100 kilos de explosivo
La noticia ha dejado de serlo, no soy el primero, ni probablemente el último, que hable algo acerca de lo acontecido en sendas poblaciones vizcainas (sí, sí, vizcainas, no vizcaínas...).
En Durango, villa de adopción de este pobre blogger condenado a no postear tanto como quisiera, la bomba ha estallado en frente del cuartel de la guardia civil. Si bien es cierto que los mayores destrozos los han sufrido los que viven en frente del propio cuartel. Y es que algunos tal vez no sepan, o no lleguen a comprender, que una calle tiene dos aceras, y que una bomba tiene una onda expansiva que no entiende que tiene que hacer más daño a un lado que al otro.
Supongo que se trata de una perogrullada, pero si los coches de la benemérita se aparcan de manera que parecen una barrera que protege el edificio, es probable que sea porque realmente lo es, ya que los blindajes de los coches ha minimizado los daños del cuartel.
Aunque este post no va de contar lo que todo el mundo ha contado ya. Ni tan siquiera voy a poner una foto del lugar de los hechos, al que ya es posible acceder sin demasiado miramiento (lo de sacar una foto en un lugar de un atentado tal vez no sea tan fácil de todos modos, no lo sé).
Este post va de no hablar de ello. Este post va de decir que, en torno a un kilómetro a la redonda, donde una hora antes de la explosión (3:30 de la madrugada) estábamos todavía disfrutando de los infocomerciales que se emiten a esas horas, ni tan siquiera oí ni sentí nada.
Tengo fama de marmota y de dormir como un lirón, y no han sido pocas las veces en las que alguien me ha dicho eso de "no te despierta ni una bomba"... bueno, al menos el acto ha servido para comprobar empíricamente que en las condiciones mencionadas, de más o menos una hora de sueño y a más o menos un kilómetro de distancia, 100 kg de explosivo no pudo despertarme.
Es más, si no llega a ser porque un teletipo de esos que aparecen al pié de las pantallas llamó mi atención en el primer zappeo de la mañana (si las 12:00 se pueden considerar aún mañanas...), llego al telediario sin enterarme.
Y, viendo que no hay que lamentar más que daños materiales que esperemos que queden restaurados a la mayor brevedad posible, creo que lo mejor es seguir con nuestras vidas sin permitir que el éxito del atentado venga en forma de una notoriedad que en realidad ni siquiera tiene.
Lo curioso es que el acto se produce en un feudo muy nacionalista en el que las pasadas elecciones ANV estuvo por detrás del PNV... no sé, si no se quiere un cuartel de la guardia civil en el pueblo seguro que hay otras maneras de tramitarlo... y este acto seguro que ni siquiera consigue que se mueva el cuartel de pueblo.
En fin, sigo durmiendo...
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