Viaje en el Tiempo

El viernes fue 13, mal día para casarse y embarcarse, y en el que estuve en cliente, encorbatado y remangado, planeado una boda entre ambas empresas y fuera de la oficina.

Abocado como estaba al fracaso, dudaba, tras salir, si quedarme toooooda la tarde hasta las 20:00, o irme a dormir a mi sofá, con mi gato, con mis capítulos de Lost y Heroes... finalmente, opté por dar una oportunidad a un mail que había llegado un par de semanas antes y a los que habitualmente acabo defraudando.

Me quedé en la ofi, incluso cuando todos se fueron, me vi el quinto capítulo de Lost en el portátil del trabajo y con las luces apagadas (gran capítulo!) y cuando dieron las 20:00, estaba ya camino del Abesbatza, lugar de la quedada.

Al llegar, dos vistazos y en seguida tuve una curiosa sensación de dèja vú. Dos caras familiares, dos tipos echando el primer trago en la barra de un bar y hablado de compañeros de trabajo comunes, y todo comenzó. Saludo inesperado (no me esperaban) y en unos minutos, fue goteando gente, conocidos y alguno que no, que se sorprendieron de verme tanto como me alegraba yo de verles a ellos.

Es curioso cómo las cosas parecen no haber cambiado nada en tres años. Aquellos de los que me despedía una vez desde aquí mismo, ahora se me presentaban, tal cual los recordaba (algunos más delgados, algunos más guapos, todos perfectamente reconocibles), uno a uno, según iban llegado.

Al principio siempre me cuesta entrar en calor, pero tras poner bote, y comenzar con la vuelta de turno (portátil a cuestas y de traje, imperdonable...) por entre los bares de "Pozas", entre picas y pinchos, risas y recuerdos, puestas al día y chiste malos. Entrañable a más no poder. Entrañable, con esa sensación de no haberme ido nunca, con esa sensación de no haberlos recuperado porque nunca los perdía realmente.

Con algunos hablé más y de mejores cosas al borde de abarrotadas barras, con otros bromeamos y hablamos de series y baloncesto, con todos pasé unas horas que se fueron como si nada, aprovechadas, eso sí, como un viaje al pasado, a ese pasado de trabajo diario y buen rollo generalizado. No estaban todos los que fueron, pero si fueron todos los que estaban. Eché especialmente de menos a ecarbal y a jdomingo, pero como no suelen pasarse por aquí, no dejaré pasar la oportunidad de ponerme melancólico y les escribiré un correo para ver si podemos echar una comida algún día de estos.

Mientras bordeábamos a modelos acompañadas de corbatas repeinadas, no pude evitar pensar en los compañeros dejados atrás. Desde aquel primer trabajo que murió tras un correo memorable, a aquel segundo que dejé por un tercero del que escapé, hasta mi etapa autónoma y el actual proyecto de construcción de una estrella de mar, he dejado un reguero de personas con las que sigo en contacto de alguna u otra manera y eso me ha hecho sentirme afortunado. De todas las etapas guardo muy buenos recuerdos, casi siempre centralizados en una persona o un grupo de pocas personas muy especiales, rodeados de otros que quedaron atrás del todo.

Pero con estos no. Desde el primero al último son entre sí y para sorpresa, también para mí, como una pequeña familia de personas que se alegran de los éxitos y sufren con los fracasos del resto. Todos diferentes, todos muy unidos.

(Para aquellos que puedan sentirse defraudados al leer esto, sabéis que no va por vosotros, joder, si hasta seguís entrando al blog de vez en cuando...)

Un poco antes de las 0:00 el hechizo se acabó y el sueño y el cansancio hizo que ese irlandés de Moyúa en el que a veces un compañero toma té rojo mientras me intoxico de café fuese el último de la noche para mi. Me despedí de todos, con una estupenda sensación a medias entre las cervezas y la camaradería.

Y, como lo prometido es deuda y prometido quedó que iba a hacer esto de manera sutil, como sólo yo sé hacerlo, una "morcillita" de esas que sólo entiende quien las recibe, Miren, espero responder afirmativamente otra vez a uno de esos mails antes de pasen otros tres años. Todo sea por ser sutil...

Llegué a casa a eso de las 0:20, justo a tiempo de encender el ordenador para ver Heroes y llegar a ver, en directo y en el momento justo, el segundo 1234567890 en Google...



... otro friki de la informática que ahora llamo compañero (y espero amigo) había enviado entre semana...

Después del capítulo, ya había cambiado a este otro:



... y entonces ya era mi 32 cumpleaños.

Tiempo de Crisis? Tiempo de Sorteos!!!

¿Habéis notado que desde que hay crisis se ha acentuado la tendencia de sortear absolutamente cualquier cosa, absolutamente en cualquier lugar y absolutamente en cualquier momento?

Creo que todo comenzó con la tele, cómo no, claro. A algún avispado productor le debió hervir la cabeza en una asociación impresionante: TV + Sorteos = €€€

Cualquier programa con un mínimo de audiencia no puede jactarse de un éxito real si no tiene, al menos, un sorteo de cuatro cifras por el envío de un sms; de igual manera que un cantante no es nadide desde hace años si su última canción no es un éxito como politono para el móvil. Programas de cotilleo, en los que siempre hubo espacio para la llamada de la maruja de turno dispuesta a coquetear con el presentador, fueron los primeros.

