Viajar es un placer

Inmersos como estamos en la preparación de todo lo referente a la boda, uno de los apartados, por supuesto, tiene que ver con el viaje de novios. Que digo yo que por qué se le llama de novios si ya te has casao...

En fin, que a lo que vamos.

El otro día fuimos a un par de agencias haciéndonos los tontos y con cara de tener pasta gansa para gastar. Aunque nada de lo anterior sea realmente cierto, siempre conviene hacerlo así para que te hagan más la pelota, como a Julia Roberts en aquella película...

En la primera, creo que no se creyeron que tuviésemos mucho para gastar, porque salimos con un taco del copón para estudiar a los cinco minutos, como en una de las viejas clases de cuántica vaya. La cara de tonto se nos quedó un poco al salir... como en uno de los viejos exámenes de cuántica, vaya...

Nos recomendó que pensásemos en algo antes de ponernos a mirar nada, porque hay tanto que se puede hacer, que es mejor ir con cierta idea previa, en cualquier sentido (algo de esto, o de esto nada).

La segunda agencia, un poco más lejos, nos llevó bastante más tiempo. El tipo se explayó, seguramente porque no tenía otra cosa que hacer y porque puede que no pusiéramos caras raras cuando hablaba de viajes que puedan costar 5000 mortadelos o más.

Sabiendo de inicio que no nos mola el rollo crucero a lo Capitán Stubbing, el tipo se fue desde los safaris de Kenia y las playas de Zanzíbar hasta Nueva York y cualquier playa del caribe (menos Cuba, dijo, con sonrisilla...). Pasó por Los Ángeles, Las Vegas, el Gran Cañón, México, Chiapas, la riviera Maya, Costa Rica... Argentina es menos para viaje de novios, Brasil es demasiado playa tal vez... y Asia...

En Asia hay todo un elenco de lugares paradisíacos que visitar, aunque sus nombres nos son tristemente cercanos a veces. Lugares como Vietnam, Birmania, Laos, hacen las delicias de los nuevos aventureros. Sin hacer demérito de Tailandia (tristemente conocida por el turismo sexual...), las Islas Phi Phi, China, etc. Japón no, porque no queda nada del Japón de la época del último samurai, o puede que sí, no lo sé.

Tierras más lejanas como Nueva Zelanda o Australia ni siquiera aparecieron, y sí otras más cercanas como Grecia, tour por Europa, etc. Croacia tenemos unos posibles amigos que estuvieron pero no sabemos nada de ello...

La verdadera cuestión de todo esto, para saber si acabamos en las Mauricio o en Cabo Verde, es saber qué queremos hacer en ese viaje. Podemos patearnos las ciudades europeas a base de turismo de cemento, disfrutar de las salvajes selvas de Costa Rica (y sus playas, a elegir entre ambos océanos), la paliza de 4x4 en safaris africanos, o tocarse las pelotas (cada uno las suyas y en pareja) tumbado debajo de una palmera mientras Bautista te trae un poco más de hielo para el cubata, que se ha calentado con la discusión existencialista de la que disfrutas...

A mí, que no soy muy de playa, me tira cualquier cosa que no sea lo común. Ir a uno de esos sitios tan lejanos para acabar por pasar unos días enlatado en un viaje totalmente programado no me mola mucho. Será que de pequeño acompañaba a mi padre a cambiar dinero en el mercado negro de Praga o Budapest y ahora, tenerlo todo atadito es un poco raro.

Tal vez me tire el tema de Tailandia, pero ya conocemos a quien también va unos meses antes...

Este debe ser el viaje de nuestra vida, y no es plan de coger algo a la ligera, de modo que estamos ante una situación bastante compleja.

Ah! que no se me olvide la India, con su Taj Mahal... y sus niños muriendo de hambre...

En fin, un poquito de ayuda, ¿a dónde te irías una vez en la vida?