Alucinante, oiga...
Acaban de secuestrar un dominio en internet. Algo así como decir que usted no puede pasar a la calle Marceliano nº 10, porque no le dejo saber qué dirección es esa... claro que siempre nos quedará buscarlo con otro nombre... o preguntar al vecino...
Y don Mariano, qué opina de todo esto?
A lo mejor se queda en blanco... como pepiño...
Se me ha ido la olla. Totalmente. No hay discusión.
Desde "Pequeña Miss Sunshine" aprendí que la ilusión puede llevar a alguien a hacer auténticas barbaridades.
En realidad, si se trata de comprender lo que hay más allá de todo lo superficialmente llamativo, puede haber algo que mueve el mundo. Supongo que para el Vogue y algunos que otros padres eso que mueve el mundo es el dinero. Tampoco es ninguna novedad...
Resulta que estamos apuntados a Kiabi, de manera que recibimos ofertas y demás informaciones por email. La mayoría de las veces no paso más allá de un encabezado que lo dice todo ("5x1 este fin de semana", "Hasta 70% de descuento si aúllas a la luz de la luna" y cosas así). Esta vez, sin embargo, el encabezado simplemente me picó.
En el mail se anunciaba que "este año también" se va a hacer el Casting Kiabi. Una recopilación de fotos enviadas por quien quiera (y pueda), dispuestas a recibir la crítica del mundo en forma de votación popular.
¿El premio?
Una sesión fotográfica profesional por las francias y un millón de gracias. Bueno, en realidad te ponen en la portada de sus publicaciones por el módico precio que poco más que un puñado de ropa utilizada en la sesión (lo cual, al parecer, es muy de hacer en el mundillo). Vamos que se arreglan una portada casi a coste cero.
¿El truco?
Que para votar tienes que dar tu nombre, dirección, email, talla de tanga y número de veces que eres capaz de gritar "Aupa Kiabi" en medio de una mañana de sábado en el mercado sin morirte de vergüenza... y el DNI? No, el dni no, que con eso no se gana un cliente potencial al que spammear con mails de ofertas (si no tienes ojo con lo que checkeas en el formulario) y publicidad en su casa.
Vamos, todo aquello que aborrezco de la noble profesión de la publicidad...
El padrino estuvo el domingo pasado por aquí. Tuvimos que dejarle pasar en la frontera, aduciendo que estaba ligado casi familiarmente con una nativa, por lo que con unos pocos euros solventamos la papeleta para poder pasar el equipo fotográfico por la aduana. El pobre es que viene desde Cantabria...
Por esas visicitudes de la vida, entre el padrino y la abuela materna se ha establecido el gran duelo del siglo XXI. Mou vs Pep? No amigos, la verdadera lucha está en los píxeles de la mejor foto de Aysha.
Y si bien la abuela iba ganando por goleada, ese domingo el padrino (qué he hecho para que me trates con tan poco respeto?) tiró a matar y sacó una foto que ya queda en el grupo de "las elegidas". Me es inevitable pensar en la de material para el recuerdo que va a tener esta pequeñaja cuando crezca...
La foto en cuestión es esta:
Me da la vida allá donde Homer y yo la necesitamos, todos los días. Detrás de todas esas ventanas horrorosas pidiendo atención (arréglame! respóndeme! ayúdame! solucióname!), siempre sé que estoy a un click de la salvación, y a otro de una conversación reconfortante (aunque no siempre se puede...).
La sinergia, esa palabra maldita en el trabajo y descacharrante en la vida privada (fue el padrino el primero que intentó explicármela sin éxito...), precipitó la situación. Un mail, un casting, un enlace, un formulario de inscripción y una foto chula. No hizo falta más. La ilusión hizo todo lo demás.
Aysha se presenta al casting, tras una tarde de risas, luces y fotos. ¿Votas?
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