Después, cualquier evento deportivo es bueno. ¿Por qué? Pues porque la idea es estupenda. Aprovechemos el tirón de La Roja, de Alonsito o de Nadalín para, así de tapadillo, hacer que si el 10% de la audiencia se gasta 1.5€ (iva no incluido) en un sms, del cual ganamos 1€, igual el precio de 10000€ nos sale gratis y hasta ganamos pasta!!!

Echemos cuentas... 10000 es a 10 como x es a 100... con 100000 personas delante de la tele, suficiente. Joder, si la selección junta 10 millones de personas ante un televisor, si ese 10% envía el mensajito, es 1000000 de mensajes. Y si nos ponemos tontos y en lugar de ganar un euro ganan medio, estamos hablando, mínimo, de 500000 euros de ganancia así por la chorrada del sorteo. Bueno, 490000, que los 10000 hay que dárselos a alguien...

Y así nos bombardean, con la crisis como excusa con más motivo, con sorteos por todas partes. Anda, anda, el programa este que quieres ver no está mal, pero no te hace un mensajito? Anda, chato, no seas así, que es pa la crisis...

¿No lo habéis notado?

No hay ahora mismo nada en televisión que no sea una película, que no tenga su preceptivo concurso. Juegos de azar, subastas inversas, sorteos en los que "compras" un boleto por cada sms, hazte rico al instante!!!

El colmo ha sido este esperpento de pseudo-programa de televisión en el que, simplemente, juegas a una lotería escondida. Y todo para hacerte feliz... ya, claro, es que en un programa donde no tienes la audiencia asegurada con el contenido, el cebo debe ser un precio del copón bendito, asumiendo riesgos. No importa cuánto haya que dar, sino cuánto se puede sacar de los televidentes, la banca siempre gana, hagan juego señores.

¿Y lo bonito que sería que en un evento de estos, nos pusiéramos todos de acuerdo para que le tocase a una única persona, aquella que enviase el único sms presentado a sorteo?

Hagamos el favor de no caer en esta trampa, aunque no confío nada en esta estúpida sociedad en la que sobrevivimos.

Vuelvo a Publicar

Está decido, tras haberme desahogado como nunca en el anterior post, puedo decir que vuelvo a publicar... o al menos esa será mi intención, a ver si puede ser...

Camino Inverso

Esta última semana, así de directo, como si no me hubiera ido tres meses, he visto cine. Cine que, independientemente de su origen, ha sido del bueno, del muy bueno.

He oído muchas veces que deberíamos vivir la juventud jubilados, recibiendo una paga mensual para juergas hasta los treinta, y luego trabajar hasta que te mueras. Normalmente lo han dicho imberbes gilipollas con más de alcohol que de hacer algo con sus vidas, lo cual no quita que se pueda hacer una cierta reflexión acerca de ello.

Naturalmente, estaría bien pensar en una vida diferente, mejor organizada para ser más feliz. Supongo que lo hacemos porque el ser humano está diseñado para ser infeliz o, quizás más acertadamente, para buscar indefinidamente la felicidad. Algo así debió pasarle por la cabeza al creador de El Gran Gatsby para parir lo que ahora nos llega como la última película de un edulcoradísimo Brad Pitt.

El Curioso Caso de Benjamin Button. Pagamos 6.30€ cada uno por ver esta película en pantalla grande, sin saber nada más que el trailer y que tiene 13 nominaciones a los Oscar. Y no nos defraudó.

No me cargo nada si comento que se trata de la historia de un bebé nacido viejo, con cataratas, calcificaciones en las extremidades y un sinfín de males asociados a la vejez extrema, y que es abandonado por su viudo padre en el momento de nacer. Pero es acogido en una casa de ancianos (gran puntazo de la historia) y a partir de ahí, sobrevive para crecer, o menos dicho, decrecer, a medida que todos los demás siguen la línea temporal habitual.

Pensándolo en ese momento, creo que es inevitable pensar que estaría bien nacer viejo, e ir al revés, porque siempre que te planteases retos a futuro, sabrías que no te faltarán fuerzas para acometer lo que se te ocurra. Lo pienso y me parece perfecta la perspectiva de encontrarte en ese momento de la vida en que tienes la experiencia suficiente para realizar grandes proezas, pero sin el cansancio acumulado de dichas vivencias. Y en la película lo piensas. Y te parece genial.

La historia sigue más o menos a lo Forrest Gump, con muchos guiños al espectador, y con imágenes de lucimiento del artista, pero con un trasfondo de ir a contracorriente y con una creciente sensación de que el sueño puede convertirse en pesadilla.

Y es que las cosas, como decía, nunca son a gusto de todos, y no por ir al revés de todo el mundo vas a ser más feliz. No por tener la perspectiva de ir a mejor físicamente a la par que tu mente crece significa que no vayas a estar encadenado a la irremediable necesidad de seguir a la zanahoria que se nos planta delante, aparentemente accesible, realmente imposible: siempre persiguiendo una felicidad que se nos escapa de entre los dedos.

Una muy interesante historia, con una Kate Blanchett ante la que una vez más me quito el sombrero y un Brad Pitt más actor que nunca. Una historia con una sensibilidad y un sentido tales, que cuando se terminó nos quedamos con ganas de más, a pesar de ver con sorpresa que eran casi las 20:00 cuando habíamos entrado en la sesión de las 17:00...

Di que al menos esta película agridulce (toda candidata a los Oscar debe serlo...) la vi después de soportar un metraje casi parecido con Camino. Y no, no es que me disgustase, nada más lejos.

La vi, lo adminto, tras ver a Nerea Camacho recibir su Goya.

Camino es una chica de 11 años a las puertas de la muerte. 5 meses antes, su vida era normal, 5 meses que dan para más de dos horas de película. Mucho? En realidad no. Demasiado? Totalmente.

