El amor no tiene edad

Hoy me he levantado con la rueda que sustenta mi culo semidesinflada (izquierda trasera). Esto que puede no llegar a ser nada más que un engorro, me ha trastocado mi rutina matutina con la suficiente fuerza como para impregnar el post de hoy.

Por suerte, el periódico me esperaba como cada mañana. Creo que tengo algo del personaje de Jack Nicholson en Mejor Imposible, que me intranquiliza que las cosas no sigan su curso normal, entendiendo como normal, aquello que es esperable. Que la rueda se desinfle no entra en esa categoría... (Por si alguien piensa mal, sabed que en mi viejo R5, que era como este, tuve que cambiar ruedas a porrillo, pero en este aún no me había tocado enfrentarme a ello).

Como siempre (bendita rutina, que hace los días más fáciles) he leído la contraportada (los más adeptos ya sabréis que leo el periódico al revés) y nada más leerla, la rueda ha caído en el pozo del olvido.

Hace unos años (7 más o menos), en una galaxia muy, muy lejana, allá por donde el sol se esconde, en el país de las libertades, un espécimen de género femenino se enamoraba locamente de otro espécimen, de género masculino en esta ocasión.

Nada del otro mundo parece ocurrir en esto, salvo que ella se quedó embarazada y fue enviada a prisión por violación. Sí, sí, ella. Se declaró culpable y pasó 6 meses de los 7 años y medio a los que se la condenó. Tuvo el hijo... y reincidió. Pillados en pleno acto en el asiento trasero de un coche (al más puro estilo american way of live), esta vez no hubo tonterías, la condena completa de 7 años y medio a la sombra...

Puede que algunos los hechos sean extraños o curiosos, porque, ¿cómo es que una fémina viola a un tío y se queda embarazada de él... ¡dos veces!? Parece que el también quería esas relaciones, ¿no?

Ya, pero es que él tenía 12 años, estudiante y ella 34, profesora, casada, 4 hijos.

Puede que no sea digerible del todo, pero debe de ser verdadero amor. Cuando salió la segunda sentencia él le prometió que la esperaría siempre. Y así ha sido.

Hoy, él 22, ella 43, se han casado, exclusiva mediante, ante 200 invitados y la opinión pública.

Supongo que en condiciones normales estas situaciones deben seguir este cauce, por aquello de la corrupción de menores; pero creo que a veces pueden ocurrir excepciones. Conozco casos de chicas de 12 años que ya piensan en el sexo como algo bueno, de modo que el chico puede que, a pesar de su edad, supiera lo que estaba haciendo... o no... o yo qué sé...

Tal vez ella le lió, tal vez le forzó, tal vez le violó. Tal vez ahora se casen para pasar por caja (clinc, clinc), tal vez vivan juntos para siempre.

La verdad es que es difícil valorar algo así desde fuera, de modo que sólo ellos sabrán si lo que les ha pasado es algo bonito o mostruoso (visto desde el punto de vista que se quiera).

En cualquier caso, es curiosa la historia, muy de película de sobremesa de antena3.

Lo complicado es posicionarse a favor o en contra... aunque si el amor no tiene edad, este es el mejor ejemplo de ello, ¿o es que el amor sí que va a tener edad?

¿Problema sin solución?

¿Y si hubiera sido un hombre con una niña?