75 años de Juventud
¿Se puede ser joven a los 75?
Habrá quien diga que no, habrá quien diga que la juventud se lleva en el interior y que tu edad es la edad de tu espíritu.
Yo digo que celebramos el 75 aniversario del Club Joventut de Badalona de baloncesto.
Este macgufin viene a cuento de la celebración de mi equipo favorito de baloncesto en la liga española.
Una vez ya comenté las razones que me llevaron a, incompresiblemente, ser del Deportivo de la Coruña en fútbol, cuando ni soy ni tengo parientes gallegos, ni remotamente. Aunque hubo una razón (búsquese allá, en la lejanía de los posts más antiguos de este blog), de lo que no tengo constancia es de por qué narices soy del Joventut si por aquí siempre ha habido algún club de baloncesto en la ACB (liga nacional).
Desde el Caja Bilbao de Kopicki hasta el Tau Cerámica de Scola, yo, inasequible a las garras de quien busca apoyo en el público local, doy mis ánimos al club verdinegro, de Badalona, sin tener nada que ver con esa ciudad ni Cataluña ni por lo más remoto.
Y no sé por qué.
Recuerdo haber visto a José María Margall, al mayor de los Jofresa (Rafa, Tomás nunca fue del todo de mi gusto), después al mejor jugador español de todos los tiempos (sí, por encima de Gasol, ¡qué pasa!) y actual presidente de la entidad: Jordi Villacampa.
Yo, de mayor, quiero jugar como el de verde...
Dios, qué sufrimiento con los tiros de Corney Thompson, y los triples de Harold Presley, la poca sangre de Ferrán Martínez, grandioso Tanoka Beard... toda una ristra de nombres que forman parte de la vida baloncestística de quien les habla.
Aún recuerdo el triple de Djordjevic (cuando no era conocido como Shasha, aún...) que nos dejó sin Euroliga (Copa de Europa antes). Allí comenzó su leyenda, dale un metro y le sobra medio para tirar.
Ser el tercer equipo con mejor palmarés en una liga como la ACB, con dos equipos filiales de los de fútbol (y así sacan la pasta que sacan...) es todo un logro, es como ser el mejor moralmente.
Pero no soy del Joventut porque gana (o ha ganado), la verdad es que, insisto no sé por qué.
Será tal vez porque me identifico con la filosofía de tirar de cantera y formar extraordinarios jugadores que luego se van y dejan a la entidad con un chorro de dinero (Raúl López) o que se van y luego vuelven (Mumbrú) o, simplemente, se van como vinieron (Venson Hamilton, Maceo Baston).
En fin, que felicidades a mí también, por la parte que me toca.
2 comentarios:
Hola. Estoy completamente de acuerdo en que Villacampa ha sido el mejor jugador español de baloncesto. No tuve que esperar a que el Joventut ganase aquellas dos ligas a principios de los noventa para darme cuenta de ello. En la segunda mitad de los ochenta, Villacampa, a diferencia de Epi o Fernando Martín, tenía que cargar con un equipo muy limitado en efectivos(jugaban siempre los mismos 5 jugadores, más Rafa Jofresa de suplente). Aún así era siempre el hombre a defender por los rivales, y aún así, el equipo siempre estaba cerca de ganar la liga. Eran partidos épicos que siempre acababan con los jugadores de la peña resguardándose de las personales y rematados por algún triple de Kenny Simpson. Hace poco me descargué tres partidos: el España-USA de las Olimpiadas del 92, el Lakers-Joventut del 91 y el España-USA del mundobasquet del 94. En cada uno de esos tres partidos, coincide que es cuando el entrenador sienta a Villacampa cuando los otros nos meten un parcial aterrador (ejemplo: 20-0 en el de 1994). Y cuando vuelva a salir a la cancha, o remontamos o hacemos un buen parcial. Cuando George Karl regresó a la NBA dijo que le habría gustado llevarse con él a Villacampa. El mejor, sin duda.
Solamente puedo decir... tú eres de los míos...
:D
Gracias por el pedaaaazo de comment. Buscaré esos partidos por ahí, porque son historia del basket.
Salu2
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