La pobre se encuentra rodeada por unos personajes que parecen no querer entender que lo único que quiere es pasar unos minutos más con su primer amor, Jesús, que no puede tener un nombre más acertado (o desacertado, según se mire). No quiero destripar nada de la película, supongo que todo el mundo sabe que está basada en ciertos hechos reales acaecidos, entre otros, a una chica, hija de sectarios del Opus Dei, y que se encuentra en vías de canonización/beatificación/santificación (no sé la diferencia entre las tres...).

Lo que sí puedo decir, y tengo que decir, es que es una pelicula cuya historia te agarra las entrañas, te las revuelve, mientras te hace reír, y luego les da la vuelta, te angustia hasta no poder más, y finalmente te las hace tragar de nuevo. No sé explicarlo de otra forma, pero ha sido una de las historias que más me han conmovido.

Recuerdo que cuando vimos The Ring en la universidad, no pudimos irnos a dormir sin poner una peli de dibujos para templar los ánimos. Esta vez, tuve que recurrir a un capítulo de Futurama para poder irme a la cama. Joder, qué puto mal rollo. Un canto a la vida y al amor con tonos de marcha fúnebre. Como reírse en un velatorio. Todo un torrente de sensaciones que es inevitable, inabordable, y casi inaguantable.

Pasarlo mal con una peli de miedo? Pásalo mal ante lo jodido de esta historia...

... que como digo, me encantó, pese a que no esperaba que fuera así. Preparen sus clínex, caballeros...

En fin, que una vez más, se constata aquello de que sólo hacen falta tres cosas para hacer una buena película (en esta ocasión, dos): una buena historia, una buena historia, y una buena historia.

P.D: Javier Fesser, eres un pedazo de cabrón hijodeputa. No lo he pasado tan mal, tan bien, tan raro, en la vida con una película. A la videoteca de copias privadas vas... aunque no descarto ir a la segunda edición en el cine...

La Sombra del Ángel

Esta vez toca hablar de libros. En los últimos tiempos en que este blog no se ha actualizado, he estado leyendo, como siempre, y como nunca.

Caí en un primer momento en las garras de Carlos Ruiz Zafón donde siempre. En la entrada del TopBooks, en la Gran Vía de Bilbao, apilados a la entrada, saltando sobre cualquiera que se atreviese a entrar, y mientras meditaba qué libro iba a acompañarme en cada viaje a trabajar.

La Sombra del Viento. Suelo huir de los best-sellers, por aquello de evitar seguir a la manada y como forma de autoconfirmación personal, pero esta vez me dije... qué demonios!

Y lo compré. Y lo leí. Y me encantó.

Es habitual que los libros tienen siempre una presentación, nudo y desenlace. Lo es también que un libro te lleva de un lugar a otro, dejándote llevar o haciendo que pique tanto adivinar por dónde te va a llevar que es inevitable leer el siguiente capítulo. Esos son los buenos libros.

Éste, tiene presentación, presentación, presentación y desenlace. Y es mejor.

Dice una de las críticas que es un libro en el que hasta las subtramas tienen subtramas. Y es una verdad como un templo. No quiero destripar nada de la historia, porque es suficientemente buena como para engancharte desde el principio, o no, pero sí quiero resaltar que es un libro que en lugar de llevarte, linealmente de un sitio a otro, aquí simplemente te cuenta tropecientas cosas prácticamente paralelas, de modo que en lugar de avanzar "hacia adelante", avanzas "hacia los lados", completando, con las subtramas de las subtramas una historia que se precipita hasta un muy buen final en las últimas 100 páginas. Esto puede hacer parecer que el libro está "parado", o que le falte ritmo; nada más lejos, porque no defrauda. Todo lo ancho que el autor abre ante ti acaba concentrándose en un único punto final apoteósico y sin resquicios.

Muy recomendable.

Después, para compensar la calidad con la cantidad, tuve la desgracia de perder varias semanas con la versión novelada de Sexo En Nueva York. Vaya por delante que ni he visto la serie más allá del beso lésbico de la prota con Alanis Morisette, ni la posterior película. El libro, desde luego, no me ha dado ganas de ir más allá. De hecho, desde las primeras diez páginas sabe uno si le va a gustar o no, porque la historia no engancha, si acaso, el estilo, y el estilo no me gustó.

Para destriparla un poco más, decir que hay diez millones de personajes, la mayoría ni siquiera nombrados (sin nombre, vaya...), y con miles de historias inconexas de principio a fin.

Una chufla.

Y tras él, engañé a una compañera de trabajo para que me lo cambiase por El Juego del Ángel, otro libro de Zafón, relacionado con el primero, aunque prefiero evitar la palabra "secuela". Bueno, ella sí es fan de Sex in the City, así que ganamos los dos, o tal vez deje de hablarme para siempre... veremos.

En fin, que este otro libro, me ha enganchado más si cabe que el segundo. Si tardé varias semanas en tragar las más o menos 200 páginas anteriores, las más de 600 de éste me han durado unos 9 días de viajes en tren.

La estructura es más "normal", pero con la salvedad que cada 200 páginas hay un nuevo ciclo de presentación, nudo y desenlace, lo cual hace que llegues, habiendo visto el percal antes, con toda la expectación del mundo a las últimas 100.

Y te matan.

La historia es una pasada, una sucesión de eventos más o menos previsibles, que te tientan a aventurar el siguiente fin de capítulo (algunos, realmente alucinantes), pero que casi es mejor dejarse llevar.

