Un 23 de Diciembre como otro cualquiera

Ayer tuve la cena de empresa. Tras unos 12 días trabajados, hay cosas que he visto que no me han gustado, pero en general la cosa sigue pintando bien: la comunicación con la gente va mejorando poco a poco y mi trabajo va a estar para las fechas señaladas (26 de diciembre). Así pues, modestamente, creo que me he adaptado bastante bien.

Pero el rollo cena no acabó de gustarme.

La cosa es que aquí ya existe un grupo de gente que se conoce y se cae bien y yo soy el nuevo (al igual que otros). Entiendo que tengo que hacer el esfuerzo de intentar integrarme (da igual, soy e a la x) y la ayuda de ellos sería inestimable. No es que no lo hagan, pero sí ocurrió que en varias ocasiones me vi bailoteando al lado de una columna sin que nadie me echara de menos ni de más.

En fin.

Pero estas batallas tienen estas cosas, y cuando parecía que esto iba a ser la conclusión que iba a sacar de tan magno evento (aparte de los cánticos de los premiados con diversos premios (a mí no me tocó nada)), la cosa se puso buena otra vez.

Cuando el que iba a ser mi compañero de gastos del taxi (jodido metro que no tiene un viaje a media madrugada...) acabó descamisada por ahí me las vi crudas. Me veía esperando al metro hasta las 6:00 am... y a las 11:00 a currar de nuevo... malamente, malamente. Bueno, pues cuando pero pintaban las cosas, fue cierto que los peores antros a las peores horas están llenas de la mejor gente, y otro compañero de oficina con el que sólo había intercambiado el saludo el primer día cuando entré, resulta que iba en mi misma dirección y sentido.

Y al final ni siquiera entramos en un taxi, dada la hora, y cuando las fuerzas de ocupación caían a diestro y siniestro, como ya me había imaginado yo, esperamos a un autobús salvador que hace el recorrido del metro saliendo una hora antes que el primer metro. Un viaje muy revelador, lo mejor de la noche. Amistades de jolgorio.

Así que aquí me tenéis, con cuatro horas de sueño de menos y con otra cena esperando por la noche. Esta será mucho más tranquila, por la cuenta que me tocará mañana (NocheBuena), peor seguro que mucho más amena (;)) en la que se celebrará que mis ex-compañeros (aunque en realidad no me gusta hablar de ex) ya no me tienen que aguantar.

Ah! y toda esta vorágine, ya hemos comprado fregona, escobas, trapos para el polvo, limpia cristales, estropajos... todo un regalazo para Navidad. La putada es que los próximos dos fines de semana están ocupados con comidas y cenas familiares.

Ah! y diciembre va a ser, definitivamente, mi último mes en mi garito. Esta vez sí. Espero, tal vez, seguramente, al menos hay colchón, sólo necesito luz, agua y un microondas para habitar en mi nueva ubicación.

Ah! y Felices Fiestas y, si tenéis la suerte de no poder leerme la semana que viene, porque estéis disfrutando de unas horribles vacaciones en familia, Feliz Año Nuevo.

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Toc, toc, toc? esta va pa'l Rubens


Ah! y no os perdáis El Gran Test de Incómodas Verdades del día 2!

2 comentarios:

Gorka dijo...

Sera cabr....

:D

Oye, cuando quedamos para comer un día? Os seguís quedando al Chino o algo?

Estoy a dos paradas de metro, así que si os mola podemos quedar un día y así me véis con corbata (qué cruz) :D

Salu2!

P.D: La misma va para Rivers, si lee esto...

Gorka dijo...

Of course, amigo, of course, cuando sea :D

P.D: Que sea más leve de lo que parece.