Maikol, Maikol

En el país de las libertades la justicia es de risa.

Comprendo que en un país así de grande y poblado sea difícil gestionar todo lo que pueda suceder, pero cuando se ven casos en los que condenados a muerte son excarcelados porque al fin han reunido dinero o notoriedad suficiente como para contratar a un abogado (no a un picapleitos) que defienda sus derechos en condiciones. En esos caso, digo, se ve la verdadera naturaleza de una justicia que se puede comprar literalmente.

Recuerdo un par de casos así que han llegado a los oídos de este lado del atlántico, incluso uno con un pariente de un famoso boxeador local (Urtain) que parece que a los ojos de la opinión pública es como más llamativo.

Será porque así se ven más telediarios, pero asociar la imagen de alguien famoso con un presunto delincuente porque esa imagen da como más credibilidad en la inocencia del sujeto me parece un poco penoso.

Como ejemplo más claro está el de Farruquito. Se trata de un bailaor gitano (creo) que conduciendo un coche a altas velocidades y horas de la noche, atropelló a un peatón y se dio a la fuga. Ah! además, no tenía carné de conducir. El hecho parecía claro desde el principio, pero no sé muy bien por qué, incluso antes de que empiece el juicio, todo un tropel de fans de Farruquito se echó a la calle a manifestarse en su favor. No lo comprendo. Puede que sea un gran artista, famoso, etc, pero eso no le hace menos culpable (si es que lo es).

Otro ejemplo fue el fraude en los impuestos de Lola Flores, Lola de Egpaña. Aún recuerdo cómo pedía una peseta a cada español, para poder pagar la multa (aunque fue absuelta, tuvo que pagar una multa... ¿qué raro, no?). Y claro, como era famosa y todo el mundo la quería, pues nada, lo mismo se lo pagaron a escote entre todos sus fans.

Será porque nos gusta tener ídolos, personas que queremos que nos sirvan de referente y no nos gusta ver su lado más humano (por mucho que digan, Beckham caga igual que yo (aunque puede que su w.c. sea más caro que el mío...)).

Ahora está muy de moda todo el tema de Michael Jackson (Maikol para los amigos) y la pederastia, como antes lo estuvo el caso de O.J. Simpson.

Si en un país donde hace falta dinero para tener un juicio justo un negro con olor a culpable se sale con la suya por tener más dinero aún, Maikol es al final declarado culpable es que lo es de verdad, y más allá de lo que su dinero puede comprar. Que sea famoso, el rey del pop o del pollo frito es irrelevante, sigue siendo una persona susceptible de cometer delitos como todos los demás. A ver si ahora vamos a beatificar a PlisPlas...

En fin, que me parece un fenómeno curioso este asunto de fama/justicia, y la verdad es que si empiezas a mirar te salen casos como churros.


Otra cosa es que se quiera hundir a alguien con acusaciones falsas, pero ahí ya entra otra cuestión, a saber: la opinión pública, tan maleable a veces como un rebaño de vacas.

De igual modo que mantenemos ídolos, nos encanta destronar los de otros, y ver el lado más oscuro de personajes a los que linchar de vez en cuando. Jesús Vázquez lo vivó en sus carnes junto con otras personas, hasta que el juicio acabó y todo quedó en agua de borrajas (personalmente, aún me quedan mis dudas, aunque creo que fue una caza de brujas).

El daño a nivel profesional es grande, y es lo que le puede pasar a Maikol, que puede que no vuelva a vender un disco más en la vida... y su imagen quede dañada aunque sea inocente (me huele a mí que no).

Supongo que cuando salga el resultado del juicio siempre le quedará decir eso de que lo que jode no es perder, es la cara que se te queda... como dicen otros (jijijijijiji, aupa azletik de bilbao, jijijijijijijiji).


P.D: ya veis que me estoy aguantando las ganas de comentar nada sobre el debate (hay que me da la mofa) del estado de la nación (¿cómo va a ir el país? pues mal, coño, es lo suyo)...

No hay comentarios: