En Pamplona en Sanfermines

Este no es el post bomba que comentaba que iba a poner un día de estos, pero, de todos modos, es bastante original.

Me encuentro, a día 9 de julio, un lunes cualquiera, en plena efervescencia sanferminera, en plena capital pamplonica.

Si bien el viaje no es de placer, por las narices iba yo a pagar lo que me cobran por la habitación a las afueras si no fuera porque lo paso a la empresa que me ha enviado aquí, aprovecho para entablar relación con la gente que trabaja en una consultora en la que estoy de invitado especial. Y esta gente sí que vive las fiestas, y las ha vivido, desde siempre, algunos, desde antes de que el bueno de Hemingway inmortalizara estas fiestas mundialmente.

Comentan lo hasta las narices que acaban de tener tanta gente los fines de semana, que hay tanta gente de fuera, que los propios habitantes de Pamplona huyen de la capital navarra para ponerse el pañuelico los días de entre semana, que es cuando, dicen, es mejor la fiesta.

Me han recomendado que me vaya al jolgorio, pero yo estoy escarmentado de gentíos y manadas de borrachos tratando de abrirse paso hasta la barra a base de codazos. Supongo que haber vivido algo parecido en pequeño durante tantos años, en Maritxu Kajoi, me ha dejado el culo más pelao que al sabio de hortaleza...

... tal vez prefiera aprovechar para postear... tal vez más de uno me comente para recordarme lo que me estoy perdiendo... tal vez... no sé... tal vez me estoy haciendo mayor...

En cualquier caso, la gente de la empresa ya me ha criticado por ser el primero en llegar. Tienen horario flexible, y hay quien llega a las 10:30 de la mañana tras haber dormido 6 horitas justas, esperando salir a eso de las 20:00 e irse de farra de la misma. Hay que decir que más de uno y de dos, han aparecido con el clásico atuendo de blanco impoluto y cinto y pañuelo rojos. Toda una declaración de intenciones.

En el hotel, mientras un pobre empleado se afanaba por buscar un adaptador de enchufes para una mujer que parecía venida de capullolandia, una chica y su novio llegaban con una mochila preguntando por la hora de los encierros. Cuando les han dicho que son a las 8:00, pero mejor que estuvieran a eso de las 6:00, el pobre chico ha tenido que decirle a la gilipuertas que no tenía adaptadores. Justo unos segundos antes la muj... digoooo la vieja, le espetaba a su marido que may be he'll finish by midnight. Me he alegrado de no trabajar aquí... porque el chico le ha respondido después a un par de dudas a la pareja de la mochila... en perfecto inglés...

Por ahora, voy a terminar esta atípica tarde-noche de sanfermines en Pamplona, que ha constado de llegada al hotel, carrerita con el mp3, ducha, cenita y post, con una peli o algún capítulo de la segunda temporada de Dark Angel.

Y de esta serie ya hablaré cuando la termine...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si. Debe ser que te estás haciendo mayor.... porque mira que estar en Pamplona y no salir a dar un voltio!!!
Ya te vale, con las ganas que tenía yo de haber ido y tú ni siquiera sales... Dios da pan a quién no tiene hambre ;-)

Marta.

Gorka dijo...

Juas! si ya lo decía yo... jejejeje

Como ves, aquí sigo, pensando el post de hoy en lugar de andar de acera en acera a la caza y captura de la juerga.

Salu2!