Patria queridaaaa

No sé qué le pasa a todo el mundo que cuando tiene un par de copichuelas (u otras drogas legales (o no)) de más, que le da por hacerse asturiano y arrancarse por cánticos regionales de un lugar del cantábrico de cuyo nombre me acuerdo siempre; esto ocurre hasta cuando se es de Arrasate cerrado.

No sé qué tiene esa canción, oye, pero la cosa es que parece que últimamente parece que Asturias está de moda.

En los últimos meses hemos visto cómo una delgadurria asturiana va a ser la futura reina de Egpaña, cómo un canijo asturiano se hace el amo de la Fórmula 1 (y a más de uno se le abre el culo por ello), cómo un emporrao asturiano se hacía con la canción de la Vuelta ciclista, cómo la central lechera más famosa del país nos proporciona productos cada vez más saludables y caros... lejos quedan ya los tiempos en que Asturias sólo salía para regalarnos tristes noticias de mineros muertos... ¡joder, si es que hasta en mi garito hay un asturiano!

Pero si algo se lleva la palma en cuanto a poner el nombre de Asturias en nombre de todos es Raquel (Ra para los enemigos).

- ¿Raquel? ¿Y esa quién es? - se preguntarán los más inteligentes.
- Me encanta que me hagas esa pregunta - escupiré yo.

Ra y Ger son la pareja de moda en "La farsa te ilumina", el último grito (nunca mejor dicho) en cuanto a realities se refiere. En realidad se trata de la segunda edición (aunque parece la cuadragésimo novena, por lo repetitivo) de éste concurso. La idea es una evolución clara de Gran Marrano. Si lo que vende es el sexo, las peleas y los sentimientos enlatados, pues nada, metemos a parejas dentro de una cárcel de cristal y los ponemos a currar. Las discusiones están aseguradas (al menos las de cada pareja), el sexo casi (aún los hay demasiado pudorosos (o no lo sacan (o se apañan))), y si encima hay celos, cuernos y marujeos varios muy probables, ya el éxito está asegurado.

Desde hace tiempo no caigo en estas trampas de inicio, pero tengo que reconocer que a medida que van avanzando los concursos y empiezan a salir los vídeos más calientes (en el sentido más amplio de la palabra), me acabo cayendo con todo el equipo.

¡Qué le vamos a hacer! Creo que tengo alma de peluquera, no sé.

La cosa es que ver cómo se pueden degradar las personas, o la clase de personas que se pueden ver en estos sitios, me parece alucinante. No es que esté haciendo un estudio psicológico ni sociológico (creo que generalmente hay poco de lógico en estas cosas), pero sí que se ven individuos de todos los géneros imaginables.

Uno de los grandes hallazgos dentro de esta edición ha sido esta gran pareja que comento: Ra y Ger (Raquel y Germán).

Él es el clásico brutote así como grande y fuerte, pero como queriendo decir gordo. El tío es como un oso de grande, pero como suele ocurrir, todo lo que tiene de grande lo tiene de bonachón, de paciente, de paspán.

Ella está loca. Es una tía también así como voluptuosa, que se cree el paradigma de lo sexy, pero que tiene más inseguridades encima que un autobús de hipocondríacos. Necesita tener a su novio tan pendiente de ella que no le importa machacarle a base de meterse en la cama (o en el clásico ya jacuzzi) con otros dos tíos, buscarle las cosquillas con cada cosa que dice o hace y luego solar el moco a base de bien para chantajearle anímicamente sin piedad.

Lleva por bandera el dar un poco de caña a los hombres para que no se sientan demasiado seguros con ella y así mantener el interés en la relación... por favor, que alguien me lo explique... Yo no la aguantaba ni dos horas. Estuvo bien cuando una sueca mentalmente más equilibrada le comentaba que ella nunca le haría daño queriendo a una pareja, y que si está bien con esa pareja no tiene porqué pensar en otros (Ra ponía cara de no entender ni jota)... ah! y que si estaba a malas, que ni para siempre ni leches, me voy y que te den dos duros.

Esto a Ra le parecía el fin del mundo:
- ¿Que me deje mi novio? ¿a mí? ¿la reina de bastos? No puede ser.- imagino que pensaba...

Al pobre Germán (masoquista él) se le han acabado por inflar los c*j*nes y al final parece que ve la luz en forma de ruptura. Llevan como dos o tres días sin hablarse y están nominados para salir esta semana.

¿Que qué quiero yo?

Que se vayan por el bien de la salud mental de él... bueno y el de ella, que seguro que gana muchos euros en la portada del Interviú.	Que se queden, por el bien del espectáculo. Cada minuto de esa tía en televisión es una oda al humor más psicodélico desde las empanadillas de Martes y 13, porque si no te lo tomas así es como para estamparla contra la pared.

P.D: Me queda la duda de saber qué hubiera pasado si fuese él quien se portase así. Cierto parecido antecedente ocurrió el año pasado, cuando un tipo pasó de su amargada pareja pa caer en manos de una rubia libre como el viento... pero no es el mismo mamoneo...