Una historia acojonante que esperas poder concretar con una explicación certera y sorprendente a la altura de todo el resto.

Y no.

Por suerte, otro par de compañeros habían leído el libro antes, y he podido confirmar que ese final, ni es final ni es nada. Es más, deja todo tan abierto a la interpretación del lector que todo bien ha podido ser el delirio de un febril enfermo que una invasión extraterrestre.

Así que no sé qué decir de él en global. ¿Qué se puede decir de un libro cuyo final te deja helado, frío, desilusionado, defraudado?

Al menos ha suscitado la conversación entre los lectores, que coincidimos en que no hay por donde cogerlo.

Será que a base de dejarte llevar, tal vez olvidas que debes tener tu propia teoría de lo que pasa, pero si al final no se te confirma ninguna de ellas, y ninguna se desmiente... ¿qué?

Entre suecos anda el juego

Llevo días, demasiados días, con la idea de escribir sobre varias cosas que en una vida anterior hubieran tenido, sin lugar a dudas, su post correspondiente.

Ahora, en esta nueva vida que me está tocando llevar, los posts se me acumulan e, inevitablemente, deben acabar compartiendo recoveco en este blog que me resisto a dejar morir.

Animado por la cantidad de visitas que se mantiene estable a pesar de la aparente dejadez del escribiente, hoy, mientras Gema debe abandonar la casa de GH10 entre los falsos pech... digooo, brazos de Gisela, me toca escribir.

Como es habitual, aún leo. Tengo dos libros pendientes de comentar, pero esta vez, debido al título impuesto por un tema anterior, hoy me toca escribir acerca de "La Princesa de Hielo".



Bajo un título tan familiar que a todo el mundo le da la sensación de que algo con ese título, bien libro, disco, peli o personaje mala de cuento de hadas, se esconde una novela, de una sueca llamada Camilla Läckberg. De hecho, su primera novela, de misterio, hambientada en su pueblo natal y de misterio.

Así, en una frase, queda resumido el libro, pero por comentarlo un poco más, diré que se trata de una novela negra en un entorno blanco de la fría nieve de Suecia. Frío empieza el libro, con un cuerpo encontrado entre la escarcha acumulada en una bañera casi congelada. Sigue presentando a la protagonista, una escritora (cómo no...) especializada en aburridas biografías que se pasa por su pueblo natal en el momento de la muerte. Involucrada, por supuesto, en el suceso al tratarse de su ex-mejor amiga de la infancia, investiga hasta más allá de donde una relación con el poli (el chico, siempre hay un chico...) listo del lugar le debería permitir. Mientras va descubriendo hechos acontecidos en esa casi olvidada infancia y se le revelan las más diversas informaciones que parecen divergentes, se plantea si escribir una novela de misterio basada en su propia vivencia, de modo que se podría decir que la propia novela es el fruto de ella misma.

El ritmo de la novela hace que se lea bien, con capítulos tal vez un poco largos para un viaje en tren. En cualquier caso, siempre un ritmo adecuado que hace que queramos ir leyendo más y más para llegar a un final que puede preverse a medida que se llega a él, pero que no deja de ser sorprendente y redondea perfectamente la historia.

En fin, que recomendable libro de una autora que creo que promete mucho, El Mundo dixit.

Pero para suecos, Abba.

Y es que voy a ir al infierno por haber ido al cine, cosa que va en contra de mi religión. Bueno, al purgatorio tal vez, ya que fue a un cine de pueblo a un coste probablemente peleable con ese dios que me prohíbe dejarme más de 1000 pelas en una entrada.

Bueno, que Abba y cine, poco más que añadir, nos lleva a "Mamma Mia", directamente y sin escalas.



Sí, es un musical, es de música de los 70, y salen los trajes típicos del grupo. Y sí, me ha encantado.

La historia es fresca, donde las letras de las canciones pegan, se enganchan perfectamente, y eso denota una labor de guión, de tener algo que contar, que es de agradecer en un tiempo en el que, tras una larga lista de pelis de superhéroes calcadas unas de otras, ahora parece que seguimos con el filón de los videojuegos.

Así pues, simplemente añadir el papelón de una espectacular Meryl Streep y un estupendo trío de personajes masculinos, secundarios de lujo para una peli "de chicas".

Y muy recomendable para todos y todas.

Hasta siempre, Paul

NDS? qué NDS?

Hoy es el cumpleaños de la persona que da sentido a mis días y alegría a mis noches.

Quedando tan cerca de nuestro aniversario de boda, es complicado acumular ideas originales que regalar en tan poco tiempo, y también acumular los euros suficientes...

Pero este año, rizando el rizo y tirando la casa por la ventana, me propongo darle la sorpresa de su vida (otra de tantas... como partidos del siglo son los Madriz-Farça).

Su relación con los videojuegos no pasa de reírse de las gesticulaciones de mi cara cada vez que jugaba al Tekken 3 en el Artea, o al Virtua Tennis 2 en el Max Center. Bueno, y ahora con el PES6 en el sofá de casa...

Traté de que dos de mis grandes pasiones se llevaran mejor en forma de juegazo. Me bajé una versión de Mario para PC, lo conectamos a la tele, y con mando tipo consola conectado al usb, como si aquello fuera una Nintendo.

El experimento funcionó durante unas horas, lo justo para reírse un rato del ruido que hace Mario cuando encuentra un ladrillo de esos que no se rompen, y para desesperarse de no pasar de la primera pantalla. En su defensa diré que yo no pasé de las segunda y me aburrí igualmente.

