El tipo raro de mi garito
Creo que ya he comentado alguna vez, y si no, lo hago ahora, que habito durante la semana en un garito con cuartos, bar y restaurante.
Algún día entraré más en detalle de la clase de calaña que se arrima por allí.
Hoy voy a centrarme en un tipo que ha pasado allí el verano y un poco más, hasta que por fin se ha ido, dejándome solo en mis dominios. Por fin puedo ir a mear en pelotas tranquilamente después de ducharme, pero eso también dará para otro post.
Como bien sabrán los más veteranos en la lectura de este blog, me tomé tres semanitas de vacaciones en agosto. Tampoco es que esto sea de máxima relevancia para el mundo, pero es que al volver, ya estaba allí. En el primer cuarto del piso de abajo. Sin darme cuenta un parásito había venido a usurpar mi lugar, tantos años trabajado.
El tipo no sé cómo se llama, porque nunca se identificó, pero las malas lenguas dicen que tenía la desfachatez de llamarse F*******o J****r. Yo desde un primer momento le llamé el satélite porque se dedicaba a dar vueltas en torno a alguien con quien conversar mientras pasaba el día.
El primer día, cuando el primer capítulo de la primera temporada de Perdidos (repetido, pero no lo había visto) centraba toda mi atención (tal vez por eso no recuerdo su nombre), se sentó a mi lado y empezó a hablar.
- Hola, tú eres gorka, no? Ya tenía ganas de conocerte... blah, blah, blah, blah ...
Rajó y rajó y yo asentía con la cabeza mientras Jack intentaba no volverse loco entre los escombros del avión.
Lo sé, soy un desconsiderado, pero siempre he desconfiado de quien se acerca demasiado amigablemente. Eso de no nos chupemos las pollas todavía, caballeros es una ley inquebrantable en mi vida. No es que no me fíe, pero no tengo por costumbre contar demasiadas cosas de mí a quien no conozco demasiado bien y no sé cómo va a usar esa información... por eso escribo este blog...
En fin, que de lo poco que saqué en claro estaba el hecho de que el tipo tiene 38 años, no ha trabajado más que de jardinero para sus padres, y por fin le han echado de casa y va a buscarse la vida. Ah! y creía que con chicas el garito ganaría mucho. Hombre, supongo que sí, pero por allí suelen habitar tiernas mozas universitarias que en general no pasan de los 20-23 años, pero a lo mejor no le hace ascos...
Después me enteré de que su padre es un respetable médico con más dinero del que puede gastar (no así su hijo...) y que acabó tan harto de él que le ha puesto una orden de alejamiento para que no se acerque a su casa.
¿Un poco fuerte? Bueno, aún no sabéis nada y el post va para largo.
Las noches siguientes descubrí porqué su padre quemó su paciencia. Normalmente duermo (o trato de hacerlo) con tapones en los oídos (sólo junto a ella duermo bien sin tapones) así que no me enteré del todo bien, pero cuando las ninfas de Morfeo se arremolinaban en torno a mí para llevarme a sus dominios, creí oír la tele. Un programa de cantes de la primera, creo, y el tipo hablando solo. Se reía, se callaba, protestaba...
Atacadle a él, a él !!!
A eso de las 1:30h salí a mear. Oía algo, pero no sabía muy bien qué. Miro al sofá y el tipo está sobado con una radio pequeña a todo tren con música bacalao. Cuando salí de mear ya no estaba.
Las siguientes noches más de lo mismo. Cuando llegaba tras el gimnasio o después de cenar, el satélite ya se había metido un par de porros de maría y unas cuantas cervezas y hablaba por los codos... aún siento escalofríos cuando recuerdo el partido España - Serbia... Michel Salgado, tú sí que estás delgado... ¿Michel Salgado? Sí Salgado... delgado...
Joder, que ya tengo una edad como para soportar a esta gente... todos los días...
Durante el día se dedicaba a la vida contemplativa. Toda su existencia se basa en el gorroneo a su madre y/o hermana, que le deben de dar lo justo para pasar el día, porque si le dan lo de todo el mes, se lo pule en una semana. El padre no debe de saber nada de esto...
Pasa el día, digo, durmiendo, en la piscina de la urbanización de su papá y en su pista de padel. Jugando a ser mayor con un cerebro de 20 años en un cuerpo de 38. Por la noche huye de su día con un tratamiento de drogas y alcohol que ríete tú de la Kate Moss esa.
Y así día tras día.
Me encanta cuando, tras despedirme hasta el día siguiente dice: ah, claro, que mañana trabajas... no te jode, como todo el mundo...
Un día comí con él. Aprovechó esos momentos de lucidez para contarme todas esas cosas familiares que es mejor que no contara.
En fin.
Llegó el día en el que vio la luz y se puso a buscar piso y curro movido por la necesidad de disponer de una cocina para sus experimentos. Parece ser que le rechazaron en varios sitios (no me extraña, 38 años, sin curro, ¿qué quieres?) y se cabreó un par de veces. Nada que un par de petas no puedan arreglar.
Otro día estaba realmente cabreado. Al menos no lo paga con el mundo, le reconozco una civilización que no se ve demasiado hoy en día. Puede estar cabreado, pero no violento. Nunca temí por mi integridad, ni siquiera la sexual.
Ese día, decía, estaba más cabreado.
Es que, mi asistente social me había dicho que podía pillar una ayuda y resulta que no puedo acceder a ella porque no llevo un año fuera de casa. Que son 500 euros al mes, que es un capital... Así no tendría que buscarme un trabajo de lavaplatos en algún restaurante.
¿Asistente social? ¿Asistente social? ¿Ayuda de 500 euros? ¿El hijo de un médico millonetis pidiendo ayudas de 500 euros para no trabajar de lavaplatos? Algo he hecho mal en mi vida para no saber que se puede vivir sin trabajar de semejante manera.
Al menos espero que esos 500 euros vayan a quien lo necesite realmente y no a parásitos como éste.
Al final, se fue. Sus padres se fueron a pasar unos días a Andalucía, según creo, y el tipo volvió a su casa como el almendro por Navidad. Si alguien le hubiese denunciado, la ertzaintza tendría que haberle sacado a rastras por quebrantar la orden de alejamiento. Así es él, rebelde con caja (y casa). Hace realidad lo de vivir de los padres hasta que pueda vivir de sus... ¿sobrinos?
Hace un par de días volvió, pero no para quedarse. Ha debido de encontrar habitación en alquiler en Bilbao, pero me da a mí en la nariz que este vuelve en cuanto le echen de allí, si es que le readmiten.
Normalmente nunca sé qué contestar a esas típicas preguntas de selección de personal, dónde te ves dentro de diez años. Joder, ahora sé lo que no quiero ser cuando tenga 38.
1 comentario:
Aupa!
Espero que no, noviembre puede ser mi último mes allí.
¿Lo echaré de menos? La respuesta dentro de tres meses... si me acuerdo...
Eskerrik asko etortzeagatik :D
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