Y, ahora, qué?
Hace poco más de dos años tomé una de las decisiones más complicadas de mi vida. Fue un momento de muchos cambios a la vez y dejar un trabajo de 6 años de antigüedad en el que estaba asentado (y anquilosado, pero eso es otra historia), no parecía poder ayudar a no volvernos (más) locos.
Y es que las oportunidades salen cuando salen y no hay otra que tomar una decisión. Cambiar de trabajo a www.ticketbis.com fue uno de los pasos más críticos de mi carrera.
No soy informático. Soy parte de esa marabunta de intrusistas que han degradado la profesión del noble informático al rango de picateclas de consultora (ironic mode off). Pero hay otro mundo. Ahí fuera. Al que acceden los informáticos de estudio y al que nunca pensé en llegar como autodidacta (casi todo lo que sé lo he aprendido fuera de una carrera universitaria y sobre la marcha a base de tortas). Pero se puede. Si se quieren (y se ha aprendido a) hacer bien las cosas, se puede.
Así que, encontrarme de repente en una empresa rodeado de un equipazo técnico (que ha ido creciendo año a año), ha sido como un master. He aportado mi granito de arena técnico-organizacional en un entorno de aguas cristalinas y con la corriente a favor tras años de entrenamientos insufribles a contracorriente de un mar de mierda.
Y ha sido genial.
A los seis meses de entrar ya era evidente que fue un acierto el cambio. Creo que nunca olvidaré aquella conversación con @xala3pa en la que me hablaba de lo que me iba a encontrar (y así fue), cosa que ahora hago con quienes me preguntan por cómo son las cosas aquí. Cuando las cosas parecen muy bonitas para ser verdad, raramente lo son realmente. Esta vez sí, indudablemente, lo fueron.
En estos (más de) dos años hemos peleado por avanzar la web, el negocio, todo lo arriba posible. Desde mi llegada (sin insinuar ningún tipo de causa-efecto personalista, esto es un trabajo de un equipo muy grande), hemos pasado de un millón escaso de facturación semanal (entonces me parecía una barbaridad, te acabas acostumbrando a las cifras), a más de dos millones.
Tecnológicamente se hacen muchísimas issues. Recuerdo la mítica 1663 del Jira que hice al cierto tiempo de haber entrado (la primera "gorda" que acabó en producción), hoy en día vamos cerca de la 6900 (y subiendo).
Hemos pasado de (y se venía de un historial guay anterior...) dos oficinas en el séptimo piso de un edificio con un dudoso vecino de abajo en el sexto (hasta aquí puedo leer), a un lugar más grande en el BBF. De ser unos 15 a ser unos 30 (en el departamento de IT).
Y en realidad, no ha cambiado nada.
El mismo buen rollo, apoyo del equipo, alegría de currar, de aportar, de seguir adelante, de rascar un 1% más de conversión, de hacer las cosas bien, de rehacerlas bien cuando se han torcido, de mejorar técnicamente no sólo la plataforma sino uno mismo. De acudir a eventos como la Greach (está vez protagonistas!), a la Codemotion, a la oficina de Madrid y ser recibido como uno más de los que siempre están por allí, de cenas de navidad donde se exalta a las personas y no (tanto) a la empresa.
Será que no cambiar nada cuando se está en una buena línea nos ha ido bien.
Y también será que no vemos muchos de los entresijos donde la pelea es menos "documentable", menos "relatable", menos "bonita". Hablo de la gestión del negocio, de rondas de financiación, de la toma de decisiones de cada vez mayor responsabilidad (cuando 1% de desviación supone 1€ de diferencia no es lo mismo que cuando supone 100.000€...), de decidir seguir rascando la cuenta para seguir creciendo, expandiendo.
Algo han hecho bien desde ahí arriba (bueno, desde el fondo de la oficina, donde uno de los que decide realmente es uno más...).
Y así de repente, anteayer, llega un email a toda la empresa, de esos que no es normal. Pueden llegar a toda la oficina de bilbao o a todo el departamento de IT, o al equipo de Checkout... a toda la empresa es algo más raro:
We have exciting News
nos dicen.
Casi todos tenemos que leer el email 4, 5, 6 veces para estar seguros de estar entiendo lo que realmente es.
No tener google news en España hace que nos cueste encontrar confirmación en una fuente pública (no sabemos si el canal oficial es público aún). Encontramos la primera que se atreve a poner cifras, y de la que empiezan a beber todo el resto de fuentes. A los 20 minutos, la fuente original da un error de acceso. ¿Tira la piedra y esconde la mano?
En cualquier caso, en seguida la noticia vuela por Twitter, hasta llegar a ser TT en España.
Es real.
Todo el mundo nos da la enhorabuena más o menos personalmente, según cercanía. Fuera del ámbito de la empresa, hay un 100% de certeza de que es algo bueno.
Inevitablemente, la pregunta que todos nos hacemos en este excitante momento es, tal y como tomé aquella vista-desde-ahora-acertada-decisión,...
... y, ahora ¿qué?
Por de pronto, una celebración.
Y otro email:
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