Desvirgamiento Futbolístico 2

San Mamés, 28 de Diciembre, 20:00h, llueve. Hace frío.

Por suerte me había cambiado el traje y me había puesto más capas que una cebolla. Cuando me pongo reconozco que a veces exagero, pero en el tema del frío, aunque me guste, tengo tolerancia cero: no voy a pasar frío (... porque no quiero resfriarme).
Camiseta de lycra, de esas que marcan hasta lo que no tienes, pero que calientan como ellas solas, camiseta de manga larga, jersey con motivos navideños, gabardina y el chubasquero amarillo propio de quienes entran de gorra en los partidos con la condición de sentarse en las primeras filas y tratar, en la medida de lo estáticamente posible, avalanchas e invasiones del campo.

Los motivos por los que fui son de esos de los que no se habla, así que diré que un amiguete me dio la oportunidad de acudir como pseudosecurata; sin más.

Según entré el campo me pareció mucho más pequeño de lo que parece en televisión, va a ser que sí, que la tele engorda...

A los que no hacía falta que agrandara era a dos cameruneses que eran como tanques, en concreto el número 3 y el número 5, vaya dos gorilas para el medio campo y la defensa del equipo. Nunca he visto nada igual. Piernas como robles, cinturas de avispa y unos pectorales que para sí los quisiera Yola Berrocal. De alucinar, en serio.

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Estos no sé si estaban, pero serían de los pequeños...


Por los nuestros vi a Urzaiz como un troncomóvil que no sé cómo ha sobrevivido en primera división tanto tiempo, un centro del campo inexistente, un Etxeberria que se caía todo el rato y una banda izquierda muy solvente con uno de mi pueblo de lateral (López Rekarte).

El público tuvo berridos para todos los colores, pero uno de los más ingeniosos fue uno en plan coña que decía puto chico de color!. Es racista, sí, pero la intención es de ser gracioso, no de herir a nadie, es uno de esos casos en los que lo políticamente correcto no sirve para nada, como cuando se le dice a alguien serás gay!... También se hicieron referencias jocosas a Kameni (el portero visitante) cuando tardó en salir en la segunda parte, o a Webo, que juega en Osasuna.

Por otro lado se oyeron los clásicos independencia, independencia propios de la exaltación del momento y el lugar, pero poco más. Las cosas no llegaron más allá de unas bengalas de colorines y un par de carteles políticos.

En la primera parte, gol en propia puerta de Cruchaga y poca historia más. Un par de internadas de Etxeberria y un par de centros templados que no pudo rematar Urzaiz. La segunda pasó entre gritos de Julen, Julen (por Guerrero, qué acabao está el tío...) y ocasiones falladas sobre todo por los verdes. Kameni se ganó el sueldo, o la puntería por aquí está muy mal.

Por una cosa o por la otra, al final un 0-1 que rompe la racha de imbatibilidad de la selección de Euskadi que ya duraba 25 años.

Por mi parte, toda una experiencia en la que se demostró que el fútbol es mejor en el campo, pero que al final tampoco es para tanto... si se juega bien, supongo.

Otro desvirgamiento a la buchaca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jersey con motivos navideños... Pero Gorka, ¿qué te ha pasado? Por estos lares te recordábamos como un tío de vestir más bien discreto.

Feliz año nuevo, chaval. Y que sepas que espero con interés el Gran Reto de Incomodas Verdades. ¿Me podrías dar alguna pista? ¿De qué va la cosa?

Por cierto, he desechado el alias que te comenté y me he decantado por este otro, como homenaje a esa serie que tan bien refleja le realidad femenina.