Dictadura Parlamentaria
Inmerso dentro de una reflexión personal (y algo profesional, a qué negarlo...) acerca de los valores de las personas colindantes, recuerdo aquella frase de un insigne político... "qué fácil sería si esto fuera una dictadura...".
Comentando con compañeros (y sin embargo, camino de buenos amigos) algo parecido, hemos llegado a la estúpida conclusión de que, efectivamente, todo sería mucho más fácil si no quisiéramos trabajar como queremos trabajar. Manteniendo el misterio suficiente y necesario (<=>), pero diciendo algo en este post, añadir que hemos pensado, llegando al absurdo, en definir aquello denomidado "Dictadura Militar".
Hemos empezado a divagar, desvariar e irnos la olla hasta tal punto que una inicialmente agria comida se ha convertido en un cachondeo propio de quien se deja llevar por sus pensamientos más absurdos.
Desde un "Jefe de Estado", un "Comandante de todos los ejércitos", varios "Generales", varios "Tenientes" (que mola más que Capitán o Coronel), algunos "Sargentos" y "Soldados"... añadimos uno añadidos como "Operaciones Especiales" por no hablar de la "Legión Extranjera".
Poner nombres a todos estos cargos ha sido un descojone, un ejercicio de catársis totalmente necesario y eficaz para distendir presiones internas.
Por otra parte, ha sido inevitable pensar en las partidas del Civilization... qué tiempos aquellos, en los que se veían las bondades del Comunismo en tiempo de guerra, o los problemas que un Parlamento a la hora de tener que acatar todas las ofertas de paz (esos sibilinos zulúes con el traidor de Shaka al frente...).
Hace unos días, hemos sentido la tentación de volver al lado oscuro de la gestión de proyectos, el modelo habitual, piramidal e hijodeputa, ese en el que casi todos hemos desarrollado nuestras carreras profesionales en el algún momento.
Pero no, tras este ejercicio, liberador, vuelvo con más fuerza a los ideales centrales de nuestras mejores intenciones: no hace falta jefes si cada uno es responsable.
Todo sea que este clima de "democracia" se vaya a la mierda por un entorno hostil... la única solución para gestionar tiempos de guerra en democracia era no recibir a emisarios para no estar atado a las decisiones del parlamento... y tampoco creo yo que se debiera llegar a ese punto.
Veremos
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