300

Parece que fue ayer cuando la desidia de la vida diaria me llevó a, por segunda vez, abrir un blog y, por primera, mantenerlo hasta lo que se ha convertido hoy: todo un peñazo para lectores que pasan y no vuelven.

Bueno, en realidad sí que hay quien vuelve (gracias) e incluso quien lo comenta (más gracias); algún loco hasta está en desacuerdo (más más gracias gracias).

La cosa es que, como en el capítulo 200 de 7 Vidas en directo, este post hace el especial número de 300 en este blog, y creo que se merece aparcar otras cuestiones que se me agolpan a las puertas de la actualidad y que serían merecedoras de aparecer por aquí.

¿Especial por qué?

Bueno, supongo que por nada realmente, un número que no si ni mejor ni peor que otro, pero que oye, tiene su gracia.

Puede que porque pocas cosas llegan a su tercer centenario, jejejeje, y muchos blogs se abandonan o pierden su intensidad inicial. Creo que no me ha pasado, así que me parece algo que se debe celebrar.

Lo que más me va a fastidiar es ver caerse de la lista de posts que te da blogger a los más antiguos, porque el listado te da como máximo, justamente, 300. Por lo que ya no podré disfrutar de ver a todos y cada uno de mis hijos juntos, sino que les perderé la pista a los mayores, como vástagos que se van de casa al cumplir la mayoría de edad. Me apena, la verdad.

Y es que un listado completo de posts es lo que le falta a blogger, puede que una página especial con todos ellos (se puede cambiar la plantilla para verlos todos listados, pero no es lo suyo...) en la que recrearse viendo el cúmulo de experiencias dejadas en la web.

Además, le falta algún tipo de estadística, en plan los más leídos, los más comentados, etc...

Claro que aquí, visto lo visto, el número de comentarios es muchísimo menor y puede que totalmente irrelevante...

Pero a eso ya me he resignado....

Feliz tricentenario... a mí.