Y ahora me enfado y no transporto

Pues sí, estamos ante un ataque en toda regla contra el sistema.

Y a nadie parece importarle más allá de llenar su tanque de gasolina o llevarse un carrito del Erosqui llenito hasta donde permite la legalidad de cajas y cajas de leche.

Ande yo caliente, ríase la gente.

Entiendo perfectamente que la situación empieza a ser insostenible. La crisis, nos pongamos como nos pongamos, está aquí. La vivienda, motor de nuestra economía nacional cuando la lluvia y los aprovechados se cargan el turismo, está haciendo caer a constructoras e inmobiliarias, los precios, esos de los que Rajoy sólo se acordó en los debates electorales (puede que con razón, pero le quedó un poco forzado), suben que da gusto verlos, y ahora el diésel está por encima de la gasolina...

Tengo suerte de utilizar mucho el transporte público, desde autobuses, trenes y metros. Pero hoy no me ha quedado más remedio. Mañana por la tarde tengo que desplazarme a un lugar en un horario bastante malo para poder volver a casa, de modo que iré en coche... hasta la mitad, luego en metro, para que no se diga.

Y al ir a por gasolina (sí, soy de los que echa gasofa sólo cuando la lucecita dice que si no te vas a quedar en la cuneta...), me he encontrado con que la gasolinera del Sobaco sólo surte por dos surtidores, y una cola de unos 15 coches delante de mí.

¿Estamos en guerra? ¿Han vuelto los tiempos de racionamiento de la posguerra?

No, simplemente, hay una huelga. Y a estas alturas, huelga decir a cuento de qué.

Los transportistas, esos que abastecen a todo el país de todo producto, se quejan de la escalada del precio de los combustibles, y se han plantado.

Tiene guasa, seguro que cuando baja no proponen pagar más impuestos como preparación de estas vacas flacas. No, es ahora, cuando les aprietan desde abajo, desde los costes, piden ayuda a papá estado. Joder, y eso que seguro que ninguno es comunista...

Y es que es curioso, como los constructores, piden cuentas a un estado del que pocas otras veces se acuerdan. Me dicen que se acuerdan más de su madre (la del estado) cuando les toca pagar más de la cuenta o no pueden llegar a cuadrar del todo el iva.

Que digo yo, que si no te sale rentable trabajar por lo que te paga tu cliente y lo que te cuesta la gasolina, siempre puedes subirle el precio al cliente, no? Que digo yo que la gasolina sube para todos por igual, no? Y que digo yo que esos que tienen regulado el precio y a los que también les suben la gasolina, no les veo quejarse...

Es que no lo entiendo. La pregunta no respondida por ahora para mí es: ¿qué evita que no puedan trasladar el coste al precio que facturan al cliente? ¿Acaso tienen precios cerrados? ¿Acaso la competencia en el sector es tan enorme que quien suba algo el precio se cae con todo el equipo?

Si alguien me lo puede contar, se lo agradezco.

Y por otro lado, ¿qué pretenden? Atentar contra el bienestar de millones de personas ¿para qué? ¿Acaso creen que vamos a mirar al estado por lo mal que les trata? ¿O nos cagaremos en sus muelas porque ya no tenemos cereales para el desayuno en el súper?

Si el gobierno tiene a bien no negociar con terroristas ni dejarse chantajear, lo lleváis bueno, chavales. Porque no estoy en contra de los transportistas, pero a todo se debe encontrar una salida dialogada, y si te toca apretarte el cinturón porque tu sector las está pasando putas, pues aprietas. Y si te tienes que quedar en tu casa porque te sale más rentable, deja de tirar piedras a quienes intentan trabajar.

Y es que no lo comprendo, que me lo digan, de verdad, ¿por qué no le pasan la patata caliente de subir el precio de la mercancía a las grandes distribuidoras?

¿Por qué no pasarle el problema de tener que competir frente a los consumidores a las grandes compañías?

Esas grandes compañías que en épocas de vacas gordas se hacen más ricas que nadie, ahora deberían ser las que apechuguen con el mayor peso de la bola del mundo que tenemos sobre los hombros.

Si no, que se hundan en este sistema tan perfecto de la libre competencia...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

España es un puto país (tranquilos tambien vale para el PAis Vasco este comentario) en el que todos somos de izquierdas a la hora de pdir o de hacer huelgas, y más bien insolidarios y consevadores a la hora de pagar impuestos, consultar nuestra nómina, etc.

Vamos, caminoneros y taxistas son el mejor espejo que tenemos. Cuando todo va de puta madre solo se acuerdan del estado para cagarse en el, pero si las cosas van mal gasoleo profesional

Gorka dijo...

La única pena es que estés en tan completo acuerdo conmigo.

La verdad es que este país es de puta vergüenza, joder, seguimos siendo el país del pelotazo y del buscón, se llame o no Don Pablos.

En fin, así nos luce el pelo...

Gracias por el comentario.

Salu2!

Anónimo dijo...

Da miedito estar de acuerdo.