que la cultura del pelotazo de ese país, donde importa más la rentabilidad de los accionistas que la salud pública (por hank, todo lo público les da cagalera a los americanos...). Donde los dólares de publicidad y abogados dejan limpia la cara de un negocio con los pies muy sucios.
En fin, que un recomendable documental, al estilo de los de Michael Moore, tal vez a su estela, que da una cara bien real de los peligros de la dieta rica en grasas y calorías y pobre en todo lo demás.
Por cierto, que hablando de calorías, nadie supo decir qué es una caloría. Sin mirar la wikipedia o google lo digo yo: la cantidad de energía necesaria para aumentar en un grado centígrado la temperatura de un litro de agua. Aunque luego se la reinventaron los publicistas (cómo no...) porque no quedaba bien que en un paquete de galletas pusiese que tiene 150000 calorías (CUANTAAAAS????) y definieron la
caloría publicitaria como la
kilocaloría científica, de modo que así, el mismo paquete de galletas tiene ahora
sólo 150 calorías, que parecen muchas menos, sobre todo si la competencia no se cosca del cambio.
Ea!
P.D: Es casualidad, pero después del documental, McDonald´s amplió su oferta de ensaladas, y eliminó el tamaño super size.
P.P.D: Hacen un truco con unas patatas fritas que es digno de verse, oye!