Pero mira que ahora la gran idea es sacar pasta de quienes no gustan de gastar sus horas muertas matando marcianos o marcando tantos en cualquier evento deportivo mientras piensa en lo jugable que es o no.

Léase Nintengo, en un alarde de imaginación, lanzó la DS y la WII, dirigido a ese público que no quiere un reto en un videojuego, sino algo más. Algo más en forma de entrenamiento mental, movimiento físico, o divertimento vario en familia. No tengo la gracia de haber sido bendecido con una WII, aunque he oído reiteradamente a más frikis que yo que está bien para una tarde lluviosa de domingo y en familia, pero para jugar sólo una noche de viernes, mejor un GTA, un NBA Live o hasta un FIFA si me apuras ;)

De modo que, guiado hasta ella a través de juegos como ese que te enseña a cocinar de verdad (seguro que me enseña más a mí que a ella), o ese otro que te ayuda a hacer ejercicios de yoga (una de sus grandes pasiones, con la que no me llevo mal), he acabado por comprarle la Nintendo DS.

Ahora mismo estará leyendo esto en el portátil de casa pensando dónde narices estará, recordando entre sonrisas todos los sitios donde le he dejado escondido algo alguna vez. Pero esta vez el sitio es nuevo ;)

¿Recuerdas dónde guardamos los collares del gato?

¡SORPRESA!

Esperamos unos minutos mientras realmente busca la consola...

...

...

¿ya?

- Vale, y ahora, ¿qué hago yo con esto? - se estará preguntando.

Muy fácil. Sólo hay que seguir unos pequeños pasos...

1.- Abre la tapa.
2.- En la parte de abajo, a la derecha, está el palillo con el que pinchar en la pantalla, sácalo.
3.- Hay un botoncillo en la parte derecha, un poco más arriba de donde estaba el palillo, que se empuja y suelta y se encenderá.
4.- Tras unos segundos de mensajes, verás un menú donde parpadea el primer elemento, arriba a la derecha; pínchalo dos veces.
5.- Verás todo un listado de juegos y una barra a la derecha para navegar hacia arriba y abajo en ese listado. Pinchando en las flechas vas para arriba y abajo.
6.- Yo que tú iría el primero al que se llama "Personal Yoga Training", que está en castellano :) Pincha dos veces sobre él.
7.- Trastea un rato, y cuando sea la apagas con el botón de encender.

Y ya no me sé más.

Lo descubriremos juntos, pero por lo que he podido ver, se pueden meter mp3, películas, fotos, hasta pdfs!

Todo un sistema multimedia al que se le pueden meter cascos y enchufar a la red eléctrica.

Ahora sólo falta que me la deje algún día para ir en el metro y dejar al fin ese cutre-juego de agrupar bolas del móvil... y que yo me atreva a llevarla... porque es la rosa, metalizada, eso sí, JUAS!

P.D: Por cierto, también tienes el de cocinar, se llama, creo "Cocina Conmigo" :)

Un año ya

Dicen que el matrimonio es la tumba del amor. Actualmente las estadísticas dicen que uno de cada dos terminará en divorcio, confirmando de manera aplastante que casarse es la principal causa de separación.

Hoy cumplo un año de casado, bueno, mi mujer y yo, claro. Hace un año ya que unimos oficialmente nuestras vidas en una celebración estupenda cuyo desarrollo no terminé de desarrollar en este blog. Parece que fue ayer, cuando salíamos disparados hacia una nueva vida que finalmente se me ha presentado como muy parecida a la anterior.

Serán cosas de haber vivido ya previamente en pecado para no llevarnos sorpresas la noche de bodas :S

O tal vez es que aún estamos lejos de los fatídicos siete años. Aunque hace tiempo que los dejamos atrás en nuestra relación. ¿Alguien puede confirmar que el problema de los siete años es en años de casados o de novios+casados?

En cualquier caso, hoy, hemos celebrado que no nos estamos muriendo en ningún ataúd, ni nos estamos asfixiando el uno al otro minándonos nuestro espacio personal. De hecho, hasta tenemos espacio suficiente para uno más... no, por ahora no aumentamos la familia, me refiero al gato...

Porque anda que no está ya todo el mundo con la fatídica pregunta que dejamos de oir el día de la boda: "... y vosotros qué?"

Si antes se referían a la boda, ahora se refieren a los hijos... Y es que nos encontramos con que parejas que compartieron curso prematrimonial con nosotros han pasado ya por el siguiente, por el de cómo educar a los hijos previo al bautizo...

Y claro, como ya tenemos un sobrino, ahora toca la niña. No sé muy por qué extraño equilibrio universal todo el mundo presupone que en caso de tener familia, vendrá la esperada niña, pero es así.

Y claro, a base de escuchar y escuchar, le entran a uno ganas de planteárselo.

Sobre todo por confirmar si tener en mente la vida de otra persona hace que a uno le parezca esa zorra hija de la gran puta menos mala.

11-M, 20-A

Donde las dan...

Todo el santo verano con Cristiano que sí, Cristiano que no, Manchester tratante de esclavos, hijosdeputa todos que no dejáis que venga gratis si hace falta.

Creo que de eso de los clubes señores se ha pasado a los señores de los clubes, porque anda que no se han hecho guarradas desde el equipo del gobierno pasando por encima de los clubes de origen de varios de sus últimos fichajes.

Pero, vaya, que si es la revés, Makelele, por ejemplo, entonces sólo se trata de un negro desagradecido que se va al olor del dinero. Joder, como si no hicieran lo mismo.

