Discriminación por ser mujer

Qué feo título, ¿no? Si te parece feo es que estás contaminado. Si te parece bueno, también lo estás; no lo estás si no sabes de qué va.

Ayer, un comentario suscitó este post de hoy con una pregunta totalmente a pillar. Hablar de discriminación por sexo es algo totalmente reprobable y una lacra para la sociedad, que debiera saber ver a la persona más allá de su escote... claro que a lo mejor, dejar atrás la cultura del escote y el pectoral estaría bien para acabar con ello, pero eso es otro tema...

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Pues a mí no me han discriminado nunca... ¿por qué será?


En principio, creo que cualquier discriminación es negativa, incluso la positiva. No es que esté en contra de que las mujeres accedan a determinados puestos o actividades, todo lo contrario, es simplemente que me parece que con la discriminación positiva no se actúa sobre quien sufrió la negativa, sino sobre otras personas que tal vez no lo merezcan o no se encuentren en una situación como aquellas que sí sufrieron la discriminación machista.

Quiero decir, si YO he sufrido una injusticia, me parece de recibo que sea YO a quien se restituya el daño causado y no a otra personas. Si una mujer quedó al margen de un ascenso por ser mujer hace quince años, priorizar ahora a OTRA mujer no me parece que arregle el daño. Es más, puede que la mujer de ahora se beneficie injustamente de la injusticia cometida contra OTRA mujer.

Lo que verdaderamente arregla el daño, creo yo, es aprender del error cometido en su día y no discriminar negativamente ahora a las mujeres.

El tema de la discriminación, además, me parece que es algo que desaparece de manera natural. El ejemplo más claro es el del sufragio femenino.
Cuando las mujeres no podían votar (no es lo peor que han tenido que aguantar, que se decía que no tenían alma ni nada...) la solución vino por permitirles votar, es decir, acabar con la discriminación. ¿Habría arreglado algo que el voto de las mujeres valiera por dos para restituir el daño previo? No lo sé, pero la verdadera pregunta es... ¿hasta cuando? ¿Dos elecciones, tres, cuatro...?

Ahora estaría bien recordar a ese colectivo de mujeres discriminadas en el mundo laboral y poner normas, como las hay, para que no se repita. Bueno, y sentar las bases para que esas normas queden obsoletas porque el problema se ha resuelto.

Como pensaba escribir ayer antes de darle un giro a todo el post, creo que las empresas que discriminan a las mujeres están en clara desventaja porque están dejando de lado a valiosos RECURSOS por un motivo que no aporta nada. Las empresas que contraten a los mejores RECURSOS serán más competitivas, independientemente de su sexo (el del recurso, la empresa no tiene sexo, al menos que yo sepa).

Es más, aquellas empresas que, por discriminación positiva (o por ayudas económicas por contratar mujeres etc), dejen fuera a hombres capaces también estarán en desventaja.

Aunque, que quede claro, plegarse a las necesidades de la empresa tampoco es mi ideal, quiero decir que las empresas miran por lo suyo y creo que la discriminación (>0 y <0) va en su perjuicio.

De modo que más que regirse por cupos de 50% de sexos, todo debiera ser más natural y dejar que desaparezca sólo. Discriminar por el color de pelo no tiene sentido y no se hace, si discriminar por sexo tampoco lo tiene, se dejará de hacer.

Y si hay mayoría de mujeres en las universidades, al final acabarán siendo mayoría en los mejores cargos de manera natural.

Si con la discriminación positiva se pretende acelerar este hecho, la pregunta, como he dicho, es ¿hasta cuando?

