Sigue habiendo cosas que cambian, y otras que no

Cosas que cambian

Por primera vez desde el noventaytantos, el Congreso de los USA vuelve a ser controlado por los demócratas. En las elecciones de ayer, el señor Push recibió lo que puede ser la primera de las tortas que pueden marcar su salida de la Casa Blanca (no, no se trata del Madrid, no, la otra, la de Guásinton Decé...).

Los presidentes en los USA tratan de ganarse la confianza del electorado en su primera legislatura para, en la segunda, hacer lo que se le ponga en los c*j*nes. Dado que no se puede ser presidente más de dos legislaturas (Nixon lo consiguió en Futurama, pero esa es otra historia...), no tienen nada que perder. Bueno, sí, que su partido siga en el poder con el siguiente candidato, pero eso creo que les preocupa bastante poco si lo comparamos con su propio bienestar.

Push, el adalid de la livertad y de la demokrasia, se va a ir, pero puede que no se vaya de rositas.

Por ahora, su partido ha perdido el control de la Cámara de Representantes (el Congreso), con lo que los dos años que nos quedan de sufrir sus paranoias puede que no sean tan horribles. Aunque, en realidad, el mal ya está hecho y poco creo que van a poder hacer los demócratas, que siguen siendo de derechas, por mucho que Al Gore intente concienciar al mundo con su ecologismo [avanzo un post dedicado a este tema otro día...].

En fin, que como el bueno de Ansar en su día, ahora Push empieza a pagar los platos rotos en el mundo. Esperemos que sea para bien.

Cosas que no cambian

CiU sigue ganando las elecciones catalanas aunque, mira tú por donde, va a seguir sin gobernar. Se reedita el tripartito con el charnego Montilla, que diría aquél, sustituyendo a Maragall, ERC e ICV. He visto a Montilla decir eso de vamos a tratar de corregir los errores que hayamos podido cometer. Joder, no se puede ser más políticamente inconcreto; cada uno pensará que los errores que él ve van a ser corregidos, sean muchos, pocos o ninguno... respuesta para todos.

La cosa es que ha habido cierta indignación por parte de todos, pero es que la política catalana está más enrevesada, con nacionalistas a favor de un estatut, pero en la oposición, con nacionalistas en el gobierno, pero en contra de ese mismo estatut, no nacionalistas en el gobierno a favor del estatut y no nacionalistas en la oposición en contra del estatut.
Bueno, y el PP, que siempre se queda fuera de juego...

Habrá quien diga que sí, que ahora hay un nuevo partido dando guerra, pero si no influye en la estructura del gobierno, no es que sea un cambio relevante, no?

En fin, mañana más.