Esta vez, mientras a primeros de verano los madridistas flipaban pensando en Robinho por la izquierda y Ronaldo (el Cristiano) por la izquierda, o viceversa, ahora el primero le ha echado lo que no le echó el segundo y dice que se quiere ir.

TOMA!

¿No querías taza? Taza y media!

Ahora todos dirán que Robinho no será tan bueno, que sólo es otro negro desagradecido más, que total, ya verás cuando el año que viene venga Cristiano...

Humo, humo mientras el españolito de a pié se caga en Zapatero porque estamos en crisis, dicen... y él tiene la culpa, también dicen. Pero el fútbol, ah!, el fútbol, con la iglesia del siglo XXI hemos topado, amigo Sancho.

En fin, veremos como sale al final la cosa, que seguro que no acabará con Robinho en el Chelsea... porque si le dan una torta al Madrid, entonces el Madrid se la devolverá a otro club... más pequeño... ¿que tiemble el Valencia con Villa?

Visto la vista de los fichadores del Madrid, lo mismo cambian a un extremo por un delantero centro... mientras no se nos lleven a Van Persie al menos...

Ah! y por si hay suspicacias, recordemos también todos y cada uno de los 4000 millones de pesetas que el Barça puso encima de la mesa por Rivaldo a una semana de empezar la liga...

Medallero Olímpico



¿Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia?

Hoy es 08/08/08

Y a mí me la sopla la numerología...

... pero a las 08:00 am, he sacado esta foto.



Para la posteridad.

La soledad del ganador

Hace un par de años, cuando el Barça le ganó aquella mítica final de Champions a mi Arsenal, pude vivir la soledad del perdedor.

Ese hermano postizo que tengo en Santander me envió sin piedad todas las fotos del evento que cayeron en sus manos. La más espeluznante, Henry, con el 14 a la espalda, sólo, en medio del campo, en medio de toda esa gente, en medio de todo ese ruido.

La soledad del perdedor, pensé, sería un magnífico título. Mientras los ganadores se reúnen en torno a quien sea, entrenadores, compañeros, etc, los perdedores se resignan, se sientan, se desesperan viendo escaparse entre sus dedos la ocasión de gloria perdida.

Además, cuando se gana nunca se está sólo. Cuando se pierde, es fácil estarlo.

En aquella ocasión, la soledad del perdedor se manifestó como nunca.

Hoy, en diferido, hemos disfrutado de la final de OT. Sí qué pasa, OT.

No es que ninguno me apasione especialmente, de hecho, no recuerdo a algunos que abandonaron al principio, ni muchos de los ganadores anteriores, pero qué quieres, esta vez me ha enganchado el lado humano del concurso; que gane Virginia, vamos, que es lo que les jode a la mayoría...

En fin, que esta vez, hemos visto a una posible ganadora frente a un posible ganador. Todo el mundo, triunfitos, jurado (salvo el de las gafas...), incluso me atrevo a decir que la discográfica que anda por detrás (Sony...), querían que ganase él, Chepablo.

Pero no.

Esa audiencia que Chus Vázquez ha repetido tantas veces que se hace el moño donde le da la gana, quiso que no, que esta vez, iba a ganar la marginada. La favorita del favorito: Risto.

Y mira tú, esta vez, la soledad, fue de la ganadora.



Imaginad que esto lo ve alguien que no habla español. Si no fuera por la reacción de una Mónica Naranjo que, por cómo ha hablado otras veces, no se siente demasiado cerca de las discográficas, nadie diría que gana ella. Sobre todo cuando todos van a abrazar al perdedor...

Incluso cuando hacen que pase la pasarela como ganadora, detrás sólo la esperan sus padres... y luego la hacen volver! ¿No sería normal que estuviesen todos allí esperando al ganador? ¿Y que hicieran una entrevista más a fondo con quien ganase y éste fuese el último en pasar la puñetera pasarela?

Pues no, parece que no.

Va a remar su...

Hoy he recibido un correo la mar de revelador. Y lo tengo que postear; sin mayores explicaciones, sin mayores comentarios, sin mayores añadidos, tal cual me llegó.

En 2004 se celebró una carrera de remo entre empleados de una empresa japonesa y de otra española. Se dio la salida y los japoneses empezaron a destacar desde el primer momento, llegando a la meta con una hora de ventaja sobre el equipo español. La dirección de la empresa española analizó las causas de tan amarga derrota y advirtió que el equipo japonés estaba compuesto por 10 remeros y un jefe de equipo, mientras que la tripulación española la componían 10 jefes de equipo y un remero, por lo que se decidió adoptar las medidas adecuadas.

En 2005, la tripulación japonesa llegó dos horas y media antes que la española. La Dirección se volvió a reunir y, tras un sonoro rapapolvo a la Gerencia, concluyeron que los japoneses habían repetido estrategia (10 remeros y 1 jefe de equipo) mientras que la innovadora tripulación española, remozada tras las eficaces medidas tomadas el año anterior estaba compuesta por: 1 jefe de equipo, 2 asesores a gerencia, 7 jefes de sección y 1 remero. La conclusión de la Dirección fue unánime: el remero es un incompetente.

En 2006, tras encargar una innovadora trainera al departamento de nuevas tecnologías, la ventaja de los japoneses fue de cuatro horas. El equipo directivo reunido para analizar las causas del nuevo desastre comprobó que el equipo nipón había optado por la ya tradicional formación ( 1 jefe de equipo y 10 remeros), mientras que el español, tras una auditoría externa y el asesoramiento especial el departamento de organización, optó por una formación mucho más vanguardista: 1 jefe de equipo, 3 jefes de sección con plus de productividad, 2 auditores de Arthur Andersen y 4 vigilantes jurados que no quitaban ojo al único remero de la tripulación, al que habían amonestado y castigado quitándole los pluses e incentivos tras el fracaso del año anterior.