P.D: Ojo, otra cosa es la discriminación positiva para colectivos desfavorecidos de base, como discapacitados, negros, gitanos, etc, que creo que es para tratar aparte.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mí, la discriminación positiva pretende que nos acostumbremos a ver a las mujeres en puestos u ocupaciones que no son las habituales. Una vez se vea como algo normal, ya se podrá (deberá) dejar de lado este tipo de discriminación (y cualquier otro, por supuesto) y dejar que se elija a los que parecen (sic) mejores para el puesto, sin que importe nada más. Ojo, todo dentro de las capacidades del candidato, claro. Alguien elejido para un puesto debe ser capaz de ejercerlo, desde luego. Creo que es una cuestión de forzar algo a ir por el buen camino. Como ir a correr...

Gorka dijo...

Bueno, entiendo tu punto de vista, pero si se trata de que nos acostumbremos, creo que es mejor empezar desde abajo y educar en igualdad, que es lo verdaderamente eficiente y definitivo.

Si se educa en diferencia, siempre habrá que estar acostumbrando de mayores a que las mujeres pueden hacer cualquier trabajo.

Además, se corre el riesgo de tener la reacción de los desfavorecidos por esa medida en forma de neomachismo con los hombres como víctimas inocentes de injusticias pasadas (i.e. si yo no discriminé a nadie, por qué ahora una mujer pasa por encima de mí sólo por el hecho de tener vagina).

Como digo en el post, creo que el cambio se debe dar de manera natural y de raíz; esta medida ayuda a las mujeres de hoy perjudicando a los hombres de hoy por las injusticias cometidas por los hombres de ayer con las mujeres de ayer.

Salu2 y gracias por el comment!

Anónimo dijo...

Sí, claro, la educación es la base, pero la idea es que si los chavales ya ven que ahora es normal (por lo que sea) que las mujeres ocupen puestos importantes, es una forma más de educación, que aprenden lo que ven. En cuanto a nosotros, que ya tenemos una edad, pues poco se nos puede educar ya. Es que vean ejemplos reales, digo yo.

Gorka dijo...

Si la discriminación se termina, habrá mujeres en altos cargos desde ya mismo.

Por ejemplo:

Sari Badaulf, Directora General de Nokia Networks
Rose Marie Bravo, Consejera Delegada de Burberry
María Merced, Codirectora General para Europa, Oriente Próximo y África de Intel Corp.
Agnes Touraine, Presidenta de Vivendi Universal Publishing
Christine Lagarde, Presidenta del Comité Ejecutivo de Baker&Mackenzie
Barbara Cassani, Consejera Delegada de Go
Magda Salarich, Directora General de Citröen España y Directora de Marketing y de Comercio de Citröen Europa
Laura de Beauvau-Craon, Presidenta de Sotheby´s Francia
Gail Rebuck, Presidenta de Random House Group Ltd.
Kim Winser, Consejera Delegada de Pringle Scotland.

Por no hablar de las Koplowitz, la Pantoja o Nuria Bermúdez.

Salu2!

MARIA CRISTINA dijo...

DE MI CONSIDERACION:

SOY MARÍA CRISTINA GARAY ANDRADE
ESCRITORA ENSAYISTA Y POETISA
AUTORA DEL
"DICCIONARIO DE LA DISCRIMINACION DE LA MUJER EN EL LENGUAJE"
Monte Grande – Buenos Aires – Argentina
ISBN 950-887-013-3 / LEY 11723
Editorial Argenta Sarlep S.A.
(1994)

ESTA ES LA DIRECCION DE MIS BLOGS DE POESIA Y EL DICCIONARIO, ADEMÁS DE MI GALERIA DE ARTE COMO DISEÑADORA POR SI GUSTA VISITARLOS
CUALQUIER INQUIETUD O CONSULTA DIRIGIRSE A MIS CORREOS
CORDIALMENTE
MARIA CRISTINA GARAY ANDRADE
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desdemissilencios1@speedy.com.ar

Gorka dijo...

Hola María Cristina, que sepas que este comentario roza el SPAM, pero como tienes bastante en común conmigo, te lo dejo... aunque probablemente no lo hayas puesto tú a mano... o sí, quién sabe...

Salu2