Pérdidas de Tiempo
Era inevitable: las visitas diarias han caído un 50% (o más) desde que no posteo como antes.
A este hecho, ya de por sí totalmente catastrófico para quien pretende que esto sea un movimiento constante de opiniones y personas, se uno a otro que hace que, llegando a recorrer algunas de estas últimas semanas cerca de 1000km de coche, tenga la extraña sensación de notar que se está perdiendo el tiempo.
Venir a Pamplona implican 3 horas diarias de viaje que se van por el retrete y que dejan de formar parte del tiempo que realmente deja un poso en forma de ganancia con el que amortizar su pérdida. Pero eso no es nada comparado con las 8 horas que me puedo pasar aquí con la sensación de que esto no está bien organizado al ver que lo que se suponía que iba a ser una corta instalación para probar y trastear con un software se convierte, por arte de errores de instalación, en todo un día de desesperantes idas y venidas de maneras definitivas de terminar la instalación.
Me encuentro en proceso de lo que parece que va a ser la refinitiva, que va a durar hasta después de comer... más nos vale poder aprovechar algo la tarde, leche.
No estaría, realmente, tan molesto si no fuera porque ayer, por la tarde, tuve que acudir a la llamada de un cliente que reportaba un error en una aplicación que tal vez podría solventar. Al llegar y tratar de ver el error reproducido en modo debugger de un servidor de aplicaciones cualquiera, me encuentro con que el ejemplo de los datos que daba lugar al error, ha desaparecido.
La aplicación ya está en producción, y parece que, casualidades de la vida, ayer por la mañana, se les ocurrió terminar el proceso a los usuarios finales. Vale, de puta madre, ahora nos quedamos todos con cara de gilipollas y pensando que tiene c*j*nes que lleve el tema unas semanas paradas y justo cuando llego a mirar a ver si el error (que no influía en el desarrollo normal del proceso completo) se podía subsanar, van y completan el proceso perdiendo los datos que hacían que el tema cascara.
España y olé, que dicen, supongo.
En fin, que desde la tarde de ayer, y espero que sólo medio día de hoy, me encuentro de viajecito en viajecito esperando poder confirmar que el moverse para un lado o para otro realmente sirva para sacar algo en claro y no para perder el tiempo de esta manera.
Será que me ha cambiado la visión de estas cuestiones, porque siempre está bien que te manden a hacer algo y poder perder el tiempo en volver a la ofi teniendo el comodín de "el cliente no puede".
Será que cuando vas y vienes y vienes y vas, esperas que las cosas cundan lo suficiente como para no tener que plantearte si merece la pena volver otro día o no.
Será que este tiempo perdido me está quitando de postear muchos temas candentes (desde lo de Ibiza hasta lo de Brasil) que tiene guasa que pasen todos a la vez ahora que no puedo.
Será que echo de menos esto de vomitar las ideas para despejar mi mente.
Será que soy un blogger adicto a su blog más de lo que habría podido pensar.
Será...
Extraído de la cabeza de
Gorka
el
jueves, julio 19, 2007
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La Medusa
Hace mucho, mucho tiempo, más del que uno pudiera llegar a desear a estas alturas de la vida, pasé un verano en alguna playa de cuyo nombre hace tiempo que dejé de tratar de acordarme.
Nunca me ha gustado la playa, nunca disfruté de un baño como en la piscina, de agua clara y limpia (bueno, casi...), y siempre odié la arena que se pega y te pega empujada por el viento, y las algas que acaban, no sé cómo, enredadas entre mis pelotas.
Pero bueno, que no sé dónde era, ni exactamente cuándo, pero la cuestión es que, una vez, y para rematar mi odio genéticamente marcado a fuego, me mordió una medusa. No sé si hoy en día se acepta más el término picar, pero aquella hijadeputa a mí me mordió, con todos los dientes.
Con las lágrimas aún calientes, en esa edad en la que siendo un chico aún puedes llorar cuando te duele, recuerdo que mi padre trató de consolarme. Como me dolía más que una patada en las pelotas (no comprobado empíricamente), mis lágrimas, perlas que caían al mar, seguían desesperando un poquito más a mi abnegado padre que, presionado por la falta de felicidad momentánea de su churumbel, trataba de encontrar la manera de aliviarme.
En una de estas, se metió en el agua, miró alrededor, y cuando hubo avistado al enemigo, se cernió sobre él estaca en mano. Sacó a una medusa que no tuvo tiempo de pedir un juicio justo esgrimiendo que su estancia en el lugar de los hechos era algo circunstancial. Para cuando pude darme cuenta, un hombre que probablemente centuplicaba el peso de su rival, apaleaba sin piedad a la medusa. Creo que las medusas son en un altísimo porcentaje, agua, pero puede que esa vez, puede que por una vez, a la medusa le dolió.
Su cadáver acabó enterrado en la arena de la playa y la cara de mi padre sonreía satisfecha intentando sacar de mí una mueca de aprobación.
Por un momento sentí que debía de alegrarme por ver a la causa de mi dolor (durante todo el rato el dolor había seguido de tapas por mi muslo) llevada a lo más profundo del Estigia, pero la realidad era que, a pesar de todo, a mí me seguía doliendo la pierna.