Tras varias horas de reuniones, se acordó que, para la regata de 2007, el remero sea un becario o en su defecto, una contrata externa, ya que, a partir de la vigésimo quinta milla, se ha venido observando cierta dejadez en el remero de plantilla, actitud que roza el pasotismo y con comentarios del tipo: "El año que viene va a remar su puta madre”.

La niña de papá

No he podido resistirme.

Mira que no quería postear algo desagradable. Mira que me he aguantado con lo de Martinsa-Fadesa, con lo de los petardos montañeses.
Mira que no quería postear algo ilusionante. Mira que me he aguantado con lo de Alonso y Piquet, con lo del basket contra Rusia.

Pero esto me ha matado.

Imaginad.

Un país, donde se lleva la castidad de las hijas por bandera. La de los hijos no le preocupa a nadie, supongo, a menos que la pierdan a manos y piernas de alguna de ellas. Las niñas, esas que Sabina decía que ya no quieren ser princesas, ahora son reinas. De un baile.

Un baile en el que su pareja es... papá.

¿Que por qué no detienen a todos por pederastia? Pues porque todo va envuelto en un precioso velo de religiosidad encorsetadora a más no poder. Pero desde luego la estampa me parece desoladora.

Niñas en un baile con sus padres en el que se celebra el rito de jurar permanecer puras y fieles a sus padres hasta que otro hombre las tome como esclav... digooo esposas, relevando así a los primeros como dueños de la pureza y castidad de sus almas.

Joder, voy a vomitar.

¿Serán conscientes estas niñas de que están entregando sin pudor su libertad sexual jurando algo que no tienen edad de comprender?

Aunque, lo más importante, ¿existirá algún rito que anule este acuerdo totalmente tendencioso e impuesto por una de las partes? ¿Algo así como un divorcio de papá?

En el país de las libertades, ¿dónde c*ñ* (nunca mejor dicho), queda la libertad sexual de estas personas?

Ubuntu Hardy Heron

Al fin, sí, tengo Ubuntu 8.04 instalado como dios manda en el disco duro del portátil. El proceso ha sido algo largo, más que nada por la falta de tiempo que por la falta de ganas y, por qué no decirlo, por el engorro de ponerme a reparticionar para hacerle un hueco.

Inicialmente, y para no tener que tocar absolutamente nada en las particiones, fue utilizar VirtualBox para simular una instalación de Ubuntu. Conseguí que se instalase, que viera la tarjeta de red (y conectarlo a internet, claro), el resto del disco duro (las particiones de Windows), el CD, etc. Pero, siempre hay un pero para necesitar un nuevo paso en el camino, es que la emulación de la tarjeta gráfica se quedaba más que floja para poder disponer de Beryl (en aquellos tiempos aún no había Compiz) en todo su esplendor. El objetivo inicial, por supuesto, era tener el cubo dando vueltas para dejar boquiabiertos a todos aquellos que me preguntasen eso de ¿Ubu-qué?

Viendo el límite del VirtualBox, herramienta más que útil para otros menesteres, el siguiente paso fue entrar en el maravilloso mundo de las live de Ubuntu. Para los más profanos, Ubuntu puede correr en un ordenador sin necesidad de instalación. Una vez ya me salvó la vida, esta vez, me valió para comprobar que necesito drivers no soportados completamente con Ubuntu para ver el cubo...

Pero claro, eso de tener que usar el mismo sistema básico y sin florituras cada vez que lo necesito, pues no mola nada. Y no poder hacerle virguerías, pues tampoco...

De modo que el siguiente paso en el camino, fue instalarlo en el disco duro, pero haciéndole trampas a Ubuntu. Esta vez, Wubi hizo la magia.

Esta herramienta permite que instales Ubuntu como una aplicación más de Windows, y desde Windows. Así, se le hace creer a Ubuntu que accede a un ordenador cuando en realidad se le encapsula entero en un único directorio de X gigas de Windows.

Vale, ahora ya puedo tener el cubo, guardar las configuraciones y vistosidades varias, y acceder al resto del sistema, a internet, a todo, y como si estuviera realmente instalado normalmente.

Nunca un "como" tocó tanto las pelotas. No sé si por la fragmentación de mi disco duro o porque la trampa a Ubuntu lleva su tiempo, el sistema tardaba como unos 3 infinitos minutos en arrancar.

Y eso si que no puede ser...

Así, finalmente, y con mis dos particiones de Windows, me he metido en ello hasta las trancas.

1.- Norton Ghost para hacer una copia de seguridad de la partición de datos.
2.- Partition Magic para partir dicha partición de datos en dos, y dejar 7 gigas para Ubuntu. Sin particionar, como si no estuvieran ni para Windows.
3.- Arrancar la live de Ubunut 7.10 y empezar la instalación con partición de disco guiada en el espacio más grande encontrado al final del disco (ese de 7 gigas que dejó el Partition).
4.- Una vez conectado a la wifi, actualizar a Ubuntu 8.04, actualizando todos los paquetes del sistema.

Y listo.

Este post, el primero que cae desde Ubuntu con su Firefox 3 y su escritorio retocado que ha quedado tal que así:



Para esto último, en realidad, me he basado en uno de esos muchos bloggers que cuentan como lo han hecho antes que yo.

¿Y lo a gusto que se queda uno?

