Un santanderino aclamado en Nueva York

El sábado pasado vino de visita a nuestra casa ese amigo / hermano postizo que tengo en Santander (provincia, no ciudad). Si no fuera bastante desgracia que sólo tuviera una "S" en las matrículas viejas (dicen las malas lenguas que por eso se promovió el tema de las matrículas europeas...) y que se gane la vida como periodista, además, el chaval, es más cabezón que nadie.

Mira que los he visto con determinación y alevosía, pero es que este hombre, cuando se propone algo, va a por ello y dudo mucho de que haya algo que no pueda hacer.

Básicamente, porque ha hecho algo al alcance de unas 40000 personas al año en todo el mundo. Ha corrido la Maratón de Nueva York. Y encima ha acabado.

Desde aquellos trotes que nos dábamos en épocas universitarias ha llovido mucho, sobre para él, que ha acabado desbancando por mucho a este humilde maestro en el arte de poner un pie delante del otro. Y mira por donde, tras acabar ya en su día otra maratón, ahora, el día 5 de Noviembre, se ha dado el gustazo de acabar la Maratón de la Gran Manzana, correr por Central Park, visitar una pedazo tienda de Nike, ver un partido de los Knicks en el Madison Square Garden, y hacerme sentirme tan orgulloso de poder llamarle amigo que he tenido que ponerle un post.

Dado el hecho de que, además, he empezado de nuevo a correr, emulando a todos esos que veo pasar en mallas cada día cuando vuelvo a casa del trabajo (yo sin mallas, lo siento, soy del clásico pantalón corto de toda la vida, llueva, nieve o haga sol), la conversación era raro que no acabara donde acabó.

Si ahora aguanto poco más de media hora y a un ritmo de perro famélico que no veas, el buen señor se cascó los 42,195 km en 4 horas y 14 minutos. Así pues las diferencias conmigo son notables. A pesar de lo cual, me animó a seguir corriendo, a mantener una regularidad que hará no sólo que esos michelines que se han parapetado encima de mi culo vayan cayendo por su propio peso, sino también para ver si me animo a correr algún día con él.

Para mí sería todo un honor, la verdad, y como meta mental nos hemos puesto la media maratón de Logroño, en mayo. Su objetivo iba a ser bajar de 1 hora y 45 minutos, pero si voy (tengo que ir) se ha comprometido a olvidar ese límite e ir conmigo con la idea de, al menos, acabar.

El buen señor se trajo dos fotos del interior de su hotel en las que compartió, por separado, encuadre con una tal Paula Radcliffe y un tal Paul Tergat, que a mí no me suenan de nada ;)
Terminar esa media maratón sería para mí todo un lujazo, sobre todo sacando la foto final juntos en la meta. Su nombre me sonaría a esos de sus fotos.

Así pues, el objetivo es claro, y lo que pretendo hacer es correr esa media hora que aguanto ahora al menos tres veces por semana. A medida que la media hora se me quede corta, ir subiendo hasta poder correr al menos una hora y media; después, ir subiendo el ritmo para correr más distancia en ese tiempo.

Voy a dejarme guiar por sus conocimientos en la preparación de este tipo de eventos, y a confiar, no sé si demasiado, en mi determinación. Seguro que habrá días en los que no me apetezca nada, pero lo quiero intentar. Será duro dejar al PES 6 y al gato de lado, sobre todo en esos días de frío intenso que creo que se nos avecinan (la lluvia no creo que sea demasiado problema, a estas alturas), pero la recompensa de llegar a una meta donde me espere la gloria del campeón (gana todo el que termina, al menos para mí) debería impulsarme.

Vaya desde aquí, entonces, mi más firme compromiso para intentarlo hacerlo.

Si en mayo no hay un post con una foto de la foto finish, podéis llamarme de todo, denunciarme a google por clics fraudulentos, a la $GA€ por el BitComet, y a la justicia ordinaria por bullying, pederastia y gilipollas.

Ea.

P.D: Hoy empiezo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues ánimo, que los comienzos son siempre lo más difícil. Una vez que cojas la costumbre será como ir a comprar el pan. Hasta entonces, cabezonería y ganas.

Gorka dijo...

Hola!

la idea es ir día a día, como dicen los del fútbol... no pensar más allá de llegar a casa, cambiarme y a correr, nunca mejor dicho.

Ayer, al menos, cumplí mi objetivo. El siguiente: el viernes por la tarde. Y no hay nada más tras ese umbral.

¿Si hay gente que sale a correr con el perro, podría yo sacar al gato?

Salu2!

P.D: Ni agujetas tengo :D