Creo que ahí fue donde aprendí, con la claridad y la sencillez con la que los niños ven las cosas, que la solución no está en encontrar al culpable y destrozarlo, sino en hacer que a nadie más le vuelva a morder una medusa.
Extraído de la cabeza de
Gorka
el
martes, julio 10, 2007
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En Pamplona en Sanfermines
Este no es el post bomba que comentaba que iba a poner un día de estos, pero, de todos modos, es bastante original.
Me encuentro, a día 9 de julio, un lunes cualquiera, en plena efervescencia sanferminera, en plena capital pamplonica.
Si bien el viaje no es de placer, por las narices iba yo a pagar lo que me cobran por la habitación a las afueras si no fuera porque lo paso a la empresa que me ha enviado aquí, aprovecho para entablar relación con la gente que trabaja en una consultora en la que estoy de invitado especial. Y esta gente sí que vive las fiestas, y las ha vivido, desde siempre, algunos, desde antes de que el bueno de Hemingway inmortalizara estas fiestas mundialmente.
Comentan lo hasta las narices que acaban de tener tanta gente los fines de semana, que hay tanta gente de fuera, que los propios habitantes de Pamplona huyen de la capital navarra para ponerse el pañuelico los días de entre semana, que es cuando, dicen, es mejor la fiesta.
Me han recomendado que me vaya al jolgorio, pero yo estoy escarmentado de gentíos y manadas de borrachos tratando de abrirse paso hasta la barra a base de codazos. Supongo que haber vivido algo parecido en pequeño durante tantos años, en Maritxu Kajoi, me ha dejado el culo más pelao que al sabio de hortaleza...
... tal vez prefiera aprovechar para postear... tal vez más de uno me comente para recordarme lo que me estoy perdiendo... tal vez... no sé... tal vez me estoy haciendo mayor...
En cualquier caso, la gente de la empresa ya me ha criticado por ser el primero en llegar. Tienen horario flexible, y hay quien llega a las 10:30 de la mañana tras haber dormido 6 horitas justas, esperando salir a eso de las 20:00 e irse de farra de la misma. Hay que decir que más de uno y de dos, han aparecido con el clásico atuendo de blanco impoluto y cinto y pañuelo rojos. Toda una declaración de intenciones.
En el hotel, mientras un pobre empleado se afanaba por buscar un adaptador de enchufes para una mujer que parecía venida de capullolandia, una chica y su novio llegaban con una mochila preguntando por la hora de los encierros. Cuando les han dicho que son a las 8:00, pero mejor que estuvieran a eso de las 6:00, el pobre chico ha tenido que decirle a la gilipuertas que no tenía adaptadores. Justo unos segundos antes la muj... digoooo la vieja, le espetaba a su marido que may be he'll finish by midnight. Me he alegrado de no trabajar aquí... porque el chico le ha respondido después a un par de dudas a la pareja de la mochila... en perfecto inglés...
Por ahora, voy a terminar esta atípica tarde-noche de sanfermines en Pamplona, que ha constado de llegada al hotel, carrerita con el mp3, ducha, cenita y post, con una peli o algún capítulo de la segunda temporada de Dark Angel.
Y de esta serie ya hablaré cuando la termine...
Extraído de la cabeza de
Gorka
el
lunes, julio 09, 2007
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Etiquetas: trabajo
Cuestión de Prioridades
Hay quien habrá notado que estos últimos días hay huecos en los posts diarios orgullo de este blog... es cuestión de prioridades...
Hay quien basa su vida en el trabajo, en la pareja, en los cómics, etc... y luego va rellenado el espacio restante con otras cosas, como el trabajo, la pareja, los cómics... etc...
Personalmente, hay varias cosas que van por delante de updatear este blog a diario, aunque esté, probablemente, entre las cinco prioridades diarias que tengo a bien tener en cuenta.
Pero estos últimos días, y probablemente durante todo el mes de julio y parte de agosto, las cosas que van por delante van a ocupar un poco más de lo habitual, y entre la boda de septiembre y los recientes acontecimientos acaecidos en el terreno laboral, el blog va teniendo cada vez menos espacio en mi agenda.
Así pues, ocurre que no puedo entrar en el serio debate emprendido por Javi y Coase en el anterior post, ni poder hablar de las últimas noticias de terrorismo islámico en Glasgow y en Yemen, de modo que veo que no estoy pudiendo dedicarle todo lo que querría. Y no mola nada.
Así pues, se impone un post de auto-adios por el tiempo que sea necesario, que ya digo que es indefinido pero espero que corto. Es posible que no me venga mal, a modo de vacaciones forzadas, para aprovechar a descansar del síndrome de la hoja en blanco y dejar la cruda realidad allá donde no me toque las narices.
A ver si no se resienten demasiado las visitas, porque tengo en el corazón un pedazo de post que se va a cagar la perra... pero no sé cuándo voy a poder ponerlo...
Extraído de la cabeza de
Gorka
el
lunes, julio 02, 2007
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