Seres repugnantes

Lo he tenido que poner, para que se expanda más allá de internet:

Erase una vez en un avión.

- ¿Cuál es el problema, Sra.? - Pregunta la azafata. -

¿Es que no lo ve? - Responde la dama - Me colocaron junto a un negro. No soporto estar lado de uno de estos seres repugnantes. ¡Denme otro asiento!

- Por favor, cálmese… - dice la azafata - Casi todos los asientos están ocupados. Voy a ver si hay un lugar disponible.

La azafata se aleja y vuelve de nuevo algunos minutos más tarde:

- Sra., como yo pensaba, no hay ya ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en la clase económica. No obstante, tenemos aún un lugar en primera clase

Antes de que la dama pueda hacer el menor comentario, la azafata sigue:

-Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero, vistas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante.

Y dirigiéndose la persona de color (al negro pues), la azafata le dice:

- Si el Sr. lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera clase le espera.

Y todos los pasajeros alrededor se levantaron y aplaudieron.

Ánimo Roger

Sí, ha ocurrido, como me ocurre tantas veces, el ir contracorriente en esto de las competiciones deportivas varias me ha llevado a la desilusión.

En un mundo en el que ahora disfruto viendo a Alonso quedar del 6 para abajo, tengo que reconocer que con Rafa Nadal lo tengo mucho más difícil, y sobre todo ahora que se ha llevado Wimbledon frente a Roger Federer (mi favorito tras la retirada de Sampras) en un partido épico cortado varias veces por la lluvia.

El partido comenzó tan mal como bien siguió, ya que Rafa se adelantó 2-0 y luego Roger se puso 2-2.

Al final, Rafa se ha llevado la copa de oro y ha roto la racha de cinco años seguidos ganando del suizo.

Esto, que aún no lleva a Nadal al número uno (y sigue como el mejor número dos de la historia, eso hay que reconocerlo), puede ser un punto de inflexión, ya que mientras no haya quien lo evite, el futuro es suyo. Mientras Federer está viendo más pasado que futuro en su carrera, Rafa aún tiene 22 años y un futuro que se presenta arrollador.

En cualquier caso, yo sigo creyendo que Roger Federer es mucho más completo y que las condiciones de una hierba arenizada han favorecido que Rafa haya ganado al fin.
Y sigo creyendo que Federer va a seguir siendo el número uno durante mucho más tiempo, porque ahora le toca a Rafa mejorar en otra superficie donde Roger es mejor: moqueta.

Bueno, a no ser que arenicen también la moqueta y se pueda ganar con peloteos desde el fondo de la pista, oye...

Vamos, que sí, que se me ve el plumero, y en contra de todo el resto del país, me jode que haya ganado Nadal, ea.

Go Roger, Go!

Expediente Anwar

No todo en los americanos es como para vomitar. Sí, sí, incluso fuera del baloncesto... aunque sea a nivel de selecciones...

Una de esas cosas es la siguiente frase que tal vez vaya a convertirse en recurrente:

"Quien sacrifica la libertad en nombre de la seguridad, no merece ni la libertad ni la seguridad"


Lo dijo un tan Benjamín Franklin, y es hoy más aplicable que nunca.

Tras el 11S, no es una novedad, las libertades civiles quedaron supeditadas a la seguridad nacional. Esto, que no tiene por qué ser malo en la práctica es teóricamente una aberración. Sobre todo, porque nadie parece tener nada que decir en un país tan políticamente liberal como los USA, en el que se pone el grito en el cielo si no se bajan los impuestos, pero no pasa nada si ese estado repudiado y llevado a su mínima expresión mete las narices en tus comunicaciones, en tus pantalones, en tu libertad.

Será que el dinero vale más que esa libertad que llevan por bandera.

Pero no, no todo es tan horrible. Por suerte, hay quien está dispuesto a mostrar los efectos de una realidad que pretende ocultarse a los ojos de la sociedad que lo mantiene.

En Expediente Anwar, se presenta una realidad, que tal vez no sea de verdad, tal vez sí, pero que al menos es diferente a la oficial, y es para pararse a pensar.

Seguro que el guión, con ciertos puntos melodramáticos y peliculeros, viene a contarnos una historia en la que Anwar, nacido egipcio, pero habitante legal en los USA (y tira), pagador de impuestos y padre de un hijo y otro en camino con una rubia blanca prototipo de americana modelo, es víctima de las medidas que con la excusa de la lucha antiterrorista, pueden aplicársele sin miramiento alguno.

El bueno de Anwar es torturado para escudriñar en una información que no tiene y que acaba inventando. Pero eso da igual, sólo la información es lo importante, aunque después se demuestre como falsa, qué más da. Culpable a la más mínima prueba circunstancial; mentiroso si no confirma las sospechas.

Y mientras tanto, su mujer trata de mover hilos entre las altas esferas, sólo para darse de bruces con una directora de operaciones que puede dormir tranquila si coartar la libertad de uno significa que potencialmente 7000 personas dormirán seguras en el centro de Londres... mientras al rededor de todos el odio va generando más odio y serán víctima de ello.

Al margen de la historia, que no destriparé cómo termina, me parece que es una película más que digna de ver, con unos actores que llevan el peso de la misma con gran solvencia, entre los que destacaré el papel de una Meryl Streep más comprometida que en Leones por Corderos, si cabe.

Vaya, que soy poco imparcial, porque entra dentro de esas historias que es probable que ocurran, aunque no haya manera de demostrarlas.

Se ha convertido en otra de esas pelis que tocan temas políticamente incorrectos de los que hablar en animadas conversaciones conspiranoicas.