Hoy, por primera vez...

Esta mañana me he mirado en el espejo. Tras las legañas, el pelo revuelto y el sueño que hace a esas horas de la mañana, he visto a alguien con peor pinta al otro lado del universo...

Como en una cutre película de miedo de serie B o una aparente serie de animación japonesa, me he visto y he tenido esa sensación de la que hablaba Ismael en alguno de sus conciertos.

Me he sumergido por unos interminables instantes en intentar reconocerme, recordarme al que esperaba ser pasados los 30. Siempre pensé en la frontera de los 23 en el año 2000 como algo tan lejano que ver pasar el 2010 y la edad de $Cristo por delante de mis narices me ha dejado pasmado. ¿Quién se ha llevado esta década, que no me he enterao?

Y el repaso ha sido cuanto menos curioso. A un mes escaso de los 34, por primera vez en mi vida, me he sentido viejo. En el más menesteroso de los sentidos.

He cambiado Windows por Ubuntu en el trabajo, el mando de la tele por el de la tdt, y el PES sigue por ahí, como siempre. Y Gran Hermano. Y OT. Y todas esas cosas tan necesarias para dejar descansar las neuronas (menos una).

Tengo mujer, hija e hipoteca; busco una casa mayor, un coche mayor y un sueldo mayor. Me encantaría una incipiente alopecia menor, un viaje diario al trabajo menor, y un cúmulo de preocupaciones heredadas menor; odiaría no exprimir cada segundo de vida, no comerme el último trozo de bizcocho y no tener clara la perspectiva de que mi proyecto más importante está esperándome en casa impaciente a partir de las seis.

Los viejos días eternos se han convertido en semanas que vuelan. Todo el espacio personal, sin embargo, se ha rellenado con todo aquello que nunca pensé que me llenaría tanto.

De regalo de cumpleaños quiero la cinta. Esa cinta para atar el tiempo de la que habla un Ismael que ha perdido actualidad frente a Aretha Fraklin y todos esos pequeños grandes pedazos de arte en mp3 que me descubre mi otra mitad de vez en cuando. No espero que vuelva porque en realidad nunca se ha ido, simplemente espera paciente mi refresco cotidiano.

Como la partida anual del Monkey Island en el emulador, que debo admitir que nunca llegó en la Navidad del 2010. Algo parecido al Chencho de esa gran familia que tampoco acudió a su cita navideña, y la entrada por la puerta de atrás de ese qué bello es vivir tan necesario.

Viejas tradiciones que se diluyen en la vorágine habitual de estos tiempos que quieren meternos por el gaznate a regañadientes.

Al menos he crecido. Laboral, intelectual, personal, física y virtualmente, lo que se traduce en que hago más y mejores cosas, soy más consciente de lo que me rodea, pienso más en los demás, tengo algún que otro kilo de más encima de otro, y además de este blog habito en feisbuk y visito más blogs.

Todo ello, resumido en ser consciente. De todo. Y sobre todo, de que la vida se va, y no le importa nada en qué te la has gastado. ¿Has estado trabajando demasiado? ¿Perdiste el tren por miedo a que no te vendieran un billete? ¿No te atreviste a saltar de polizón? ¿Se te fue la vida haciendo lo que el resto del mundo esperaba que hicieras? Adivina, me la sopla - te grita la vida - los peces muertos siguen la corriente...

El libre albedrío enlatado y listo para consumir. En pequeñas y poco perdurables dosis... hasta que sea demasiado tarde para pedir cuentas a nadie... no se admiten devoluciones, lo sentimos... hombres grises convenciéndote de guardar tu tiempo en su banco...

Y entonces el agua caliente salió del grifo y me quemó la mano. Abrir los ojos casi tanto como la boca de Chocolate cuando bosteza me despereza, pero no se me va la pesadez de la vejez hasta que recuerdo, mientras el Real Madrid copa la sección de los deportes de unos informativos telecinco (que sí han cambiado, por cierto...) y ultimo los cereales, esto...



Y unos cuantos días después, puedo al fin hablar de ello, tras digerirlo y tratar de aplicarlo.

4 comentarios:

Nohemí dijo...

Te ha quedado un post muy emotivo a la par de agridulce, espero que lleguemos como esa pareja tan entrañable.

Y recuerda, siempre seguirás siendo joven por dentro aunque los años digan lo contrario y pintes canas.

Para algunas estás mejor , ya sabes esos hilillos de plata. Besis

sonyah dijo...

Ay!! entre Nohemí y tu, acabáis siempre haciéndome llorar.
En mes y medio yo también me planto en los 34 y me da mucho vértigo...Y el vídeo? somos Iñaki y yo!! remodelamos el piso nosotros, nuestra boda, la triste pérdida....jolín!sabéis tocarme la fibra sensible, ojalá también nosotros acabemos siendo unos abuelitos.
Ánimo con los 34 que ya llegan!!!!

diego dijo...

que grande, muy bueno, y hasta bonito. empatizo con lo que dices, a pesar que no tengo niña (ni niño) y encima soy del Madrid :-P

es cierto que somos mas viejos, pero la juventud esta en la mente, en la capacidad de ilusionarse, de implicarse, de sentir las cosas.

un abrazo, apañero, y viva mourinho!!! jajaja

Gorka dijo...

Gracias por los comentarios.

Manda narices que aquellos posts que más íntimos quiero dejar, son aquellos que casi más se comentan, ya sean por empujones de feisbuk o por casualidades como la del hijo de Mou...

En fin, dejaré que la vida siga fluyendo aunque tenga que asentarme a la nueva perspectiva de tener mañanas así de vez en cuando.

Será que último verano, se escapó en otro metro, que diría aquél...

Salu2

P.D: alamadriz! y aupa KRZazpi!